Caperucitaamarilla

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Caperucita Amarilla


Primera edición: 1979 © del texto: Chico Buarque de Holanda © de las ilustraciones: Ziraldo Alves pinto D.R. © Editorial José Olympio Río de Janeiro, Brasil ISBN 0-00-0000-968 Primera edición en español (para practica académica): 2017 © de la versión en español: Malú Valdivia Dounce D.R. © Editorial Bobo Xocongo 138. Col. Tránsito, Del. Cuauhtémoc, 06820 México, Distrito Federal. Dirección editorial y Diseño: Yolotzin Hernández Arias Arte: Yolotzin Hernández Arias ISBN 0-00-0000-968




Caperucita amarilla Chico Buarque Versión en español de Malú Valdivia Dounce Ilustraciones de Yolotzin Hernández Arias Editorial Bobo


Ésta era la Caperucita Amarilla.

Amarilleada de miedo. TenĂ­a miedo de todo esta Caperucita.




Ya no reía. En fiestas no aparecía. Escaleras no subía ni descendía. No estaba resfriada, pero tosía. Oía un cuento de hadas y se estremecía. Ya no jugaba a nada, ni la rayuela brincaba.


TenĂ­a miedo del

trueno.


ella, era COBRA. Y nunca tomaba el sol LOMBRIZ, para

porque temĂ­a de la sombra.


No salía para no ensuciarse. No comía sopa para no ensoparse. No se bañaba para no desgastarse. No hablaba nada para no desgañitarse. No se paraba por miedo a caer.



AsĂ­ que vivĂ­a pasmada, acostada, pero sin dormir, por miedo a las pesadillas.

Ésta era la Caperucita Amarilla.


Y de todos los miedos que tenĂ­a, el miedo mĂĄs miedoso era el miedo a un tal Lobo.


Un Lobo que nunca se había visto, que vivía allá lejos, del otro lado de la montaña, en un agujero de Alemania, lleno de telas de araña y en una tierra tan extraña que, ya verás, el tal Lobo ni existía.


Pero aun así, la Caperucita tenía cada vez más miedo del miedo miedoso de miedo de encontrar algún día al Lobo. Un Lobo que no existía.


Y Caperucita Amarilla, de tanto pensar en el Lobo, de tanto soñar con el Lobo, de tanto esperar al Lobo, un día se topó con él y vio que tenía:


carota de LOBO,

ojotes

de LOBO,

figurota de LOBO


y, principalmente, una bocota tan grande que era capaz de comer

dos abuelas,

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Mas lo gracioso fue que, tan pronto como encontrĂł al Lobo, la

Caperucita Amarilla

fue perdiendo aquel miedo del miedo miedoso de miedo de encontrar un dĂ­a al Lobo.


Fue pasando aquel miedo del miedo que tenĂ­a del Lobo. Fue quedando sĂłlo un poco de miedo de aquel Lobo.


Después se acabó el miedo y se quedó sólo con el Lobo.



El Lobo se mostró confundido de ver a aquella niñita mirando la cara de él, pero sin miedo de él. Luego quedó avergonzado, triste, marchito y frustrado porque un Lobo que no da miedo es un remedo de Lobo.


Se vuelve un Lobo sin pelo. Lobo pelado.


El LOBO se mostró enojado y gritó: «¡Soy un LOBO!» Pero la Caperucita, nada.

Y él gritó: «¡Soy

el LOBO!»

Caperucita soltó una carcajada.

Y él aulló:



Caperucita, ya medio aburrida, tenía ganas de jugar otra cosa. Entonces él gritó muy fuerte aquel nombre suyo de Lobo, unas veinticinco veces, para que el miedo fuera volviendo y que la niñita supiera con quién estaba hablando:




O B LO

O B O L

O B LO O O B L LO

O B O L O

B O L BO

O

LO B

BO LO O L O B BO BO LO

BO

O B LO O

OL B O L

LOB O B O L O

O

BOBOLOBOLOBOLOBOOBOLOLO

BOLL

OOBO

L L O...



Caperucita se hartó y le dijo:

«¡Detente! ¡Ahora!

¡Ya!

¡Quédate como estás!»


Y el Lobo, engarrotado asĂ­, en la forma en que el Lobo estaba, ya no era mĂĄs un LO-BO. Era un

BO-LLO.

Un pan de lobo fofo, temblando como un flanecillo, con miedo de Caperucilla, con miedo de ser comido como cualquier panecillo.



Caperucita no se comiรณ aquel bollo de lobo porque siempre prefiriรณ los helados de chocolate.


Es más, ahora ella come de todo, menos suela de zapato. No le teme más al rayo ni huye de garrapatas. Cae, se levanta, se hace daño, va a la playa, salta arbustos, trepa al árbol, toma frutos.


DespuĂŠs juega a la rayuela con el primo de la vecina, con la hija del jardinero con la sobrina de la madrina y el nieto del zapatero.



También, cuando está solita, inventa algún jugueteo. Y transforma en compañero cada miedo que tenía:

El RAYO se volvió YORA, CUCARACHA es CACARUCHA, la BRUJA se volvió JABUR y el DIABLO ahora es LIBADO.



40


Fin. 41


¡Ah!, se me olvidaba, otros compañeros de Caperucita Amarilla son:

el GÓNDRA, la ZALECHU, el BURÓNTI, la NALLORO


y todos los demรกs TRUOSMONS imaginables...


Caperucita Amarilla se terminó de imprimir en Junio de 2017 en los talleres de offset Rebosán, Av. Acueducto 115, Huipulco Tlalpan, 14370, México, D.F. La edición consta de 10000 ejemplares.



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