Mitos de cthulhu lovecraft zennia ruiz

Page 221

Lovecraft

Mitos de Cthulhu

reino también me estaba destinado a mí. No podría sustraerme a mi destino. Sería inmortal y viviría para siempre con aquellos que ya existían cuando el hombre aún no había aparecido sobre la faz de la tierra. También encontré a la misteriosa abuela de mi abuela. Durante ocho mil años, Pth’thya—l’yi —tal era su nombre— había vivido en Y’ha—nthlei, adonde había regresado después de la muerte de su esposo Obed Marsh. Y’ha—nthlei no había sido destruida cuando los hombres de la tierra habían arrojado explosivos a la mar. La habían dañado, pero no destruido. Los Profundos no pueden ser exterminados jamás, aun cuando a veces la magia arcaica de los Primordiales, hoy olvidada, consiga reducirlos a la impotencia. Ahora descansan, pero algún día, cuando despierten plenamente, se levantarán de nuevo para exigir el tributo que el Gran Cthulhu anhela. Ese día atacarán una ciudad más grande que Innsmouth. Su intención es extenderse por toda la superficie del globo, y para ello cuentan con algo terrible que les ayudará en la lucha. Pero el día aún no había llegado. Yo tenía que cumplir una penitencia por haber provocado la muerte de muchos de sus compañeros de tierra firme, pero el castigo no sería duro. Este fue el sueño en que vi por vez primera a un shoggoth. Al verlo, di un grito espantoso y me desperté. Esa misma mañana comprobé ante el espejo que mi rostro tenía, de manera inconfundible, la pinta de Innsmouth. Por ahora no me he pegado un tiro como mi tío Douglas. He comprado una pistola y a punto he estado de acabar con mi vida, pero tuve un sueño que me disuadió. Mi horror y mi ansiedad se han ido relajando, y en ocasiones me siento extrañamente atraído por las desconocidas profundidades de la mar. Ya no temo a las regiones submarinas. Cuando estoy dormido oigo y hago cosas más bien raras, y me despierto exaltado, gozoso, sin la menor sombra de temor. Creo que no debo esperar como los demás a que me venga la metamorfosis. Si lo hiciera, probablemente mi padre me encerraría en un sanatorio, como encerraron a mi pobre primo Lawrence. Un futuro prodigioso me aguarda en los abismos, y no tardará. ¡Iä—R’lyeh! ¡Cthulhu fhtagn! ¡Iä! ¡Iä! No, no me pegaré un tiro… ¡Yo no estoy destinado al suicidio! Urdiré un plan para que pueda escapar mi primo del manicomio y correremos juntos hacia la mágica ciudad de Innsmouth. Nadaremos hasta el arrecife, nos sumergiremos en los negros abismos hasta la ciclópea Y’ha—nthlei, la de las mil columnas. Y allí, en compañía de los Profundos, viviremos por siempre en un mundo de maravilla y de gloria.

221


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.