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Valdemoro, ciudad en estado catastrófico
Como el paso de un huracán que solo ha dejado ruinas y desolación, así podría describirse la situación en que se encuentra nuestra ciudad.
Cada día descubrimos una calamidad nueva gracias a los medios de comunicación. Un larguísimo listado de entuertos y desafueros que no encontraría espacio suficiente en la enciclopedia Espasa: niños sin calefacción en los colegios, falta de climatización y de actividades en el Centro de Mayores, cierre de instalaciones deportivas por falta de mantenimiento, seguridad ciudadana en caída libre mientras los agentes de policía “emigran” a otras ciudades donde sí se les paga como se debe, voluntarios de Protección Civil sin medios, calles sin iluminación ni limpieza, una seguridad vial que poco tiene que envidiar a cualquier aldea keniata, del transporte público para qué hablar si ni el Cercanías ni los autobuses urbanos e interurbanos tienen capacidad suficiente para atender el número de usuarios que los utilizan…
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Nos faltan institutos y colegios públicos, nos faltan parques y espacios verdes. En el lugar de nuestro tercer entro de salud tenemos un cartelón que anunciando unas obras de las que nunca sabremos cuándo van a empezar. ¿Suficiente para declarar nuestra ciudad en “estado catastrófico”?
Y, como nos dicen que es por falta de dinero, no sabemos qué pensar cuando conocemos que el Ayuntamiento ha perdido más de tres millones y medio de euros porque “se les ha olvidado recaudarlos”. Para más inri, en el edificio consistorial se acumulan las multas judiciales contra el Consistorio por el incumplimiento de sentencias.
Pero no seamos alarmistas. Dicen que, como conejo que aparece en la chistera, a menos de 100 días de las elecciones municipales se van a presentar unos presupuestos municipales. Unos presupuestos elaborados a toda prisa, de manera improvisada y que con toda seguridad no van a ejecutar quienes los han ideado, empeñando la labor del próximo gobierno municipal por los muchos defectos detectados en los borradores que se han ido filtrando. El caso es que algunos sacan pecho: “¡Tendremos presupuestos por primera vez en 9 años!”, presumen sin decir que siete de esos años hemos estado gobernados por el partido naranja, el suyo.
Y puesto que es hora de presumir, los “naranjas” no tienen mejor ocurrencia que hacerse un video-selfie desde el balcón de la casa consistorial, utilizando un espacio público que debería ser escrupulosamente neutral, para un autobombo electoralista.
Eso sí, mientras los vecinos se desesperan para poder llegar a sus trabajos o centros de estudio, atrapados en un transporte público colapsado, ellos votan en contra de apoyar un manifiesto vecinal por la mejora de las Cercanías. Cualquier cosa por no coincidir con la oposición, aunque sea bueno para el pueblo.
Llega la primavera y, si el humo del crematorio no lo impide, podremos ver la luz de una nueva corporación que pueda poner orden en esta casa de Tócame Roque. Mientras tanto, agárrense los machos y estén pendientes porque en 100 días se puede hacer mucho daño y muchas tropelías que luego cueste reparar. El huracán Parra pierde fuerza, pero aún está sobre nuestras cabezas.