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+ Separación y recupero de Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos (RAEE) para su reutilización o su reciclaje. Fotos: Gentileza Greenpeace Argentina.
Motorola es otra empresa que tiene un plan de reciclado (EcoMoto) que se encarga de todo el proceso de recolección y disposición final de celulares, baterías y accesorios, presente en 69 países, y que en su primer año de funcionamiento recolectó 2560 toneladas de basura electrónica, según Gustavo Wrobel, director de comunicaciones corporativas para América Latina de la compañía. En el país envía los plásticos, metales y placas electrónicas a una planta en Quilmes. Y Motorola incluso fabrica teléfonos como el A45 Eco, en el que el 25% de sus componentes están hechos a base de botellas de plástico. Los celulares, las PC y las impresoras (que también tienen un proceso de reciclado similar al de los móviles, y que en el país está promoviendo Epson) son una parte del problema. Del otro lado, están los centros de cómputo, que ya no son exclusivos de bancos y mega corporaciones, sino que llegan a cualquier empresa. Ahí el problema no son tanto los equipos por el reciclado que eventualmente requerirán, sino por el consumo energético que demandan. “Hoy un datacenter que funciona las 24 hs, se lleva el 55% del consumo eléctrico de una empresa”, alerta Gabriel Palermo, responsable del área de servicios de Site & Facitilites de IBM Argentina. La compañía está llevando a cabo las campañas “Smart Planet” y “Verde y más allá”, promoviendo la denominada infraestructura verde, que apunta a la mayor eficiencia energética posible, con la consiguiente reducción en la disipación de calor. “No sólo hablamos de racionalización (como aprovechar mejor los equipos que ya se poseen), también tratamos que las empresas piensen en un diseño flexible que les permita sumar equipos modularmente, que sea sustentable a lo largo del tiempo y que reduzca los requerimientos de refrigeración. Si los equipos son más eficientes, se le quita carga al sistema de aire acondicionado y esto, a la larga, consume menos energía”. Una de las
particularidades de la Argentina, según Palermo, es que la electricidad es comparativamente barata respecto del resto del mundo, por lo que no hay una gran presión económica en las empresas para reducir el gasto por ese lado. Google, que tiene una de las granjas de servidores más grandes del mundo, está llevando a cabo sus propias estrategias al respecto, ya que cada vez que alguien hace una búsqueda en su sitio consume energía por -al menos- partida doble: su computadora y los equipos de esa compañía. Así que Google construyó una de las granjas solares privadas más grandes de Estados Unidos: 9212 paneles solares que generan 1,6 megawatts de energía, y que alimentan su sede central en California, mientras otra sede en Oregon aprovecha una central hidroeléctrica para dar vida a sus equipos. Pero la electrónica está presente en cada vez más dispositivos que, aunque consumen menos cada uno, están presentes en mayor número en los hogares, y crece cada vez más el concepto de “red eléctrica inteligente” (smart grid, en inglés), que no sólo distribuye energía a los hogares, sino que recibe información de los mismos a través del tendido eléctrico, para regular la provisión y hacer más eficiente todo el proceso. En horarios pico, podría forzar el apagado de ciertos equipos (un lavarropas, por ejemplo) para darle prioridad a otros (maquinaria, aire acondicionado, etc.). General Electric, por ejemplo, presentó el año pasado en Estados Unidos el Home Energy Manager para controlar esta tarea; el dispositivo tiene un precio de 200 dólares y permite optimizar el gasto energético en los hogares hasta en un 30 por ciento. Con este tipo de dispositivos inteligentes se reduce la demanda energética general, lo que eventualmente redunda en un beneficio de todo el planeta. +