Zamorano en la Revista Estrategia y Negocios

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ESPECIAL DE EDUCACIÓN MODELOS EDUCATIVOS

Alumnos trabajando en el invernadero de plantas ornamentales de Zamorano.

a l o c í r g A a Escuelericana Zamorano Panam APRENDER HACIENDO LA ESCUELA AGRÍCOLA PANAMERICANA ZAMORANO EN HONDURAS SIGUE DEMOSTRANDO QUE UNA UNIVERSIDAD RODEADA DE ÁRBOLES FRUTALES Y GANADO, UBICADA EN UN PAÍS CENTROAMERICANO, TAMBIÉN PUEDE MARCHAR AL RITMO DE LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Y ACADÉMICA GLOBAL. MARGARITA M. MONTES Eran pasadas las siete de la noche cuando los últimos comensales de la cafetería abierta al público de la Escuela Agrícola Panamericana, nos aprestábamos a cenar. “El Zamorano cambió mi vida”, fue lo primero que dijo Joaquín Zenteno, sin dramatismo, pero con mucha convicción, al iniciar la improvisada entrevista que le pedí, al coincidir con él esa noche en el comedor. De nacionalidad boliviana, Joaquín egresó en el 2008 del Zamorano, como también se le conoce a este centro educativo de fama continental. Sin embargo, casi un año después, aún no se ha mar-

chado de allí. No es el único caso. Otros egresados, si bien se van al graduarse, regresan como catedráticos luego de haber cursado sus posgrados en el extranjero y otros, siguiendo ese ejemplo, planean de antemano su retorno al alma mater mientras aún están estudiando. Es evidente que en esta universidad hay algo especial que mantiene por siempre unidos a los “zamoranos”. Mientras comía, Joaquín relataba su periplo de dos años buscando en Norteamérica y Europa un centro educativo afín a sus intereses académicos. “Estuve en varias universidades antes de encontrar esta, 102

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pero ninguna se adaptaba a la realidad agropecuaria latinoamericana, y yo buscaba eso”. Finalmente, se decidió por Zamorano, de la cual ya había escuchado antes, pero a la que no se había decidido entrar por estar en Honduras, un país poco atractivo para un joven suramericano deseoso de conquistar el mundo. “No me arrepiento de la decisión que tomé” dice Joaquín, quien ahora trabaja en su alma mater como asistente de investigación en temas de manejo de recursos hídricos. Al día siguiente, exactamente a las cinco de la mañana, sonó la campana para dar comienzo a una nueva y larga jornada estudiantil en el campus rural. Los 1.115 jóvenes, incluyendo más de 300 mujeres, tienen una hora y media para prepararse y desayunar en el comedor estudiantil. Luego dedican la mitad del día a recibir clases y la otra mitad a trabajar en el campo de 1.500 hectáreas que tienen a su disposición, o en sitios en otros puntos del país. Esa es la esencia del “aprender haciendo”, metodología educativa que diferencia al Zamorano de otras escuelas que enseñan ciencias agropecuarias en Amé-

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ESPECIAL DE EDUCACIÓN MODELOS EDUCATIVOS rica Latina y Estados Unidos. Desde su fundación en 1942, por iniciativa de Samuel Zemurray, el entonces presidente de la compañía estadounidense United Fruit Company, Zamorano ha educado a más de 6.000 jóvenes de las Américas. Basándose en una mezcla única de aprendizaje teórico con su inmediata aplicación en el campo, hace que los estudiantes se gradúen “con una experiencia práctica”, según palabras de Raúl Espinal, graduado de Zamorano en los años 70 y quien ahora es decano académico y docente de la institución.

VIDA ZAMORANA Ubicada a 30 kilómetros de Tegucigalpa, en el valle de Yeguare, lo que comenzó siendo una escuela técnica vocacional con un programa de tres años de estudio (y posteriormente con uno adicional para completar una ingeniería agrónoma), ha ido evolucionando gradualmente. Desde hace más de una década, Zamo-

rano ofrece cuatro carreras de cuatro años de duración cada una: ciencia y producción agropecuaria, agroindustria alimentaria, gestión de agronegocios y desarrollo socioeconómico y ambiente. Para sus estudios en estas áreas, los alumnos disponen de campos de siembra, hortalizas, viveros, graneros, hatos de ganado, laboratorios, procesadoras de leche y carne y otras facilidades que les permiten experimentar y aprender, con sus propias manos, las tareas comprendidas en toda la cadena de valor de la carrera que hayan seleccionado. Cuando en el laboratorio de la carrera de agroindustria alimentaria le pregunté a una estudiante hondureña de último año, Diana Domínguez, qué estaba haciendo, me mostró una caja llena de paquetes de rosquillas y me respondió: “Estoy calculando la vida de anaquel de estos productos que nos acaba de enviar una empresa de Nicaragua”. En Zamorano, un estudiante aprende

iciativa de in r o p , 2 4 19 ndación en ente de Desde su fu rray, el entonces presid it u ru Samuel Zem stadounidense United F s de e la compañía orano ha educado a má am Company, Z Américas. s la e d s e n e 6.000 jóv

desde cómo limpiar y cuidar un campo para la siembra, hasta elaborar un producto alimenticio listo para el consumo humano, como una mermelada de mora o una salsa picante, o desde inseminar a una vaca, atender el parto del ternero, hasta elaborar carnes y embutidos listos para ser comercializados. Supermercados y tiendas de abarrotes del país ofrecen al público bienes agroalimentarios elaborados por los estudiantes de Zamorano. Estos también procesan todos los productos lácteos que consumen la comunidad estudiantil, la facultad y los empleados administrativos, quienes viven en el campus junto a los estudiantes. La revolucionaria, pero a la vez tradicional metodología de enseñanza de Zamorano, atrae anualmente a estudiantes de universidades de Estados Unidos, como la de Georgia, Purdue y Texas A&M, que optan por avanzar en sus estudios durante los veranos, haciendo pasantías bajo el esquema “aprender haciendo”. El concepto en sí mismo ha ido evolucionando, pasando de un enfoque eminentemente técnico, a uno empresarial. El rector de la institución, el estadounidense Kenneth Hoadley, lo explica: “En Zamorano enseñamos que los bienes que elaboren deben ser rentables, ya que no le hacemos ningún favor a la sociedad si producimos fuera de un modelo de mercado”.

EVOLUCIÓN La institución fue evolucionando de un pensum meramente agropecuario en los años setenta, a uno más orienAlumnos tado a los negocios y finanrealizando zas, como en la actualidad. La práctica en idea era salir del esquema del el laboratorio perfil tradicional de un ingede genética niero agrónomo, para lo cual con que la escuela ha venido haciendo cuenta la institución. fuertes inversiones en laboratorios, plantas de procesamiento y catedráticos. Actualmente casi la tercera parte de la facultad tiene grados de doctorado, y otra tercera parte grados de maestría, si 104

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bien la escuela no ofrece posgrados. To- ción. Tal como me dijo un egresado gua- es tarea fácil, ni rápida de realizar. Contrariamente a lo que su enorme dos los profesores son de tiempo comple- temalteco algunos años atrás, Zamorano to y dedicación exclusiva, lo que impacta es como “una especie de infierno al que prestigio sugiere, Zamorano no es una escuela elitista a la que únicamente asistan directamente en la calidad académica. todos desean entrar”. Otro pilar fundamental y distintivo de la Cada año, esta universidad recibe alre- aquellos alumnos cuyas familias puedan educación en esta universidad es lo que se dedor de 300 estudiantes, quienes deben pagar los aproximadamente US$57.700 conoce como “la vida estudiantil Zamo- cumplir con varios requisitos para ser que cuesta en la actualidad cursar una carano”. Levantarse obligatoriamente a las aceptados. Primero, requieren haber obte- rrera en esa institución. Cerca del 80% de cinco de la mañana, bañarse con agua nido un promedio mínimo en el colegio los estudiantes está allí gracias a una befría, usar uniforme, cortarse el cabello pe- de un 78%; haber aprobado un examen de ca completa o parcial. Los fondos para estas becas provienen riódicamente, no poder salir del campus admisión con una nota mínima de 75% y fuera de los días y horas estipulados y es- haberse entrevistado con un representan- de gobiernos, como en el caso de Panamá que envía 50 estudiantes de ese país cada tar en sus habitaciones con las luces apa- te de la institución. gadas a las 10 de la noche, entre otras normas, desarrollan ño jóvenes a a en el estudiante una disciplina d a c e ib c re pañol, muy particular. a institución segunda lengua es el es tres L o Muchos catalogan este estilo ya indígenas cu udiantes que hablan dos como militar ya que las penat lidades por incumplimiento así como es ás del español. m de las reglas son rigurosas, e idiomas, ade incluyen, según la gravedad del caso, la expulsión definitiva de la escuela. Pero esta particularidad es inherente a la filosofía educativa de Zamorano, que agrega al ingrediente académico, la formación del carácter del alumno, o como le llaman en la institución, “un curriculum invisible”. Tal como lo destaca Espinal, no hay que perder La innovación de vista que “Zamorano lidia es clave para con más de 1.100 adolescenel modelo Zamorano. tes cada año”. Los estudiantes llegan sien- Para ello tiedo menores de edad, muchos nen la planta de ellos con apenas 16 años, y de desarrollo de nu cuatro años después egresan prod evos uctos. siendo adultos con valores de disciplina, integridad y ética de trabajo. Labor Omnia Vincit (el trabajo lo vence todo) es el lema de Zamorano; pero “esto no es para cualquiera” agregó Espinal. De A su vez, cada uno de estos tres criterios año, de ONG, así como de empresas y acuerdo con el rector Hoadley, si se qui- tiene su ponderación correspondiente, cu- personas particulares comprometidas con tara a esta universidad el “aprender ha- ya suma debe ser de al menos 75% para la educación. Sin estas donaciones, Zamorano, una fundación sin fines de lucro, ciendo” y el estilo particular de vida estu- que el alumno pueda ser aceptado. “A veces nos sentimos como Dios” dice no podría cumplir su misión educativa. diantil del campus, “podríamos decir que Lamentablemente, a raíz de la crisis fiHugo Zavala, jefe de asistencia financieya no tenemos Zamorano”. ra y registro, “pues nos toca decidir a nanciera global, los fondos para becas se quién le vamos a cambiar la vida”. Zava- han ido reduciendo de forma sustancial. EXCELENCIA Pero a pesar de lo estricto de la vida en la forma parte del Comité de Asistencia Hoadley aseguró que el financiamiento el campus, no hay cupos para todos los Financiera, que se reúne periódicamente de estos es el mayor reto que tiene la insaspirantes que presentan sus candidaturas para determinar quiénes reciben becas titución en la actualidad. Los beneficiarios de estas becas son en para ingresar anualmente en esta institu- para el primero y segundo año. Y eso no 105

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ESPECIAL DE EDUCACIÓN MODELOS EDUCATIVOS su mayoría jóvenes provenientes de zonas rurales latinoamericanas, como el ecuatoriano Marcelino Guachambala, quien después de haber egresado, y mientras decide adónde estudiar su maestría, colabora como instructor y asistente en el programa de investigación del frijol, de la carrera de ciencia y producción agropecuaria. “Hemos tenido casos de estudiantes cuyo único contacto con la civilización previo a ingresar a Zamorano, era un pequeño radio y al llegar aquí lo primero que reciben es una laptop con conexión inalámbrica de Internet las 24 horas del día”, comentó Luis Salazar, director de comunicaciones.

LAZOS DE POR VIDA En muchos casos, los estudiantes de escasos recursos económicos dependen de la solidaridad de otros alumnos y empleados de Zamorano, quienes hacen un fondo común para donarles bolsas con artículos de primera necesidad, tales como pasta de dientes y jabón de baño, pues no cuentan con suficiente dinero para poderlos comprar. Hugo Zavala define este fenómeno tan particular de Zamorano con las siguientes palabras: “Somos como una gran familia. Todos estamos pendientes de los demás”. La diversidad de los antecedentes socioeconómicos de los estudiantes de Zamorano es una característica a la que las autoridades académicas y administrativas ponen mucho cuidado. La institución recibe cada año jóvenes indígenas cuya segunda lengua es el español, así como estudiantes que hablan dos o tres idiomas, además del español. A juicio del decano académico, precisamente uno de los mayores desafíos de la entidad es “la normalización de los estudiantes”. El uso de uniforme es uno de los elementos fundamentales de homologación de la población estudiantil en Zamorano. Pero eso es solamente el comienzo. Actualmente se está analizando ampliar el programa conocido como “pre Zamorano” en el que se procura nivelar académicamente a aquellos jóvenes que provienen de colegios públicos rurales o de zonas marginales, que usualmente tienen una menor calidad académica que los de centros urbanos de educación privada. Lo que se busca con este programa es que los estudiantes provenientes de las zonas más pobres puedan aprobar el examen

En la planta de granos y semillas, los alumnos investigan sobre calidad de granos básicos.

de admisión y tengan posteriormente una mejor base para su primer año de estudios. El tercer pilar que da a Zamorano su personalidad única es el valor del panamericanismo, el que ha promovido desde sus inicios. Actualmente la asociación de graduados cuenta con egresados de más de diez países de Centroamérica y Suramérica, así como de República Dominicana y Estados Unidos. El criterio geográfico es también importante a la hora de asignar las becas y los compañeros con los que cada estudiante compartirá el alojamiento en el campus durante los cuatro años de su carrera. La escuela, inclusive, organiza festivales culturales, en los que los estudiantes de los diferentes países comparten sus tradiciones, comidas y música. Las relaciones de amistad que se establecen en el campus crean posteriormente un amplio networking a escala latinoamericana, durante toda la vida profesional de un egresado de Zamorano.

INNOVACIÓN Y PROYECCIÓN SOCIAL Las particularidades de la Escuela Agrícola Panamericana no se quedan dentro del campus. Según Hoadley, a raíz del pa106

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so del huracán Mitch, que en 1998 abatió a Centroamérica, particularmente a Honduras, se le abrieron nuevos rumbos estratégicos a Zamorano. En aquel momento, la institución fue invitada a participar, junto con una diversidad de organizaciones nacionales e internacionales, así como organismos multilaterales, para formular y ejecutar proyectos de alto impacto social, económico y ambiental. “Antes los ingenieros agrónomos y los ambientalistas eran enemigos declarados, ahora Zamorano hace un fuerte énfasis en que toda actividad productiva debe ser sostenible”, afirmó Hoadley. Actualmente la escuela tiene un fuerte enfoque en ciencias hídricas, trabaja en diversos programas de conservación, así como en planes de reducción de energía y de consumo de petróleo. Fue también en ese contexto que Zamorano comenzó a orientarse al ámbito rural. Según recordó la docente e investigadora de la carrera de gestión de agronegocios, Mayra Falck, “descubrimos que la educación media rural está abandonada en América Latina”. Zamorano decidió entonces, ante la disyuntiva estratégica de ofrecer o no posgrados, enfocarse mejor

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ESPECIAL DE EDUCACIÓN MODELOS EDUCATIVOS ya que no ha tenido aceptación entre la población estudiantil local, por lo que Zamorano está desarrollando un producto alternativo, con igual o superior contenido proteínico que el de la soya, pero adaptado al paladar hondureño. Carrillo afirma que el principal reto de la carrera que coordina es ampliar el impacto en la competitividad de la industria alimentaria y en el desarrollo rural latinoamericano. Otro importante proyecto innovador de Zamorano es el centro e-learning, enfocado en capacitación corporativa. Su director, Antonio Flores, de origen peruano, explicó que el centro realizó un estudio de mercado para determinar los cursos en línea que requieren las industrias agropecuarias latinoamericanas. El estudio reveló una demanda insatisfecha en temas gerenciales, ya que es

usual que en la industria agroalimentaria prevalezca la capacidad técnica por sobre la administrativa, dijo Flores. Zamorano lanzó en agosto sus servicios de educación por Internet con cursos de capacitación gerencial para plantas productoras de leche y en temas de gestión de la calidad. Flores afirmó que el siguiente curso será en gestión de costos. Zamorano ha también apoyado a gobiernos centroamericanos. Un ejemplo es la ayuda al Ministerio de Agricultura de El Salvador, con su programa Megatec de enseñanza técnica y tecnológica, para elaborar la malla curricular de las áreas de producción cárnica y láctea, así como de acuacultura. La institución está igualmente trabajando en el desarrollo de la calidad y la competitividad de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Uno de esos proyectos se dea nomina Aumentando la calit s no cue a r o m a Z dad y la competitividad de la n e % del 80 carrera producción agroalimentaria Cursar una nte US$57.700. Cerca una e a m en Honduras, financiado por a s d ia a c aproxim allí gra á t s e el BID-Fomin y el propio Zas e t n ia d de los estu a o parcial. morano. t le p m Este proyecto apoya a más o beca c de 400 mipymes hondureñas de las industrias láctea, cárnica, hortícola y otras. La coordinadora del proyecto, Claudia García, es una de las primeras mujeres egresadas de Zamorano en 1983, y al igual que muchos graduados de allí, ha retornado años después a trabajar en su centro de estudios. Cuando le pregunté qué había cambiado en todos estos años, me dijo que “muchas cosas”, entre ellas, la cantidad de mujeres que ahora estudian Las en la institución, así como el prácticas compromiso de la universidad que realizan con el medio ambiente. “Pero los alumnos lo más importante”, agregó, se extienden “Zamorano sigue avanzanhasta las áreas de do”. Eso será posible en la comercializamedida en que la casa de estución de dios continúe recibiendo fonproductos. dos públicos y privados que le permitan seguir haciendo realidad su lema de formar “líderes para el desarrollo sostenible de América Latina”. n

en trabajar con las escuelas técnicas vocacionales de las áreas rurales. Falck agregó que esto ha motivado grandemente a los estudiantes, maestros y toda la comunidad rural en la que Zamorano se ha involucrado, lo cual ha dado paso al desarrollo de más actividades de proyección rural. Asimismo, la institución comenzó desde entonces a desarrollar productos que tuvieran un alto impacto en las comunidades pobres. Paola Carrillo, egresada de la entidad, quien dejó un empleo en la empresa Nestlé en su natal Ecuador para asumir la coordinación de la carrera de agroindustria alimentaria en su alma mater, trabaja actualmente en un proyecto de análisis de la denominada “merienda escolar” en Honduras. Esta merienda incluye una harina de so-

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