Programa de Mano - Recital de Grado (Maestría) - Diego Armando Ortiz Méndez (Guitarra Clásica)

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03 DIC HORA: 10 AM LUGAR: PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA ESTUDIO 03 ENTRADA LIBRE
RECITAL de grado

AGUSTÍN BARRIOS MANGORÉ

Agustín Barrios Mangoré fue uno de los guitarristas y compositores más influyentes en Latinoamérica, sin su obra la historia de la guitarra no habría sido la misma. Críticos e historiadores lo han comparado con Segovia como intérprete y con Chopin como compositor. Además de ser un prolífico compositor, fue un gran improvisador y tenía facilidad para combinar los elementos de la música barroca, clásica y romántica con el folclor paraguayo y latinoamericano.

Barrios nació el 5 de mayo de 1885 en el departamento de Misiones (Paraguay), y murió el 7 de agosto de 1944 en San Salvador, El Salvador. En 1930 adoptó el seudónimo de  Nitsuga Mangoré, invirtiendo su nombre Agustín y utilizando el nombre de un cacique paraguayo del siglo XVI, Mangoré.

Esto fue una táctica de publicidad que empleó aproximadamente cuatro años en donde Agustín se presentaba como el cacique Nitsuga Mangoré en escenarios élites, vestido totalmente con indumentaria indígena (con el torso descubierto, con arco y flecha), representando así su cultura guaraní a través de su poesía y el son de su guitarra. Con el paso del tiempo, Agustín Barios Mangoré obtuvo un creciente reconocimiento como intérprete y compositor a nivel internacional, consolidándose como uno de los más importantes artistas en su campo.

Las obras escogidas permiten realizar un recorrido por los diversos ritmos de la música latinoamericana, exploradas por Mangoré en sus visitas a diferentes países; también muestran su influencia compositiva de la música europea, que es sobre todo romántica. El orden del programa no organiza las obras cronológicamente, en cambio, plantea una aproximación sistemática en cuanto a importancia, técnica, estilos y variedad del repertorio escogido.

La Catedral

• Preludio (1939)

• Andante religioso (1921)

• Allegro solemne (1921)

La Catedral es posiblemente la obra más emblemática de Agustín Barrios. La composición está inspirada en el sonido de las campanas de la Catedral de Montevideo (Uruguay), ciudad donde Barrios vivía en 1921; la obra emula el interior de una catedral, donde se escucha resonando en ecos lejanos a un organista tocar obras de Johann Sebastian Bach.

La composición fue concebida inicialmente en dos movimientos: Andante Religioso y Allegro solemne, ambos compuestos en 1921. Sin embargo, mucho tiempo después, en 1938, cuando Barrios se encontraba en La Habana (Cuba) compuso el Preludio. A partir de 1939 decidió integrar este preludio como un primer movimiento que, a manera de prefacio para los dos movimientos restantes, pudiera servir como una introducción al carácter triste y sombrío del Andante Religioso. La incesante figura de arpegios en semicorcheas del Allegro solmene representa la salida del santuario en paz y la entrada ajetreada, el mundo terrenal.

Mazurka Appassionata

(1919)

La Mazurka es una danza a menudo asociada con los términos oberek o mazur. Mazur, era originalmente un baile de salón de la corte real y la nobleza polaca y que se convirtió con el tiempo en una danza para la clase popular. Estos prototipos tradicionales de Mazurca (mazur, oberek y kujawiak) son originarios de la región de Mazowsze Mazovia en Polonia, desde el siglo XVI.

Especialmente, Frederick Chopin es reconocido por la inclusión de las mazurcas en el repertorio de música de salón del siglo XIX; su extensa composición de mazurcas junto a otras danzas y piezas de carácter permitieron popularizar este estilo musical por toda Europa y posteriormente por América.

La Mazurca compuesta por Barrios se caracteriza por una emotividad particular que se representa por su título “Mazurka appasionata”. La obra fue compuesta cuando Barrios estaba profundamente enamorado de una cantante de ópera en Río de Janeiro. Esta obra lleva como subtitulo “Al alma de María Emer”.

Aire de Zamba (1923)

Existen dos tipos de danzas cuyos nombres suenan muy similar, pero que corresponden a tradiciones latinoamericanas diferentes: la “zamba” y la “samba”. La “zamba” es una danza tradicional argentina de carácter lento y mética ternaria; por otro lado, la “samba” en una danza conectada con la herencia musical africana que fue determinante en las manifestaciones musicales de los asentamientos Afrobrasileños, especialmente a inicios del siglo XX en Río de Janeiro.

El Aire de Zamba aparece por primera vez en un programa de concierto el 8 de noviembre de 1923. Esta obra fue grabada por el sello discográfico Odeón en tres ocasiones: dos veces en junio de 1928 y una vez más en 1923. Asimismo, existe un manuscrito original de esta obra en la colección privada de Jacinto Matiauda, el cual corresponde a una copia que el compositor dio a su amigo y compatriota Dionisio Basualdo.

Canción De La Hilandera

“El tejido hacia honor a una antigua leyenda paraguaya que relata que el ñanduti nació de la blanca cabellera trenzada de una madre tejedora desesperada como la Penélope de la odisea homérica que se sacrificó para que su hijo enamorado pudiera entregar un regalo especial a su amanda.”

María Sanz, “El Encaje de ñanduti puntadas de tradición artesanal en Paraguay,” EFE. Asunción 11 de mayo de 2015

Recuperado de:

La hilandera. (s. f.). reproArte. https://reproarte.com/es/seleccion-de-temas/ a-estilo/impresionismo/la-hilandera-detail

Las hilanderas tuvieron una influencia importante en la cultura paraguaya del siglo XIX, siendo las principales proveedoras del sustento económico para las familias.

La Canción de la hilandera está inspirada en la historia de las tejedoras y costureras de Paraguay del siglo XIX; quienes tejían el ñanduti paraguayo, que traduce del guaraní “tela de araña” y es un encaje de agujas que se teje sobre bastidores en círculos.  En su obra, Barrios emplea dos planos sonoros; uno representa a la hilandera cantando y el segundo emula el sonido de las agujas al tejer. En esta obra la técnica del trémolo tiene una función fundamental para desarrollar el carácter vocal de las líneas melódicas a través de los diversos registros de la guitarra.

Una

Limosna Por Amor A Dios (1944)

Se asume que esta obra, fue la última composición de Agustín Barrios; fue escrita el 2 de julio de 1944 y la fecha de su muerte fue el 7 de agosto de 1944. Por esta razón, Jesús Benites, en su versión de esta obra, propuso el título “Último trémolo” y como subtítulo escribió “Una Limosna por Amor de Dios.”

La historia cuenta que Agustín Barrios, el indio de América, mientras daba sus clases o estudiaba en su domicilio, era visitado por una ancianita quien tocaba su puerta suplicándole que le diera una “Limosna por Amor de Dios”, estos golpes inspiraron la obra y son evocados en los dos primeros compases seguidos de una bella melodía suplicante, llena de tranquilidad espiritual que a través de la obra persiste como los golpes de la puerta de la ancianita, quizás esta obra sea el mayor estudio de trémolo jamás escrito.

Las Abejas (1921)

Esta obra es una composición descriptiva que emula el zumbido característico de las abejas. La obra funciona como un estudio concierto que incorpora de manera virtuosa el empleo de arpegios; hasta el día de hoy esta obra es considerada uno de los mejores estudios de arpegios para la guitarra, al tiempo que incorpora una sonoridad cargada de interesantes cromatismos.

Vals Op. 8 no. 3 (1919)

El Op. 8 para guitarra sola de Agustín Barrios está compuesta por una colección de cuatro valses; los dos primeros están identificados con los títulos “La Primavera” y “Junto a tu corazón” respectivamente; las dos obras remanentes están identificadas por el número dentro del Op. 8: nos. 3 y 4. El estilo de estos valses presenta una amalgama entre el carácter popular y una versión más estilizada que emula la sonoridad romántica de los valses de Chopin.

Barrios compuso su Op. 8 en Brasil entre 1919 y mediados de 1920. Esta colección de valses ha sido grabada por numerosos guitarristas a lo largo de los años, incluido el propio Barrios en 1929.

La Maxixe

Maxixe, mattchiche o machicha son términos que tradicionalmente se han asociado al tango brasilero. El tango brasilero nació en Río de Janeiro, Brasil, en 1868, y sus orígenes se conectan con la Batuque; una danza desarrollada por los Chopi, esclavos africanos de Mozambique, particularmente de una ciudad llamada Maxixe. El tango brasilero se considera una de las primeras danzas originadas en Brasil gracias a la influencia del legado africano.

NOTAS AL PROGRAMA: JAIME RAMÍREZ DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: ÁNGELA RODRÍGUEZ 2022

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