En términos generales el país ha mostrado que pese a las catástrofes experimentadas en febrero de 2010 la economía se ha repuesto. Esta reactivación se explica en buena medida porque si bien un fenómeno natural de esas características conlleva muchas pérdidas, todo cambia una vez que se realiza el catastro nacional, ya que a partir de este, la demanda se esclarece reduciendo así la incertidumbre y permitiendo que los incentivos a la economía por parte del gobierno estén concentrados de manera clara y precisa.