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UKEDADAS
¿CÓMO FUE TU PRIMERA UKEDADA EN ZAWP? Esto es lo que hemos preguntado a los participantes de las Ukedadas, y aquí están sus respuestas. “Un amigo me dijo que “una vida sin ukelele es una vida malgastada”, así que me compré uno y aprendí los primeros rudimentos en una clase con Marcos. Recuerdo que la primera vez entré asegurando que sólo haría playback, porque me sentía demasiado novata. Pero la verdad es que me hicieron sentirme tan cómoda y me ayudaron tanto, que en media hora estaba tocando con ellos.” Virginia. “La primera vez que fuí a una ukedada, flipé... fué como abrir una puerta a un nuevo mundo, después de haber estudiado algo de solfeo y algo de guitarra, sin mucho éxito y con un poco de frustración, me ví con un instrumento que era capaz de hacerlo sonar y que sonaba bastante biennnn !!!!!” Amaia.
“Mi primera vez fue en ZAWP, al aire libre, con un día estupendo, una tarde de domingo, yo nunca había tenido en mis manos un ukelele y me llamó mucho la atención. Había tocado la guitarra hace muchos años, pero desconocía el ukelele, me gustó porque en cualquier ocasión lo metes en la maleta y te lo llevas de viaje.” Maite. “Ya tengo mi propio ukelele y un enganche que no es normal, pero como veo que hay unos cuantos que están igual que yo, no me preocupa demasiado, jeje…” Gema.
“Para alguien como yo que siempre le había gustado la guitarra pero se veía incapaz de aprender fue una experiencia tremenda. Los domingos animaba a ir al ZAWP a tocar todos los que habíamos aprendido en sus clases, al principio cuatro locos unas veces, seis otras para pasar después de dos años de su iniciativa a ser muchos domingos hasta 30 locos del ukelele.” Lolo.
Estas son las experiencias de algunos de los participantes, pero si quieres vivir tu primer contacto con este pequeño instrumento, recuerda que puedes acercarte a ZAWP los domingos por la tarde a partir de las 17:00. No es necesario tener Ukelele, Marcos (Ukelab) te dejará uno y te enseñará a tocarlo. Un buen plan para cerrar los domingos del verano.
“Mi primera ukedada, fue casi un año después de mi primer contacto con el uke, y es que no me atrevía... pero sola no progresaba, no pasaba de aprender acordes, que no sonaban a canción… En esa primera ukedada comprendí que llevaba un año de retraso..., con la banda de ukes detrás, todo sonaba mucho mejor, aprendias a tu ritmo.” Izaskun. 15
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