Capítulo 12 Piensa en grande, piensa en expansión La opinión de Robert Una de las “marcas de la casa” de Donald Trump es su plática sobre pensar en grande. Sin duda él practica lo que predica. Si tienes alguna duda sobre su capacidad de pensar en grande, sólo ve a Nueva York y cuenta el número de rascacielos con su nombre en la fachada. He tenido el privilegio de escucharle esta plática y en cada ocasión agrega algo y amplía mi perspectiva. Si alguna vez tienes oportunidad de escucharla, aprovéchala. Si puedes escucharla más de una vez, sigue aprovechándolo. Aunque mi padre rico no hablaba de “pensar en grande”, nos enseñó el mismo concepto. Las palabras que él usaba eran “apalancamiento” y “expansión”. Cuando nos enseñó a su hijo y a mí la diferencia entre apalancamiento y expansión, puso como ejemplo la franquicia de McDonald’s: “Cuando Ray Kroc compró McDonald’s a los hermanos McDonald’s, se apalancó él mismo; cuando franquició McDonald’s, expandió su apalancamiento”. Cuando Ray Kroc compró el puesto de hamburguesas se apalancó a sí mismo porque el negocio podía generar dinero con o sin él. Ahí es donde se detiene la mayoría de dueños de negocios del cuadrante A, manteniendo uno pequeño. Cuando Kroc desarrolló un sistema de franquicias para el pequeño negocio, lo expandió al cuadrante D. Notarás que uso la frase “sistema de franquicias”, y la palabra clave ahí es sistema. En Antes de renunciar a tu empleo, libro dirigido a empresarios, hablo detalladamente del triángulo D-I. El triángulo D-I es un diagrama que utilizaba mi padre rico para enseñarme las ocho partes que forman un negocio.
Las estadísticas muestran que nueve de cada diez negocios quiebran en los primeros cinco años; del uno que sobrevive, nueve de cada diez quiebran en una década. (Nótese de nuevo la regla 90/10.) Muchos negocios fracasan simplemente porque una o más de las ocho partes del Triángulo D-I es débil o está ausente. Cuando analizo la situación de un negocio en dificultades utilizo el Triángulo D-I como referencia. Observa que la palabra producto está en la sección más pequeña, y que la palabra misión está en una de las más grandes y es la base del Triángulo. Esto es porque el producto es el elemento menos importante del Triángulo, y la misión el más importante. A menudo, algún empresario en ciernes me dice: —Tengo una gran idea para un nuevo producto. —¿Y cuál es tu misión? —digo. —Bueno, ganar dinero. Ésta es la respuesta usual, y en la mayoría de los casos, el negocio tiene pocas posibilidades de sobrevivir. La misión es la parte más importante del negocio. Es su espíritu, su corazón. Sin