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* JOSEMA AZPEITIA
LOCALES CON ENCANTO
PORTUETXE:
ESPLENDOR ENTRE EL CEMENTO
Con más de 400 años de antigüedad, 35 de los cuales los ha pasado cobijando un emblemático y prestigioso asador, el caserío Portuetxe es uno de los edificios más representativos de Donostia, un icono mundialmente conocido que recuerda, en cierto modo, a las catedrales e iglesias de Manhattan que tras haber sido rodeadas por los rascacielos, hoy en día se reflejan en las cristaleras de estos. De la misma manera, cuando en 1982 Josetxo Perurena y Javier Bereciartua, conocidos pelotaris, deciden hacerse con Portuetxe y convertirlo en un asador de alta gama, el caserío se encontraba en las afueras de la ciudad, en un paraje al borde del río al que se accedía siguiendo una carretera mal asfaltada, un bucólico rincón en el que el tiempo se detenía y en cuya terraza reinaba la paz. Todo esto cambió durante la primera década del siglo XXI. Los contornos de Portuetxe se poblaron de altos edificios de oficinas y lo que habían sido frondosos bosques se convirtió en una selva de hormigón, eso sí, respetando el histórico caserío, su jardín y su aparcamiento, de manera que a día de hoy, aunque los garajes, las oficinas y los centros de padel rodean Portuetxe, la terraza de este restaurante, que cuenta incluso con una mesa “escondida” entre la vegetación y unas parrillas exteriores en las que se asan pescados de temporada de cara al público, sigue siendo un remanso de paz al que apenas llega el jaleo y el ajetreo que imperan en sus proximidades. Y si el exterior de esta gran casa, que en su día cobijó las dependencias de la Autoridad Portuaria local, resulta un lugar tranquilo y discreto, qué decir sobre su precioso comedor interior, un espacio cálido y acogedor decorado con tonos azules en el que sobresalen las hermosas kupelas, ya en desuso, que dan a la sala una apariencia de sidrería clásica, aunque los elegantes manteles y la cubertería dejan bien claro que no nos encontramos en una sagardotegi. El producto es el rey de la carta de Portuetxe, en la que siempre encontraremos las últimas novedades de la huerta y los pescados más frescos. En nuestro caso, optamos por arrancar con unos cogollos de Tudela con antxoas que resultan una auténtica delicia, tanto por la calidad de las antxoas que los acompañan como por el atinado aliñado. Continuamos con un revuelto de kokotxas que resulta un prodigio de jugosidad y sabor, al igual que la sopa de pescado que sigue, una sopa de intenso sabor y cremosa textura que se acerca más a una crema de marisco que a una sopa de pescado al uso. En cualquier caso, una auténtica delicia que prepara nuestras papilas para el Lenguado a la parrilla perfectamente asado que elegimos como plato principal y que nos es limpiado y servido en la propia mesa, un detalle que no se ofrece en todos los establecimientos y que siempre se agradece. Un sorbete al Cava y una pantxineta casera suponen el colofón a una opípara comida en este restaurante al que deseamos volver para probar otras sonadas especialidades de su carta como el revuelto de hongos, los txipirones Pelayo, los Mariscos recién pescados o la Chuleta de buey a la parrilla. Poderosas razones para regresar, sin duda!
> ASADOR PORTUETXE ERRETEGIA PORTUETXE, 43 (IGARA). TF. 943 21 50 18 DONOSTIA. WWW.ASADORPORTUETXE.COM # donostiaisia/271> 22