DÉJAME ENTRAR (John Ajvide Lindquist)

Page 79

John Ajvide

Déjame Entrar

Estaban sentados en el borde de la arena donde no jugaba ningún niño pequeño en aquel momento. Johan cogió una buena piedra y la tiró haciendo saltar la arena. —¡Pum! Todos muertos. Oskar cogió una piedra más pequeña. —¡No! ¡Ahí queda un superviviente! ¡Pshiuuu! ¡Misil en la espalda! Tiraron piedras y chinas, asolaron todas las ciudades de la tierra hasta que oyeron una voz detrás de ellos. —¿Qué cojones estáis haciendo? Se dieron la vuelta. Jonny y Micke. Era Jonny el que había hablado. Johan tiró la piedra que tenía en la mano. —Nada. Sólo estábamos... —No te he preguntado a ti. ¿Cerdo? ¿Qué estabais haciendo? —Tirando piedras. —¿Por qué? Johan se había echado para atrás, estaba ocupado atándose los cordones. —Porque... nada. Jonny miró hacia la arena y extendió el brazo de tal manera que Oskar se estremeció. —Aquí juegan los niños pequeños. ¿Es que no lo entiendes? Estás estropeando la arena. Micke meneaba la cabeza apenado. —Pueden caerse y darse en las piedras. —Cerdo, ya puedes quitar ahora mismo esas piedras. Johan estaba todavía ocupado con los zapatos. —¿Me has oído? Que quites ahora mismo esas piedras. Oskar se quedó parado, no sabía qué postura adoptar. Estaba claro que a Jonny la arena le importaba un bledo. No era más que lo de siempre. Tardaría por lo menos diez minutos en quitar todas las piedras que habían tirado, Johan no iba a ayudar. Sonaría la campana de entrada de un momento a otro. —No. La palabra surgió de sus labios como una revelación. Como cuando alguien pronuncia por primera vez la palabra «dios», refiriéndose realmente a... Dios.

~79~


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.