Programa de mano A1

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ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA



viernes 12 octubre 2012 Auditorio Manuel de Falla, 20.30 horas

SERIE A (1)

Juan de la Rubia 贸rgano SALVADOR MAS director


I Darius MILHAUD (1892–1974) Saudades do Brasil, op. 67

(fragmentos)

(25’)

Overture I. Sorocaba II. Botafogo III. Leme V. Ipanema IV. Copacabana XI. Laranjeiras XII. Paysandú Overture

Francis POULENC (1899–1963) Concierto para órgano, cuerdas y timbales en Sol menor Andante Allegro giocoso Subito andante moderato Tempo allegro, molto agitato Très calme. Lent Tempo de l’allegro initial Tempo introduction. Largo

(22')


II Charles GOUNOD (1818–1893) Pequeña sinfonía para instrumentos de viento

(21')

Adagio et Allegretto Andante cantabile Scherzo Finale

Sergei PROKOFIEFF (1891–1953) Sinfonía núm. 1 en Re mayor, op. 25 “Clásica” Allegro con brio Larghetto Gavotte: non troppo allegro Finale. Molto vivace

Juan de la Rubia órgano SALVADOR MAS director

(15')


Darius Milhaud, en una foto firmada por el compositor en 1945


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BELLA MÚSICA DE MEDIO SIGLO

Delicioso e interesante programa que abarca poco más de cincuenta años (1885–1938) de música francesa (todos notables compositores, engarzados en una misma tradición), coronada sin ruptura (durante muchos años, es innegable la “sintonía” entre la cultura francesa y la rusa) por la Sinfonía “Clásica” de Prokofieff. Gounod es, por así decirlo, el “abuelo” del “Grupo de los Seis” (del que Milhaud y Poulenc, junto con Honegger, son los principales representantes): en 1900 era considerado el mejor compositor francés del XIX. Su influencia directa en Bizet, Saint–Saëns y Massenet es indudable. Incluso Debussy llegó a declararlo “necesario”, por cuanto su estética significó un poderoso contrapeso, para aquella generación de franceses, del avasallador empuje wagneriano. Sin embargo —los decretos, no siempre justos, del tiempo— su estrella declinó, y en el presente es recordado esencialmente por su ópera Fausto y su famosísimo Ave María (inspirada en el primer preludio del Clave bien temperado de J. S. Bach). Los “Nuevos Jóvenes”, llamados accidentalmente “Grupo de los Seis”, se rebelaban contra el impresionismo y el wagnerismo, aunque cada uno de ellos era muy diferente. En este concierto se han elegido obras de Gounod, Poulenc y Milhaud (aunque no en este orden cronológico de nacimiento), que no son las más conocidas suyas, pero de indudable atractivo, que, además, contribuye a ampliar gratamente el repertorio auditivo de los oyentes. No es ese el caso de la Sinfonía núm. 1 de Prokofieff, una de las obras más populares y accesibles de su autor, que pone el broche final al programa de hoy.


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Darius Milhaud (Marsella, 1892–Ginebra, 1974),

tiene, en el conjunto de su producción, dos características fundamentales: la politonalidad y el uso de patrones rítmicos derivados del jazz. El origen de Saudades do Brasil, op. 67 (o 67b) lo encontramos en su estancia en Río de Janeiro (en ese tiempo capital de la nación) entre 1916 y 1918, como secretario de Paul Claudel, entonces embajador. Esta obra, escrita para piano en 1920–1921 como una serie de 12 breves piezas de danza, precedidas de una Obertura, fue orquestada por el propio compositor en 1923. Los títulos de las 12 piezas son (en cursivas las que se interpretan hoy, en redondillas las que se omiten): Sorocaba, Botafogo, Leme, Copacabana, Ipanema, Gávea, Corcovado, Tijuca, Sumaré, Paineras, Laranjeiras, Paysandú, corresponden a los nombres de distintos barrios y lugares de Río de Janeiro (por cierto, quien conozca Río sabe que, sorprendentemente, se entremezclan los barrios residenciales con las favelas, asentamientos irregulares y humildes, de modo que, en muchas ocasiones, los límites son poco claros. Hay aproximadamente 750 favelas, de variadísima extensión: unas, enormes; y otras mínimas). Limitándonos a las que oiremos en esta velada: La Obertura tiene una duración (en todos los casos que siguen, aproximada) de 48 s. La Rua Sorocaba (1 min 35 s) es una calle del barrio de Botafogo; Botafogo (1 min 50 s), un barrio de clase media del sur de la ciudad; Leme (2 min 39 s), otro barrio de la zona sur, cercano a la playa que sigue: Copacabana (2 min 39 s, igual duración), mundialmente famosa, situada en el barrio del mismo nombre, el más conocido de Río; Ipanema (1 min 59 s), el barrio más lujoso de la ciudad, con la playa, también célebre, llamada del mismo modo; Laranjeiras (1 min 6 s), barrio residencial de clase media alta, una de las vecindades más antiguas de la ciudad (siglo XVII); y la Rua Paysandú (2 min), entre los barrios de Laranjeiras y Flamengo (y la playa de este nombre), que recuerda a Paysandú, importante ciudad (75.000 habitantes) de Uruguay, sitiada en tres ocasiones por portugueses y brasileños, y resistiendo heroicamente las tres veces (en una ocasión fue totalmente destruida). El Hotel Paysandú, en esa calle, es uno de los más conocidos de Río. Musicalmente, la palabra portuguesa “saudades” ya revela la intención del autor: “Recuerdos nostálgicos de Brasil”. En su


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estancia hasta 1918, Milhaud frecuenta la ciudad y queda preso de su encanto; ¿se usa a veces, algún elemento del folclore? No se puede decir, propiamente, que haya sido utilizado, sino recreado para sugerir los perfumes y la exuberancia de un país del que sólo un extranjero podría maravillarse hasta ese extremo, en la tradición del “folclore imaginario”, y que deja percibir la íntima conexión entre la naturaleza profunda del autor y la de este amado Brasil. Por eso, “las piezas se suceden sin que se rompa ese secreto hilo de Ariadna” (F. R. Tranchefort). Constituyen un conjunto de variaciones de los ritmos de samba y de maxixe (tipo de “tango brasileño” que se baila en pareja), alternando un tiempo lento, otro rápido, lento, rápido... La escritura politonal de Milhaud enriquece considerablemente la expresión melódica, sustrayéndola de la banalidad. Sorocaba, rítmica y sincopada, pero en un tempo moderado; Botafogo, “dulcemente”; Leme, “con comodidad”; entre las hoy programadas, hay que destacar las sutiles instrumentaciones de Ipanema (dedicada a Arhur Rubinstein en su versión pianística original) o Laranjeiras (a Audrey Pann, ibídem); aunque se debe insistir sobre el excepcional logro de la última, Paysandú (para Paul Claudel, ib.) , en la que un canto puro, expresivo, se desliza sobre largos intervalos y desemboca en una intensa emoción.

Francis Poulenc (París, 1899–París, 1963), también miembro del grupo francés Les Six, compuso música de todos los grandes géneros (ópera, música de ballet, música orquestal, de cámara y piano, oratorio, canción artística...). Destacado pianista, realizó diversas grabaciones. Sus últimas obras fueron una serie de piezas para instrumentos de viento y piano. En esta ocasión escucharemos su Concierto para órgano, orquesta de cuerdas y timbales, en Sol menor. Encargado en 1937 por la princesa de Polignac, a quien fue dedicado, se terminó en agosto de 1938; aunque puede ser que su origen se remonte a 1936, ya que es probable que su concepción preceda a la de las Letanías a Virgen Negra, primera obra “religiosa” del compositor. “No se


Charles Gounod, en un dibujo de Ingres de 1841


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trata, precisa Poulenc, de un concerto da chiesa, pero, al limitar mi orquesta a las cuerdas y a tres timbales, he procurado posibilitar su ejecución en un templo”. Estrenado en la Sala Gaveau de París el 21 de junio de 1939, con el ilustre Maurice Duruflé al órgano, se propagó con éxito en el extranjero, sobre todo en los EE.UU. de América, aunque posteriormente no ha conocido la audiencia que merece. Concebida en el espíritu del estilo “barroco”, la obra se interpreta sin interrupción, aunque tiene muchas partes contrastantes, unidas por su parentesco temático. El comienzo es un Andante de una hermosa gravedad: el motivo de entrada del órgano parece emparentado directamente con la Fantasía en Sol menor, BWV 542, de J. S. Bach. Siguen un Allegro giocoso en dos motivos, un Andante moderato de textura transparente, un breve Allegro febril, un pasaje “muy calmo y lento”, tras la repetición del motivo inicial del órgano, en un clima de una serenidad grandiosa, la obra concluye con un último recuerdo del Andante introductorio. No nos resistimos a repetir las magistrales palabras de Henri Hell: este concierto “parece fluir de un tirón; con el capricho de una aparente libertad y de un rigor secreto, traza líneas sonoras que brillan, corren, se suavizan, esparcen belleza, para finalmente perderse en una atmósfera de paz inmaterial”. Y en cuanto a la parte solista: “se ponen en juego todos los recursos del órgano, toda la extensión de su registro sonoro, permitiendo al organista mostrar el más completo virtuosismo, la máxima fuerza y una extremada delicadeza...”. No hay duda de que esta obra es de lo mejor de su autor.

Ya nos hemos referido a Charles Gounod (París, 1818–Saint Clouds, Hauts–de–Seine, 1893). Compuso óperas, oratorios, música de cámara y orquestal. Escribió tres sinfonías: precisamente la tercera es la Petite symphonie, para nueve instrumentos de viento (flauta, 2 clarinetes, 2 oboes, 2 trompas y 2 fagotes), por lo que debe incluirse


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en el apartado de cámara, más que en el orquestal. Le fue encargada por el entonces famoso flautista Paul Taffanel, profesor del Conservatorio de París, para conjunto de viento; Gounod se recreó en la flauta, en honor de Taffanel y de sus interpretaciones de las serenatas de viento de Mozart. Con unos 20 minutos de duración, fue estrenada en París en 1885. Se trata de una música elegante, delicada y dulce. Consta de cuatro movimientos: I. Adagio et Allegretto se presenta como una coral expansiva, en la que los diversos timbres de los vientos se combinan con gran riqueza: el Adagio es una lenta introducción de aire haydniano, y el Allegretto sigue la forma de sonata; II. Andante cantabile: es el centro emocional de toda la obra, y se desarrolla como un aria de ópera para flauta solista. III. Scherzo, donde se muestra un mundo de alegre despreocupación, sobre un tema de caza. IV. Un animado Finale cierra esta admirable joyita.

Termina el concierto con la más popular pieza del programa: la Sinfonía núm. 1, en Re mayor, op. 25 “Clásica”, de Sergei Prokofieff (Sontsovka, hoy Krásnoye, Ucrania, 1891–Nikolina Gora, cerca de Moscú, el 5 de marzo de 1953 —el mismo día, como es sabido, de la muerte de Stalin, con lo que su fallecimiento pasó desapercibido entonces en la URSS—). Vivió en EE.UU. y Europa Occidental desde 1918; en 1927, comienza a reanudar los contactos con la URSS, adonde se traslada definitivamente en 1936. La Sinfonía “Clásica” (así llamada por el propio autor, dado que fue compuesta en un estilo que, según él, es el que hubiera usado Haydn si estuviera vivo en esa época) escrita en 1917, fue estrenada el 21 de abril de 1918 en Petrogrado (antes San Petersburgo, después Leningrado y, hoy, de nuevo, San Petersburgo) bajo la dirección del mismo Prokofieff. La obra, de unos 15 minutos de duración, conserva el efectivo instrumental del siglo XVIII (vientos–madera, trompas y trompetas por 2, timbales y las


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cuerdas). Cuatro movimientos. I. Allegro con brio: en su vitalidad exuberante y su sobreabundancia sonora se reconoce el sello vivaz de su autor; lo mismo que en ciertas superposiciones armónicas que atestiguan que se trata de un compositor del siglo XX. Acaba con grandes intervalos picados de los violines y un acompañamiento stacatto del fagot. II. Larghetto: a pesar de esta indicación, su garbo y su ritmo en tres tiempos lo emparentan intensamente con un minueto. El tema, en el agudo del violín, efectúa un descenso ligero y gracioso, con algunos efectos de “reverencias cortesanas”. Termina con la “alianza” del fagot y de todas las cuerdas en pizzicato. III. Gavotte: es el movimiento que ha conquistado mayor celebridad. La gavota (danza popular francesa) atrae a Prokofieff por su nitidez rítmica (este movimiento fue compuesto en 1916, antes que el resto de la sinfonía). Muy breve, tiene la forma ABA usual, con la parte central encomendada a las maderas sobre acordes de quinta de las cuerdas. Esta gavota será repetida, ligeramente desarrollada, en el ballet Romeo y Julieta. IV. Final: de forma rondó–sonata (con repetición de la exposición), presenta la misma efervescencia que el primer movimiento. Después de un primer tema de las cuerdas, marcado por los timbales, y un segundo de las maderas sobre fondo de “bajo de Alberti” (procedimiento de acompañamiento propio del período clásico, especie de acorde arpegiado cuya secuencia es nota baja–nota alta–nota intermedia–nota alta, cada duración con el mismo valor), el tercer tema (primero la flauta, luego los violines) muestra la idea melódica dominante; en él se reconoce un cierto espíritu popular ruso. Lo dicho: una delicia de concierto.

JOSÉ LUIS LÓPEZ LÓPEZ


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JUAN DE LA RUBIA Juan de la Rubia, nacido en Valencia en 1982, es uno de los organistas más galardonados de su generación. Se inicia en la música con su padre y con Ricardo Pitarch. Posteriormente se forma como organista, pianista y clavecinista en Valencia y Barcelona, perfeccionando sus estudios de órgano e improvisación en la Universität der Künste de Berlín y en el Conservatoire National de Toulouse, consiguiendo hasta cinco Premios Extraordinarios en diferentes especialidades. Se forma con Óscar Candendo, Wolfgang Seifen, Michel Bouvard y Montserrat Torrent. Igualmente ha recibido clases magistrales de Daniel Roth, Bernhard Haas, Enrico Viccardi, Wolfgang Zerer, Olivier Latry y Ton Koopman. Después de obtener el Primer Premio Nacional de Órgano en el Concurso Permanente de Juventudes Musicales de España, inicia su actividad como concertista solista en las más importantes salas y ciclos españoles, así como conciertos en el extranjero (Andorra, Alemania, Eslovenia, Bélgica, Filipinas, Francia, Guinea Ecuatorial, Hungría, Italia, Palestina, Portugal, República Checa, Rusia...). Ha ganado también los premios Andrés Segovia–J. M. Ruiz Morales (Santiago de Compostela, 2002), Premio Euterpe (Valencia, 2003), Primer Premio de la Real Academia de Bellas Artes de Granada (2004) y el premio “Primer Palau” del Palau de la Música Catalana (Barcelona, 2004). Músico versátil, centra su actividad en la música antigua como solista y como miembro de diversas agrupaciones, entre las cuales figura el Ensemble Meridien, así como también en el repertorio para órgano desde el siglo XVI hasta la musica contemporánea y la improvisación, habiendo estrenado obras en el Palau de la Música Catalana, Catedral de León, Catedral de San Sebastián y en el Festival de Música Contemporánea Ensems, de Valencia. Igualmente ha tocado con diferentes orquestas y coros como el Grup Instrumental de Valencia, Coro de RTVE, Coro y Orquesta de la Generalitat Valenciana, Orquesta de Valencia, Camerata de Madrid, Orquesta Nacional de Cámara de Andorra, Real Filarmonía de Galicia, Kammerorchester Carl Phillip Emanuel Bach de Berlín y JONC —Joven Orquesta Nacional de Cataluña—, con los directores Lorin Maazel, Fréderic Chaslin, Yaron Traub, Salvador Mas, Maximino Zumalave, etc. Sus actuaciones han sido retransmitidas por Radio Clásica, France Musique, Catalunya Música y RTV Slovenia, y ha realizado cinco grabaciones discográficas como solista. Desde 2005 es profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña, desde donde compagina su labor docente con la concertística, y es organista de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.


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SALVADOR MAS Nacido en Barcelona, se formó musicalmente en su ciudad, en la Escolanía de Montserrat y en el Conservatorio Superior de Música. Simultáneamente cursó estudios de filología románica en la Universidad Autónoma de Barcelona. Becado por la Fundación Juan March y el Ministerio de Ciencia e Investigación austríaco, cursó dirección orquestal y coral con Hans Swarowsky, Karl Österreicher, Otmar Suitner y Günter Theuring en la Escuela Superior de Música y Arte Dramático de Viena, donde se graduó con las máximas calificaciones. Realizó también estudios en Salzburgo con Bruno Maderna y con Franco Ferrara en Siena. Galardonado por la Fundación Española de la Vocación, por el Ministerio de Ciencia e Investigación austríaco y en el Segundo Concurso Internacional Hans Swarowsky de Directores de Orquesta (Viena), Salvador Mas inició su carrera profesional en la Ópera de Maguncia, fue nombrado director de la Orquesta Ciudad de Barcelona, principal director invitado de la misma y posteriormente director del Orfeó Català. Asimismo, tuvo también a su cargo como profesor extraordinario la clase de Dirección de Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Barcelona. Desde 1999 dirige en Viena la clase de Dirección de Orquesta de los Wiener Meisterkurse. Entre los años 2005 a 2009 dirigió la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMuC). Además de dirigir las principales orquestas españolas, ha sido también invitado con regularidad en Austria, Bélgica, Canadá, Israel, Japón, México, Polonia y, periódicamente, por las orquestas de la Radio de Berlín, Leipzig y Saarbrücken, así como la Orquesta Filarmónica de Múnich. Ha sido director de la Orquesta Filarmónica de Wüttemberg, en Reutlingen (Alemania), de la Orquesta Sinfónica de Limburgo, en Maastricht (Países Bajos), y director titular de la Orquesta Sinfónica y del Coro de Düsseldorf (Alemania) y de la Orquesta de Cámara de Israel. Ha sido director titular y artístico de la Orquesta Ciudad de Granada durante las últimas cuatro temporadas.



ANDREA MARCON director artístico

Concertino Yorrick Troman Violines primeros Peter Biely Atsuko Neriishi Isabel Mellado Andreas Theinert Sei Morishima Julijana Pejcic Javier Gregori Annika Berscheid Piotr Wegner Violines segundos Alexis Aguado Marc Paquin Joachim Kopyto Milos Radojicic Israel de França Wendy Waggoner Berj Papazian Edmon Levon Violas Hanna Nisonen Alejandro Garrido Krasimir Dechev Josias Caetano Donald Lyons Andrzej Skrobiszewsky Mónica López Violoncellos Arnaud Dupont Kathleen Balfe J. Ignacio Perbech Matthias Stern Ruth Engelbrecht Philip Melcher

Contrabajos Frano Kakarigi Gunter Vogl Xavier Astor Stephan Buck Flautas Juan C. Chornet Bérengère Michot Oboes Eduardo Martínez José A. Masmano Clarinetes José L. Estellés Carlos Gil Fagotes Santiago Ríos Alberto Velasco Trompas Óscar Sala Carlos Casero Trompetas Esteban Batallán Manuel Moreno

Gerencia José Luis Jiménez Mª Ángeles Casasbuenas

(secretaria de dirección)

Programación Pilar García Comunicación Pedro Consuegra Beatriz González Administración Maite Carrasco Mª Angustias Orantes Arantxa Moles Producción Juan C. Cantudo Jesús Hernández Michel Ayotte Juande Marfil Antonio Mateos Gabriel Pozo Educación María A. Jiménez

Trombón Francisco Rosario José M. Barquero Timbal / Percusión Jaume Esteve Noelia Arco

La Orquesta Ciudad de Granada es miembro de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS) y miembro fundador de ROCE (Red de Organizadores de Conciertos Educativos)


PróximOS CONCIERTOS Auditorio Manuel de Falla

sábado 20 octubre 2012, 20.30 horas

SERIE I Orquestas invitadas (1) ORQUESTA SINFÓNICA ESTATAL DE ESTAMBUL ENDER SAKPINAR director

viernes 26 octubre 2012, 20.30 horas Auditorio Manuel de Falla, 20.30 horas

SERIE A (2) Joseph HAYDN

Sinfonía núm. 26 en Do menor, “Lamentatione”, Hob.I/26

Benjamin BRITTEN

Les illuminations, para soprano y cuerdas

Joseph HAYDN El otoño, obertura (de Las estaciones) Auf Starken Fittiche (aria para soprano de La creación) El invierno, obertura (de Las estaciones) Sinfonía núm. 100 en Sol mayor, “Militar”, Hob.1/100 Sian Winstanley soprano HARRY CHRISTOPHERS director



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