Historia
Félix Malleu apoteosis y ocaso de un domador de leones por
Adolfo Ayuso
Dicen de Félix Malleu que fue el primer domador que introdujo su cabeza en las fauces de un león. Aquel joven elegante y bizarro, envidiado por los petimetres e idolatrado por las señoritas cada vez que llegaba con su ménagerie de fieras salvajes, acabó su vida alejado de los circos, sumido en la miseria y arrastrando un desvencijado teatrillo de guiñol por el madrileño paseo de Rosales. Como tantos titiriteros populares se convirtió en un mito sin nombre: el titiritero de Madrid. Unos jóvenes y apresurados Buñuel y García Lorca lo conocen y reivindican sus títeres como una de las vías para renovar el “putrefacto” teatro español. Gracias a reconocidos escritores (como Arturo Barea en La forja de un rebelde), la figura de Malleu llega hasta nosotros. Me impresionó especialmente una frase que en 1944 escribía el ya viejo actor Enrique Chicote en uno de sus interesantes libros de memorias (La Loreto y este humilde servidor. Recuerdos de la vida de dos comediantes madrileños. Aguilar, Madrid, 1944, pág. 39): “Últimamente he visto con verdadero dolor al célebre Capitán Malleu mostrar sus años y su miseria por las calles, ganándose un pedazo de pan con su destartalado teatro Guiñol. De aquel valiente domador de leones ya no queda ni el recuerdo.” Y buscando ese recuerdo me adentré en el mundo del circo. Poco he podido encontrar en los todavía escasos libros que recorren, y además la mayoría de ellos de forma un tanto desordenada, la historia del circo español. Pero hay algunos rastros. En El maravilloso mundo del circo (Nova, Madrid, 1979, tomo II, págs. 232 y 234), al hablar de los más importantes domadores españoles (el domador de toros Manuel Rueda y los domadores de fieras Jesús Vargas y Ángel Cristo), se destacaba como antecedente el “aragonés Malleu”. Dos páginas más adelante, se reproducía un cartel excepcional que daba cuenta de una función celebrada el domingo 11 de marzo de 1900 en la plaza de toros de Valencia “a beneficio y despedida del valiente domador Mr. Malleu”, que dos meses antes había perdido en un incendio la barraca donde exhibía a sus leones. Años después, cuando leí que Malleu solía trabajar también con perros de raza gran danés, recordé que había visto en el excelente libro de Armero y Pernas, Cien años
de circo en España (Espasa Calpe, Madrid, 1986), unas fotos que sin pie alguno presentaban a un domador en una jaula con leones y esos grandes perros. Efectivamente, al repasarlas, pude comprobar que se trataba sin ninguna duda de Félix Malleu. Como siempre, es el recorrido meticuloso de la prensa el que nos descubre de forma certera y fecha sobre fecha el prestigio que alcanzó el que es, sin duda, el primer domador español de fieras salvajes. Cientos de pequeños y grandes artículos de periódicos de toda España me han permitido confeccionar la cronología que hoy les presento. Guardando para un siguiente número de esta revista algunas apreciaciones más sobre su personalidad, el carácter y tipo de su doma, y determinados avatares de su sensacional vida artística. El porqué todo ello parece haber sido borrado de la memoria circense es algo que no puedo comprender.
1860-1889: Según sus propias declaraciones, que como comprobaremos no pueden tomarse demasiado en cuenta, nació en fecha sin determinar en una carretera cerca de Granada. A los siete años abandonó a su familia para enrolarse en una troupe de artistas ambulantes. Con ellos debió de aprender diversas suertes titiriteras entre las que podían encontrarse el amaestramiento de perros y el manejo de muñecos o polichinelas. Pudo dedicarse al contrabando empleando palomas mensajeras que cruzaban el estrecho de Gibraltar. Según sus dudosas declaraciones, aprendió el oficio de domador de fieras bien en Alemania, en la famosa ménagerie de Hagenbeck, o en África, acompañando a un cazador inglés que surtía de animales a circos y zoológicos de toda Europa. Ya como domador debió ejercer su oficio en Francia y otros países europeos.
1889: Primera referencia que he encontrado en la prensa, en Lorca (Murcia), un leopardo le ocasiona varias heridas.
1890: Actúa en los jardines del Buen Retiro de Madrid con una colección de leopardos, osos y leones. Como complemento de su actuación asciende un globo aerostático.
1892: Propone explotar de forma privada el zoológico de Madrid, petición que le es denegada. En julio actúa en Bilbao donde efectúa la lucha de un oso contra un toro. En diciembre instala su barraca en la plaza de Cataluña de Barcelona.
Félix Malleu. Archivo Adolfo Ayuso.