RAP Capitulo 7

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Los métodos de Rama Introducción El Método Scout El propósito del esta herramienta 7 del RAP es permitir la elaboración de los métodos que los responsables de unidad utilizarán en cada rama para animar el grupo de jóvenes y conducir las actividades. Los métodos de rama deben estar elaborados en referencia al método scout fundamental. El método Scout es el “cómo” del programa Scout. En términos generales se define cómo los propósitos, principios y objetivos educativos del Movimiento Scout deben ponerse en práctica en cada rama. La Constitución de la Organización Mundial del Movimiento Scout (capítulo I, artículo III) define al método Scout como: ... un sistema de auto-educación progresiva a través de: •

Una promesa y una ley.

Aprender haciendo.

Membresía de pequeños grupos (por ejemplo la patrulla), participación, bajo guía adulta, descubrimiento progresivo y aceptación de responsabilidad y formación hacia un auto-gobierno dirigido hacia el desarrollo del carácter, y la adquisición de competencia, la confianza en sí mismos, el sentido del servicio y la actitud tanto de cooperar como de liderar.

Programas progresivos y estimulantes de actividades variadas basadas en los intereses de los participantes, incluyendo juegos, conocimientos útiles, y servicios a la comunidad, teniendo lugar en gran parte en un entorno al aire libre en contacto con la naturaleza.

Esta definición, muy completa, que tiene la sobriedad de los textos jurídicos. Merece algunas explicaciones.

Conceptos Para realizar adecuadamente nuestro trabajo, es indispensable comprender bien los diferentes elementos del Método Scout. Una promesa y una ley La promesa y la ley se presentan como el primero de estos elementos fundamentales. De hecho, muchos extraños no entienden realmente este elemento del método Scout y lo perciben como críptico. El párrafo 2 del artículo II de la Constitución de la OMMS (adhesión a una promesa y una ley) aporta las siguientes precisiones: Todos los miembros del Movimiento Scout están obligados a respetar una Promesa y una Ley Scout que refleja, en lenguaje apropiado a la cultura y civilización de cada Organización Scout Nacional y aprobada por la Organización Mundial, los principios del Deber para con Dios, el Deber para con los demás y el Deber para con uno mismo, e inspiradas en la Promesa y la Ley concebidas por el Fundador del Movimiento Scout en los siguientes términos:... La promesa y la ley original propuesta por Baden-Powell se citan como una referencia histórica. El Deber para con Dios, el deber para con los demás y el deber para con uno mismo son los tres principios fundamentales del Movimiento. La promesa es un compromiso solemne (Por mi honor prometo hacer todo lo posible para...), considerando que la ley establece los principios y las propósitos del Movimiento Scout en la forma de una especie de código de vida (el honor de

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un Scout debe ser confiable; un Scout es leal; el deber de un Scout es ser útil y ayudar a los demás; etc.). De esta forma, el método Scout, comienza por solicitar a cada joven que quiere ser miembro del Movimiento a adherir personalmente a un código de vida basado en los principios del Movimiento Scout. El Movimiento Scout considera que los principios y objetivos de la educación no deben seguir siendo un asunto de los adultos, sino más bien debe ser propuesto directamente a los jóvenes, en un lenguaje que apela a ellos, para solicitarles asumir responsabilidad por su propio desarrollo. Para que el Movimiento Scout permanezca como un sistema de auto-educación, en el que los niños y jóvenes son responsables de su propio desarrollo, las metas educativas del Movimiento tienen que ser enfocadas directamente hacia ellos (este es el objetivo de la ley), y ellos deben tomar un compromiso personal a hacer su mejor esfuerzo para alcanzar dichos objetivos (esta es la función de la promesa). Esto requiere que la promesa y la ley sean formuladas en términos comprensibles, en otras palabras, adaptadas a la cultura y edad de los jóvenes para quienes están destinadas. La promesa y la ley no son pruebas sagradas que se han revelado una vez y para siempre, que se enmarcan o cuelgan en una pared y se olvidan. Son herramientas que deben adaptarse y perfeccionarse para hacer lo que se espera de ellas. Es por esto que la Constitución Mundial sabiamente deja a cada organización nacional formular la ley y la promesa en términos que son apropiados para los jóvenes de su país. Es, por lo tanto, permisible e incluso recomendable tener un texto diferente para cada país, e incluso para cada grupo de edad, de modo de expresar de manera apropiada y comprensible las finalidades del Movimiento Scout La coherencia de estos textos con los propósitos y principios del Movimiento es verificada por el Comité de Constitución de la Organización Mundial.

Aprender haciendo Baden-Powell propuso el modelo Scout a los jóvenes porque, como los pioneros del Lejano Oeste o los exploradores, la palabra “Scout” es sinónimo de acción y aventura. El Movimiento Scout no está basado en una serie de lecciones y exámenes. Para alcanzar un objetivo educativo, un dirigente Scout no comienza dando una lección; él o ella propone una actividad a los jóvenes que les permite descubrir y realmente poner en práctica las cualidades, actitudes, capacidades y conocimientos que el dirigente quiere ayudarles a adquirir. Si hay comentarios que hacer o lecciones que aprender, esto ocurrirá después, no antes, de la actividad. Un joven de hecho comprenderá más fácilmente que se le dice si ello puede estar relacionado con una experiencia que él o ella ha vivido.

Una vida en pequeños grupos, el sistema de equipos El Movimiento Scout reúne a los muchachos en pandillas de fraternidad que es su organización natural ya sea para juegos, travesuras, o haraganería. (Guía para el Dirigente Scout) Según Baden-Powell, si tienes una voz fuerte, puedes instruir a cualquier número de jóvenes, pero si realmente quieres educarlos (es decir, no imponerles una formación superficial, sino permitirles construir su carácter desde adentro) sólo puedes apoyar un pequeño número por vez. En los métodos tradicionales de enseñanza, una clase de una escuela es un gran grupo desorganizado, sin estructura intermedia entre el maestro y el grupo. En contraste, una unidad scout está organizado en varios equipos (patrullas o seisenas) de 6 a 8 jóvenes. El objetivo principal de esta estructura es aumentar la interacción y las oportunidades de cooperación entre los jóvenes. Contrariamente a la opinión popular, cuanto mayor es un grupo, habrá menos oportunidades de interacción y cooperación. Finalmente, cada uno se siente aislado y amenazado en una multitud.

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Esto es fácilmente demostrable dando el ejemplo de una experiencia común tal como una comida en grupo. Si deseas organizar una comida especial con un grupo de amigos o familiares, puedes decidir tener la comida alrededor de una gran mesa, para demostrar el espíritu de familia que los une. El resultado será exactamente lo contrario a lo que tú deseas. De hecho, debido a la medida de la mesa, los comensales sólo serán capaces de conversar con sus dos vecinos inmediatos. Sin embargo, si por el contrario decides ubicar los comensales alrededor de 3 o 4 pequeñas mesas, podrás paradójicamente darles mayor oportunidad de interacción. En este caso, cada comensal podrá conversar fácilmente con 6 o 7 personas. Una patrulla no es una subdivisión del grupo. Es la estructura base, sobre la que está construido el grupo, y que permite que cada persona participe más plenamente en la vida y el funcionamiento del grupo como un conjunto: hay una participación más activa dentro del pequeño grupo, que dentro del gran grupo, gracias a la interacción entre las patrullas por medio de un sistema de delegación y consejos. Dentro del grupo autónomo que cada patrulla representa, a cada joven se le asigna un rol, una verdadera responsabilidad, que es vital para la vida del pequeño grupo. Cada patrulla tiene pues, por ejemplo, un secretario, un intendente, un socorrista, etc., así como un guía de patrulla, que no es un adulto sino un joven que es aceptado por los demás como responsable del pequeño grupo. El guía de patrulla no es un autócrata. Él o ella convoca al consejo de patrulla, para dar a todos la oportunidad de participar en el proceso de toma de decisiones y participar plenamente en la vida del grupo. La Unidad en sí misma, que comprende varias patrullas, es dirigida por un consejo integrado por los dirigentes adultos y los diversos guías de patrulla. Es toda esta estructura, la que Baden-Powell llamó el “Sistema de patrullas”, y que él mismo describió como un sistema de auto gobierno. El sistema de patrullas lleva a cada joven a darse cuenta que él tiene alguna responsabilidad individual para el bien de su Patrulla. Lo que lleva a darse cuenta a cada patrulla a tiene una responsabilidad precisa para el bien de la Unidad. (Guía para el Dirigente Scout)

Diagrama 23 – Un sistema de equipo

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El sistema de patrullas no debe asimilarse a un sistema de comando piramidal y autoritario, donde el único papel de los guías de patrulla sería transmitir las órdenes de los adultos a los demás jóvenes (diagrama 22). Esta estructura de tipo militar es diametralmente opuesta a la idea de Baden-Powell. Gracias a este sistema de participación, es posible permitir que los jóvenes descubran y gradualmente acepten responsabilidades y formación hacia un auto-gobierno. Al ejercer responsabilidades reales dentro del grupo, los jóvenes adquieren nuevos conocimientos y desarrollan sus personalidades, de ese modo aprenden a comportarse como miembros activos de una comunidad cuidadosa de servir a los demás y ser capaz de cooperar y liderar. Naturalmente, estos principios básicos tienen que adaptarse a cada rango de edad. El grado de participación de los miembros mayores (Caminantes, Rovers) será mayor que el de los miembros más jóvenes (Scouts y Lobatos).

Adultos que aconseja y acompañan Los adultos no están a cargo de hacer y organizar todo. Ellos son asesores (bajo la orientación adulta), que cuidan de confiar a los jóvenes con responsabilidad. El rol del dirigente adulto es garantizar que los jóvenes tengan las condiciones de seguridad que ellos necesitan, así como los medios para llevar a cabo actividades apasionantes que correspondan a sus intereses. Él o ella es, por supuesto, responsable de garantizar que se logren las metas educativas del Movimiento, y tiene que tratar de ayudar a cada joven a progresar.

Programas progresivos y estimulantes El cuarto elemento clave del método Scout es el desarrollo de programas de actividades progresivos y estimulantes. Ya hemos visto que el Movimiento Scout es educación activa. Las metas educativas del Movimiento se logran mediante actividades. Sin embargo, estas actividades tienen que cumplir ciertos criterios; en primer lugar, tienen que ser estimulantes; luego útiles; finalmente progresivas (RAP Herramienta 6: Actividades y RAP Herramienta 8: Esquema de progresión personal).

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Vida en la naturaleza Las actividades tienen lugar principalmente al aire libre, en contacto con la naturaleza, según la Constitución Mundial. La naturaleza - club, laboratorio y templo - como lo describió BadenPowell, es el marco privilegiado de las actividades Scout. Un entorno natural en primer lugar abre un campo de actividades apasionantes que pueden ser adaptadas a cada rango de edad: caminatas, exploración, observación de flora y fauna, campamentos, etc. Estas son actividades básicas del Movimiento Scout. Vida en la naturaleza es siempre una gran experiencia comunitaria de gran riqueza. Los jóvenes tienen que llevar a cabo juntos todas las tareas vitales para la vida diaria: decidir su ruta, elegir y establecer un lugar de acampe, preparar comidas, protegerse del mal tiempo, etc. Los jóvenes (especialmente los adolescentes) aman el hecho de que las actividades al aire libre y el acampe les dan la oportunidad de crear juntos y experimentar todos los aspectos de una micro-sociedad en su propia escala. Paradójicamente, las actividades en la naturaleza son un extraordinario medio de socialización. En un nivel más profundo, la vida en la naturaleza es, en sí mismo, una manera de descubrir las maravillas de la vida y la creación. Permite a un joven descubrir el lugar del Hombre en el universo y tener acceso a una dimensión espiritual.

Un marco simbólico El marco simbólico es un elemento importante del método Scout que no es mencionado en la Constitución Mundial, al menos no directamente. Con su habitual humor, Baden-Powell explicó claramente porque era necesario un marco simbólico: Si le hubiéramos lo hubiéramos designado por lo que realmente era, es decir, una “Sociedad para la propagación de los valores morales”, los jóvenes no hubieran acudido en masa precisamente. Pero al llamarlo Movimiento Scout y conceder a los chicos la oportunidad de convertirse en scouts o exploradores en potencia, era algo muy diferente. (La Escuela de la Vida, 209) Un marco simbólico se refiere a todos aquellos elementos portadores de un significado, por ejemplo el nombre de una rama (Lobato, Scout, Rover); las marcas de identificación, tales como el uniforme, las insignias, las canciones, los cuentos y las ceremonias. Todos estos elementos ayudan a formar un entorno, una atmósfera, que portan los valores y el propósito del Movimiento, y los hace más accesibles a los jóvenes. El marco simbólico permite a los jóvenes de apropiarse de la propuesta del Movimiento y de ser así sujetos y no objetos del sistema educativo scout. Evidentemente, el marco simbólico es diferente para cada rama, ya que tiene que adaptarse al nivel de comprensión y a los intereses de cada rango de edad. Aunque muchos marcos simbólicos han sido inventados por las asociaciones nacionales y aplicados con éxito, todavía es interesante observar los marcos simbólicos propuestos originalmente por Baden-Powell, y ver cuán estrechamente se corresponden con las tres etapas principales de desarrollo, es decir, niñez, adolescencia y juventud. Nosotros los designaremos por tres personajes claves: Mowgli, Robinson y Ulises.

Mowgli, el niño de la selva, y el Libro de la Selva Baden-Powell encontró la fuerza simbólica de la Rama Menor en el famoso libro de Rudyard Kipling “El Libro de la Selva”, que es una historia maravillosa sobre educación. Su héroe, Mowgli, es un niño “salvaje” que ha sido abandonado por los hombres y adoptado por una manada de lobos. Lo que es tan fascinante es que Kipling basó su historia sobre la leyenda de los “niños lobos” o “niños salvajes”, que es una de las parábolas más extraordinarias y profundas sobre la educación. En la India, así como en algunos países europeos, se contaban historias de niños abandonados o perdidos y adoptados por animales, generalmente lobos (por ejemplo “El niño

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salvaje” de Aveyron adoptado por el pedagogo Itard en el siglo 19). Es ahora bien sabido que estos niños probablemente han sido maltratados y nunca han tenido el beneficio de relaciones positivas con adultos o una educación normal. Observaciones clínicas han demostrado que padecen déficit intelectual y trastornos afectivos irreversibles. Si estos niños han sido criados por lobos, por desgracia debe ser por una de las especies más crueles: lobos de dos patas de la especie humana. Estos casos prueban una cosa: el “pequeño hombre”, como lo llamó Kipling, solo puede crecer y convertirse en un verdadero hombre sí, desde la más tierna edad, se le ha dado suficiente atención y afecto dentro de una relación positiva en la sociedad humana. En la imaginación colectiva de casi todas las sociedades, el lobo es un animal cruel y casi diabólico. También es un animal social que vive y caza en una manada. La sociedad de lobos aparece como una réplica salvaje de la sociedad humana. Los seres humanos proyectan los aspectos oscuros y siniestros de sus propios instintos y los crímenes de su propia sociedad en los lobos: como dice el refrán, “El hombre es un lobo para el propio hombre”. La historia de Mowgli revierte esta tendencia y ofrece a los niños, que comienzan a experimentar una verdadera vida social aproximadamente a los 7-8 años, el marco simbólico necesario para comprender la propuesta del Movimiento Scout adaptado a su edad. Para crecer, los lobatos, como Mowgli, necesitan aprender y aceptar la “ley de la selva” y el proyecto de desarrollo que ella propone, aprender el funcionamiento de la “Manada” como una mini sociedad de tamaño niño con sus propias estructuras (“seisenas”, el “Consejo de la Roca”, etc.) y finalmente experimentar un cierto nivel de “auto-gobierno” con el apoyo de los adultos que también son capaces de unirse en el juego del niño aceptando en adoptar las personalidades de los amigos de Mowgli: “Baloo ”, “Akela”, “Bagheera”, etc. El famoso psicoterapeuta Bruno Bettleheim (autor del Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas) demostró que un lenguaje simbólico es utilizado para retratar el mundo y los personajes de los cuentos de hadas para permitir que un niño explore y domine sus propias angustias y las complejas relaciones afectivas dentro de su propio subconsciente. De manera similar, el Libro de la Selva es un cuento que utiliza el lenguaje simbólico para explicarle a un niño como entrar en la vida social, tomar su lugar dentro de un grupo, desarrollar las relaciones con otros niños y adultos, aprender cosas nuevas y desarrollar su autonomía. El Movimiento Scout usa el Libro de la Selva para explicarles a los niños su propuesta educativa para la Rama Lobatos y Lobeznas, los elementos del método y las estructuras de la Manada.

Robinson Crusoe En Guía para el Jefe Scout Baden-Powell describe el mismo modelo de desarrollo que propone para los jóvenes adolescentes: Por el término “Escultismo” se entiende el trabajo y las cualidades de los hombres de los bosques, los exploradores, los cazadores, los marinos, los aviadores, los pioneros los hombres de las fronteras. Al observar a los adolescentes es posible identificar tres intereses que se expresan con fuerza en esta edad: •

el gusto por la aventura y la exploración;

el deseo de apropiarse de un territorio y acondicionarlo;

el fenómeno de las pandillas

Por supuesto, estos intereses también existen en otras edades, pero ellos ocupan un lugar especial entre las actividades espontáneas de los jóvenes adolescentes. Baden-Powell era consciente de ello, así como numerosos autores que escribieron sobre jóvenes de esta edad. De hecho, los tres temas de la aventura/exploración, del territorio y la pandilla se puede encontrar en un gran número de novelas como Huckleberry Finn de Mark Twain y La Isla del tesoro de Robert-Louis Stevenson. La manera en que las pandillas de adolescentes están organizadas y operan incluyen los mismos elementos: el territorio que han marcado son sus pintadas, un lugar secreto de reunión, la banda con sus ritos y reglas.

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Se puede concluir que estos intereses expresan profundas necesidades psicológicas que son características en este rango de edad. La adolescencia temprana es, de hecho, una edad de rápidos cambios en todos los ámbitos del crecimiento personal (físico, intelectual, social, afectivo, espiritual y de carácter). La estabilidad de finales de la infancia está cuestionada. El joven adolescente siente como si él o ella está en el umbral de un nuevo mundo que será necesario explorar y conquistar a fin de construir su identidad. Esto es emocionante y preocupante para el joven y su familia y amigos. La aventura y la exploración se tornan particularmente importantes. Nada satisface más a los jóvenes de esta edad que enfrentar lo desconocido. Descubriendo y ocupando territorio nuevo, como un ático, una parte de los bosques o un sótano, para hacer una guarida, reflejan la necesidad de construir una propia identidad. Por último, pertenecer a una pandilla le da a cada joven la tranquilidad de que él o ella no está sólo y que otros comparten las mismas angustias y los mismos sueños. En la pandilla, no se cultivan las diferencias, de hecho, se unen porque se asemejan mutuamente. Buscan cualquier cosa que refuerce esta identidad de grupo: un nombre, ritos de iniciación, insignias y ropas similares, un código secreto, etc. El Movimiento Scout fue originalmente hecho para los adolescentes. El indiscutible éxito que ha tenido es debido al hecho que cumple sus profundas aspiraciones e intereses. El modelo “Scout” es sumamente bien adaptado a la dinámica de este rango de edad. ¿Qué joven de 12 a 14 años de edad no ha formado una pequeña “pandilla” de amigos (y de amigas) y estableció un lugar secreto en lo profundo de un bosque? En esta edad, los niños sueñan construir una sociedad humana en pequeña escala en alguna esquina, como hizo Robinson Crusoe en su isla. Ulises En muchas culturas, el final de la adolescencia es la edad de los viajes. Es el momento cuando los jóvenes quieren dejar sus familias por un tiempo para descubrir el mundo. Sienten la necesidad de ampliar su horizonte y ampliar sus conocimientos de las personas y la sociedad. El poeta francés Ronsard describió bien esta motivación con las siguientes palabras:

Feliz quien, como Ulises, ha hecho un largo viaje, igual que aquél que conquistó el vellocino, y ha regresado luego, sabio y lleno de experiencia, para vivir entre su gente el resto de sus días. Pareciera que los jóvenes necesitan ir y ver cómo vive la gente en otro lugar antes de encontrar su propio lugar en la sociedad, como en el mito de Ulises. Baden-Powell, por lo tanto, propuso acertadamente el nombre de Rovers para la rama mayor. Roverismo es el símbolo de la vida por venir, para la que un joven se está preparando: Por Roverismo, no quiero decir un vagabundeo si rumbo, quiero decir encontrar su camino por senderos placenteros con un objetivo definido, y tener una idea de las dificultades y los peligros que probablemente encuentres en la senda. (Baden-Powell, Roverismo hacia el éxito) Para los jóvenes, el Roverismo es también una oportunidad de organizarse entre ellos, de establecer relaciones, compartir sus observaciones, sus descubrimientos y desarrollar su autonomía. Les da la oportunidad de descubrir otras culturas, estilos de vida y ampliar sus horizontes y experiencia del amplio mundo. El Roverismo es una aventura que ya no es simbólica o imaginaria, ya que permite a los jóvenes probar el papel real de adulto por medio del servicio y las actividades de desarrollo comunitario. Establece vínculos de solidaridad más allá de las barreras sociales, culturales, nacionales o étnicas y alienta la integración social y profesional. Es una aventura en el corazón de la vida real, la ruta de la vida. La vida es corta; parte de ella es desperdiciada por personas que se dejan llevar por una vida vegetativa. Un poco de vagancia a través de este mundo magnífico, mientras se encuentran, les dará esta abertura de espíritu y esta disposición amigable que desarrollará el alma de las personas y la buena voluntad y la paz en el mundo. (Baden-Powell, Aventuras Africanas)

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Es evidente que el marco simbólico no es un elemento insignificante o de pura imaginación del método Scout. Con el fin de que sea significativo, en otras palabras para transmitir la propuesta educativa del Movimiento, tiene que corresponder a las necesidades de los jóvenes profundamente arraigadas en cada edad y despertar su interés y entusiasmo.

Un método natural El Movimiento Scout llega hoy en día a más de 25 millones de jóvenes. Se estima que, desde su creación ha contribuido a la educación de más de 250 millones de personas. La durabilidad y la expansión del método Scout en el mundo, dentro de sus muy diferentes ambientes culturales y sociales, es prueba de su pertinencia. El método Scout es fácil de aplicar y generalmente eficaz porque es sobre todo natural. La mayoría de los elementos que lo componen son extraídos de la actividad espontáneas de los jóvenes: el juego. Baden-Powell escribió: “el juego es el primer gran educador”. También describió al Movimiento Scout como un juego lleno de gozo. Detengámonos a considerar brevemente este concepto de juego y su importancia en la educación. Jugar es definido con frecuencia como una actividad vana sin importancia real. Es vista como lo opuesto al trabajo, que es una actividad seria. Sin embargo, esta cuestión debe examinarse con más profundidad. El juego constituye casi la totalidad de las actividades espontáneas de la infancia. Es sinónimo de libertad y placer. Esto no es, sin embargo, una razón para negar su utilidad. De hecho, todos los especialistas sobre infancia en la actualidad coinciden en la importancia del juego en el desarrollo infantil. Tomemos algunos momentos para examinar brevemente este fenómeno.

Juego de ejercitación Los primeros juegos que aparecen en la infancia (incluso antes del nacimiento) son juegos de ejercicio. El niño parece tener placer de practicar sus capacidades físicas – moviendo sus extremidades, tomando y arrojando un objeto, gateando, caminando, saltando, escalando, etc. Este tipo de juego involucra dos elementos: acción física en un espacio dado. Permite que el niño desarrolle sus habilidades sensoriomotoras y explorar el espacio alrededor de él o ella. El juego de ejercitación ha demostrado ser útil para desarrollar capacidades físicas y coordinación sensoriomotora, dominar el equilibrio y el caminar. Sin embargo, también contribuye al desarrollo intelectual, ayudando a un niño descubrir y entender las secuencias lógicas que hacen a una acción exitosa.

Juego simbólico Entre los 18 meses y los 2 años de edad, el niño aprende a visualizar objetos ausentes y eventos. Él o ella adquiere lo que los psicólogos llaman la función de representación. Él o ella puede usar un objeto como un símbolo de otra cosa, por ejemplo una caja de fósforos por un automóvil. El niño aprende cómo manejar la visualización y los símbolos y, además, adquiere rápidamente el lenguaje. Aparece el juego simbólico, caracterizado por el fenómeno de la representación o la identificación: el niño finge ser otra persona, se pone a él o ella misma en un papel que no es el suyo habitual; él o ella utiliza objetos para representar funciones y situaciones diversas. Por ejemplo, jugando con muñecas o títeres, él o ella explora la relación padre-madre-niño al ser el "papá" o la "mamá" de las muñecas o los títeres. El juego simbólico permite al niño explorar el espacio cultural y la comprensión intuitiva de las relaciones afectivas. Por otra parte, mediante la identificación con un modelo cuyas cualidades el niño desea adquirir, él o ella se motiva para superarse y crecer. El juego simbólico es una parte fundamental del desarrollo afectivo y del carácter (adquisición de autonomía).

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Juego social Alrededor de los 7 a 8 años de edad, el niño aprende cómo cooperar realmente dentro de un grupo, y aparece el juego social. Este se caracteriza por tres elementos fundamentales: la aceptación de las reglas que establecen los deberes y los derechos de los miembros del grupo; la formación de los equipos; la asignación de funciones que permiten que cada miembro contribuya al éxito del conjunto. Todas estas nociones son esenciales para su integración en la sociedad. El juego social es una parte fundamental del desarrollo social. Lejos de ser una actividad vana de ninguna importancia, el juego es, como hemos visto, una actividad que es esencial para el desarrollo del niño. Contribuye al desarrollo físico, intelectual, afectivo y social.

Los elementos del juego Los tres grandes tipos de juego (juego de ejercitación, juego simbólico y juego social) aparecen sucesivamente en el desarrollo del niño y se adicionan unos a otros. En todos los tipos de juego, puede observarse una confrontación entre los dinamismos del individuo con los elementos de su marco vital: confrontación con el entorno físico (juego de ejercitación), confrontación con el entorno cultural y de relación (juego simbólico), y confrontación con el entorno social (juego social). El juego es un factor de aprendizaje y desarrollo porque permite a un niño descubrir su entorno y explorar su capacidad interior. En francés, como en otros idiomas, la palabra “juego” tiene varios significados: por una parte significa distracción, diversión, por otra parte significa “margen de libertad. “Tener juego” significa no estar atascado, sino ser capaz de moverse y tomar iniciativas. A los adolescentes y a los adultos también les gusta “jugar”. Ellos juegan cartas, ajedrez o basquetbol, así como cuando dibujan o pintan un paisaje, trabajan en su auto o interpretan una pieza musical. En este sentido, cualquier actividad que es asumida libremente, y mediante la cual una persona expresa su creatividad, es un juego. En definitiva, cualquier situación en la que una persona tiene que enfrentar algo inesperado, mostrar iniciativa, o satisfacer un desafío, es una situación en la que “hay juego”. Estas situaciones son factores en el aprendizaje y el desarrollo. En contraste, las actividades en las que el individuo no toma ninguna iniciativa, y tiene que repetir los mismos gestos mecánicamente, no comprenden ningún elemento del juego. No favorecen el aprendizaje y el desarrollo.

El juego y la relación educativa El concepto de juego también arroja luz sobre la noción de las relaciones educativas. ¿Qué actitudes y qué tipo de relación debe privilegiar un adulto con los jóvenes a fin de favorecer su desarrollo? La respuesta a esta pregunta es simple. El responsable adulto debería ofrecer el máximo de posibilidades de juego posible, teniendo en cuenta las capacidades del joven. Hay dos formas de restringir el juego y, al hacerlo, limitar las oportunidades para el desarrollo (diagrama 24): • Al bloquear cualquier oportunidad de iniciativa y exploración, ya no hay posibilidad de juego porque todo está determinado de antemano, dentro de un marco rígido. Esta es la actitud de autoritarismo y sobreprotección adoptada por algunos adultos. • El juego también puede ser prohibido al negarse a establecer un marco de trabajo o reglas. No hay ya ningún juego porque ya no hay una confrontación entre la dinámica del individuo y la realidad. Este es un enfoque “laissez-faire”.

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Diagrama 24 – El juego y la ausencia de juego

Elementos del juego y el método Scout Es interesante ver que hay un vínculo definido entre los diferentes elementos del juego, como ellos aparecen sucesivamente, y los elementos del método Scout: 1.

La promesa y ley – el elemento central

2.

Aprender haciendo

3.

Pertenencia a pequeños grupos (equipos y consejos)

4.

La presencia de un adulto que aconseja y guía

5.

Vida en la naturaleza

6.

Adelanto personal

7.

El marco de trabajo simbólico

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Estos elementos interactúan entre ellos. Ellos forman un sistema (diagrama 25). Cada elemento refuerza la efectividad de los otros, y si uno de los elementos no existe, o está usado pobremente, el sistema completo se desestabiliza. El Movimiento Scout es, entonces, un método natural basado en el juego y en la acción espontánea del niño, diseñado para guiarlo/la totalmente hacia el desarrollo de su carácter, gracias a la presencia de adultos quienes juegan el rol de guiar y facilitar. Esto es cercano a la definición del Movimiento Scout propuesta por Baden-Powell en Guía para el dirigente Scout: El Movimiento Scout no es una ciencia a estudiar solemnemente, no es una colección de doctrinas y de textos. No es tampoco un código militar que tiene por propósito entrenar jóvenes en una disciplina militar y reprimir su individualidad y su espíritu de iniciativa. No, es más bien un juego alegre, al aire libre en donde “hombres-niños y los niños pueden ir juntos a la aventura, como hermanos mayores y hermanos menores, desarrollando su salud y su felicidad, su habilidad manual y su disponibilidad de ayudar al prójimo. (The Scouter, enero de 1931) *A lo largo de este documento, nosotros, por conveniencia, nos hemos referido al sistema clásico de tres secciones: “Lobatos”, “Scouts” y “Rovers”. Nosotros, sin embargo, no cuestionamos la decisión de las asociaciones nacionales las cuales han adoptado diferentes secciones de edades y marcos de trabajo simbólicos para tomar en cuenta las características psicosociales específicas y la cultura de su país.

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Cómo Desarrollar los métodos de rama Los métodos de rama no son más que una adaptación de los elementos del Método Scout a las características de cada rango de edad. A partir de los 7 u 8 años de edad, todos los elementos de juego social están presentes. Sin embargo, el juego continúa evolucionando con la edad. Los elementos de juego (acción, identificación, lugar, equipos, roles y reglas) adoptan características diferente a medida que los jóvenes crecen.

Ensanchando los marcos de trabajo Los entornos de vida y juego en un principio limitados a la familia inmediata y al entorno, con los años se ensanchan. La misma evolución toma lugar en el Movimiento Scout. Las actividades, los campamentos se organizan en u radio de acción cada vez más vasto, ofreciendo la oportunidad de contactos y de descubrimientos cada vez mas variados. A la edad Rover, los encuentros internacionales y las actividades de servicio o de solidaridad les permiten a los jóvenes de abrirse a la dimensión intercultural.

De lo imaginario a la realidad La imaginación de un niño pequeño es disparada por la magia de las leyendas. Al final de la niñez y a principios de la adolescencia, las chicas y los chicos fácilmente se identifican con héroes principalmente imaginarios cuyas cualidades y éxito ellos quieren emular. En la adolescencia, los personajes con quienes un adolescente se identifica provienen de la vida real: campeones, estrellas contemporáneas, científicos, etc. El “juego” se relaciona con la realidad. El joven ya no juega a los “Cowboys e Indios” sino que se prepara para llevar a cabo un viaje en bicicleta de montaña. Del grupo pequeño a la sociedad Las actividades y la vida del grupo forman parte de una cada vez más vasta red de relaciones, en las que los mismos jóvenes adoptan mayores responsabilidades. Gradualmente, las actividades ponen a los jóvenes en contacto directo con la vida social real, y les permite experimentar verdaderos roles adultos a través del proyecto social o de desarrollo comunitario. De las reglas de juego a los valores universales A través de la vida en la manada, los lobatos descubren la ley scout como la regla de juego. La ley scout ayuda a los jóvenes adolescentes a descubrir valores de la vida: lealtad, ser dignos de confianza, etc. A través de sus proyectos, los Rovers ganan experiencia directa del significado de valores universales tales como democracia, el derecho a ser diferentes, tolerancia, etc.

Adaptar los elementos del método Scout a cada grupo de edades Todos los elementos del método Scout tienen que aparecer, en forma adaptada, en el método de cada rama. Estarán ajustados de acuerdo a las características de cada grupo de edades, como la capacidad para autonomía, grado de demanda acorde a responsabilidad, necesidad de seguridad emocional, métodos de expresión, capacidad de cooperación dentro del grupo, etc. Consecuentemente, el rol de los adultos en el grupo también variará acorde al grupo de edades en cuestión (ver el diagrama 26).

Continuidad Es importante recalcar que debería haber continuidad de una rama a la otra: •

Los objetivos educativos son progresivos y llevan a los mismos objetivos educativos generales;

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Los elementos del método scout son usados en todas las ramas.

En este sentido, no es bueno que cada rama se convierta en una especie de organización separada, cerrada, la cual no interactúa suficientemente con las otras ramas. La Comisión Nacional de Programa juega un rol esencial en definir y evaluar los objetivos educativos generales y facilitar la cooperación entre las ramas. Rupturas Es también importante proponer el Movimiento Scout a los jóvenes en cada grupo de edad de una manera diferente, para despertar curiosidad. Por esta razón, debería haber algunas rupturas entre una rama y otra. El uniforme, los elementos simbólicos, las actividades y el estilo de vida del grupo necesitan ser lo suficientemente diferentes como para evitar el aburrimiento que surgiría si hubiese una propuesta idéntica para todos desde los 7 a 20 años de edad. La manera en la que los elementos del método evolucionan desde una rama a otra puede ser clarificada mediante la tabla encontrada en la página 112. Diagrama 26 – Participación de los jóvenes en el proceso de toma de decisiones

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Método Scout

Lobatos

Scouts

Rovers

Promesa y ley

Reglas de vida concretas – texto corto, vocabulario simple el cual debe ser fácilmente comprendido por los niños.

Un código de vida expresado en términos simples pero que ya transmite valores universales.

Una “carta” basado en los derechos humanos y valores universales.

Sistema en equipo

Los equipos (seisenas) existen pero su autonomía aún es débil.

El sistema en equipo (patrullas) ya opera completamente. A cada equipo le es dada una tarea para realizar actividades en conjunto. El Consejo de los Guías de Patrulla opera como el gobierno de la Unidad.

El equipo asume mayor importancia. La mayoría de las actividades se llevan a cabo en este nivel. El consejo de los Guías de equipo es la instancia de gobierno. La Asamblea Rover es dirigida por un “Preseidnete” elegido. Los adultos toman un rol de consejeros y facilitadores.

La Roca del Consejo reúne a las seisenas con los dirigentes adultos con el propósito de organizar el grupo.

Marco de Trabajo Simbólico

El libro de la Selva.

La Exploración, el descubrimiento, los “Scouts” del lejano Oeste. La historia de Robinson Crusoe.

La "ruta”, el viaje.

Naturaleza

Introducción a la naturaleza y al acampe.

La naturaleza es el espacio privilegiado de las actividades.

Actividades en contacto con la naturaleza, caminatas por la montaña. Protección del medioambiente.

Iniciación a la ecología.

Aprender haciendo

Juegos actividades colectivas de corta duración. Lo imaginario ocupa un lugar importante.

Las actividades pueden ser desarrolladas sobre un período más largo. Se da a las patrullas tareas preparatorias. Ellos comienzan a tomar parte en actividades de servicio. El mundo imaginario todavía ocupa un lugar importante.

Las actividades están integradas más en la realidad social. Les permiten a los jóvenes experimentar roles de adultos. El viajar, la exploración social y el servicio comunitario son de gran importancia.

Adelanto

El esquema progresivo, basado en el simbolismo de la jungla y de la manada. Se da gran importancia a la socialización.

El esquema progresivo comienza a enfatizar la adquisición de habilidades reconocidas por el mundo adulto.

El esquema progresivo valora la adquisición de habilidades y conocimiento, el cual facilitará acceso directo a roles adultos y a la aceptación de responsabilidad en la sociedad.

Rol de los adultos

Los adultos juegan un rol esencial en actividades de plan y evaluación. Ellos tratan de darles responsabilidad real a los niños, en cuanto sea posible. Proveen seguridad física y emocional.

Los adultos comparten responsabilidad con los jóvenes. La tropa realmente opera como una pequeña república de jóvenes. Los adultos, en cambio, proveen la seguridad física y emocional necesitada.

Los adultos juegan el rol de facilitadores y consejeros. Se espera de los jóvenes jueguen un rol clave en organización, plan y evaluación de actividades.

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