Tembo & Achija
Hagamos un pacto
KENDRA PETERR
UNICEF es la sigla de United Nations International Children’s Emergency Fund (Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia, en castellano). Esta organización se dedica a cubrir las necesidades de los niños con programas para proveer comida, educación y atención sanitaria. UNICEF intenta velar por el cumplimiento de la Declaración de los Derechos del Niño respaldada por la ONU en 1924. Actualmente trabaja en 190 países y territorios para salvar vidas, defender sus derechos y ayudarles a alcanzar su potencial, desde la primera infancia hasta la adolescencia. "Educación e Igualdad. La escolarización y educación son un derecho fundamental por lo que luchamos en todo momento para conseguir que en cualquier parte del planeta los niños disfruten de las mismas, que sean una realidad. Nunca nos rendimos". Descubra el trabajo de UNICEF para cada niño, en todas partes.
HAGAMOS UN PACTO Los derechos de traducción y reproducción están reservados en todos los países. Queda prohibida cualquier reproducción, completa o parcial, de esta obra. Cualquier copia o reproducción mediante el procedimiento que sea constituye un delito sujeto a penas previstas por la ley de la Propiedad Intelectual. ©2018 ARTEAM COMPANY Calle San Lorenzo 29 Urb. Magisterio Sur Andrés Ibañez 10260 Santa Cruz de la Sierra, Bolivia www,arteamcompany.com Impreso en Bolivia Printed in Bolivia Autor: Kendra Peña Terrazas Diseño gráfico: Kendra Peña Terrazas Derechos de imagen: UNICEF® Cuento de edición boliviana PRIMERA EDICIÓN PRIMERA IMPRESIÓN Se terminó de imprimir el 18 de diciembre de 2018 en UNIFRANZ EDITORIAL, Av. Busch y 26 de Febrero.
Para Aaron y Alessia. Gracias por enseĂąarnos que todas las indiferencias tienen consecuencias. Los extraĂąo siempre..
Tembo & Achija Hagamos un pacto KENDRA PETERR
En África hay un pequeño elefante, se llama Tembo y le gusta mucho bañarse, dice que así se siente limpito y muy elegante.
Achija es su amiga, una laaaaaarga jirafa con problemas de equilibrio; aunque ella es muy divertida, a veces desearía hacer mucho menos lío.
Tembo y Achija han viajado por muchos días con toda su familia, cambiaron de comunidad porque se quedaron sin comida. El sol se ha ocultado pero a éstos dos todavía les queda energía, - ¡A dormir ya! - refunfuñaron las mamás y empezaba la retada tupida.
Al día siguiente, Tembo y Achija partieron a la escuela muy temprano, la maestra Zhebra los recibió y muy contenta los presentó al alumnado. Aquí aparecieron los problemas, lo que debió ser un gran día se convirtió en una gran pesadilla, pues aunque había muchos animales, la mayoría eran de tamaño similar al de las ardillas.
¡El lunes mejor no vuelvan! - les gritó un conejo malhumorado. ¡Achija es tan alta y encima no deja de temblar, se mueve demasiado y así yo no puedo ver nada! Y las orejotas de Tembo no es su peor problema, su nariz es una grandota trompa, escucharlo respirar me ha distraído, por eso toda la clase me la pasé muy confundido...
Renegando se fueron a sus casas todos los conejos y otros animales más pequeños. Tembo solamente se puso triste cuando Connie murmuró: Mañana es mi cumpleaños, pero mejor no los invito.
Achija y Tembo regresaron a sus casas muy, muy tristes. Ésta vez no jugaron en el camino. Sin embargo Achija es tan ocurrente que tuvo una idea genial, y llegando a casa se dispusieron a crear un disfraz sin igual. Entre risas se escuchaba: ¡Pasaremos desapercibidos! ¡Nadie nos reconocerá!
El sábado por la mañana ellos hicieron la tarea porque por la tarde tenían una fiesta, aunque sabemos que son animales, Achija y Tembo son muy responsables. Salieron disparando cuando se dieron cuenta del horario, y casi se olvidan de lo acordado. Al llegar a casa de Connie, quien por cierto estaba preciosa, de pronto paró la música, todos miraron sorprendidos a estos desconocidos, ¡traían puestas orejas de cartulina, y fueron la burla de toda la colina!
El Señor Orejas que estaba observando, notó que Achija y Tembo sólo querían hacer amigos, entonces intervino y llegó hasta ellos atravesando la pista de baile de un solo salto. Connie... -le dijo a su hija-, esta no es manera de tratar a los invitados. Y ustedes, acaso no han pensado, -seguía diciendo muy calmado-, qué grandes amigos están perdiendo. Justo en ese momento empezó a caer la lluvia, para Achija y Tembo eran solamente una gotitas, pero en el mundo del Señor Orejas, se avecinaba una tormenta.
Rápidamente Tembo levantó sus enormes orejas, de un inminente catarro logró salvar a los amigos de Connie. Achija como era ingeniosa, de hojas de árboles hizo un refugio, en ese instante los conejos entendieron al Sr. Orejas.
Pasó la lluvia y los invitados estaban muy apenados, pero Connie dijo: ¡hagamos un pacto! de ahora en adelante no juzgaremos a nadie por sus apariencias; y en señal de acuerdo todos saltaron en un solo acto.
De ese día queda el recuerdo de un banquete inolvidable. Cuando pasó el aguacero sencillamente rieron y todos agradecieron. Al final de todo tan diferentes no eran, comían y bailaban al mismo ritmo en aquella fiesta.
Nadie debería tener un disfraz para ser aceptado, Tembo y Achija esto nos han enseñado.
Cada niĂąo y niĂąa tiene derecho a tener una nacionalidad. El respeto por la diversidad cultural nos hace mejores humanos.
Hagamos un pacto
Gracias a dos grandes amigos, este cuento nos ayudará a reflexionar sobre aquellos juegos infantiles que suelen denominarse "inocentes" y a entenderlos como una expresión del carácter y la educación de los infantes en edad pre-escolar, además del 'cómo' dichos comportamientos pueden afectar y ser afectados por su entorno y relación con otros niños (y adultos). Tembo y Achija nos enseñan que cuando miramos de cerca, las diferencias desaparecen.
