DR. JORDI PALAU GONZÁLEZ | Acta Ortopédica Gallega; Monográfico nº 3 - 2020; EPICONDILITIS | págs. 87-99
SÍNDROME DEL TÚNEL RADIAL. GENERALIDADES Y TRATAMIENTO ENDOSCÓPICO DR. JORDI PALAU GONZÁLEZ Centre de la Ma. Barcelona jpalau@centredelama.com
INTRODUCCIÓN El síndrome del canal radial (STR) es un síndrome doloroso producido por la compresión de la rama profunda o motora del radial a su paso por el canal formado entre los dos fascículos del Musculus Supinator –supinador corto– y las estructuras anatómicas circundantes.
La compresión de esta rama motora en el canal radial fue descrita por primera vez en 1968 por Spinner. El STR, como tal, fue publicado por primera vez por Roles y Maudsley en 1972 en un excelente artículo que sigue siendo de referencia hoy en día para entender las bases anatómicas y clínicas de esta patología.
A pesar de tantos años transcurridos, su diagnóstico en la actualidad sigue generando controversia. Mientras algunos autores lo califican como una patología extremadamente infrecuente, e incluso dudan de su existencia, otros lo consideran la segunda neuropatía por compresión de toda la extremidad superior después del síndrome del túnel carpiano.
La relativa heterogeneidad de los síntomas, la frecuentísima asociación con otras patologías concomitantes de la región lateral del codo, y la baja sensibilidad de la EMG (inferior al 10%) hacen de su diagnóstico un reto para cualquier clínico aún en la actualidad.
RECUERDO ANATÓMICO DEL CANAL RADIAL Y SU RELACIÓN CON LA RAMA MOTORA DEL NERVIO RADIAL
El nervio radial procede del tronco posterior del plexo braquial y tras su recorrido por el brazo, siguiendo el canal espiral del húmero, emerge por la región lateral del tercio distal del brazo para llegar a la región anteroexterna del codo. Aproximadamente a nivel del capitellum humeral el nervio se divide en sus dos principales ramas:
1/ Rama superficial o sensitiva La rama superficial discurre durante todo su trayecto bajo el músculo Brachioradialis (BR) siguiendo su eje mayor. A nivel del 1/3 distal del antebrazo se le une la arteria radial, que le acompañará hasta su salida por el intervalo entre los tendones del BR y del Extensor Carpi Radialis Longus (ECRL), o arcada de Wartemberg, a unos 8 cm proximalmente a la punta de la estiloides radial.
2/ Rama profunda o motora (Fig. 1) Tras su bifurcación, la rama profunda se separa de la superficial para dirigirse en profundidad hacia el cuello
del radio. Antes de llegar al supinador, la rama motora se cruza con la arteria comunicante radial anterior que, en aproximadamente el 80% de los casos, cruza al nervio por encima, mientras que en el 20% de los casos lo hace por debajo. Distalmente el nervio se introduce bajo el fascículo superficial del supinador cruzando bajo el extremo proximal de su fascia, que forma una arcada fibrosa entre los orígenes radial y cubital del músculo, conocida como arcada de Fröhse.
A partir de aquí la rama profunda discurre entre los fascículos superficial y profundo del supinador rodeando el cuello del radio para emerger ya en la cara posterior del antebrazo, donde asoma bajo otra arcada fibrosa formada por la fascia superficial del supinador. A partir de este nivel la rama motora pasa a denominarse Nervio Interóseo Posterior (NIP), que se subdividirá en dos ramos para inervar la musculatura extensora de muñeca y mano:
- Una rama recurrente o superficial para la inervación del musculo Extensor Digitorum Comunis (EDC). - Una rama profunda para la inervación de Extensor Pollicis Longus (EPL), Extensor Indicis Propius (EIP) y Extensor Digiti Quinti (EDQ). Tras la inervación motora, el nervio discurre por la cara dorsal de la membrana interósea hasta llegar al suelo de la 4ª corredera extensora y a la cápsula dorsal de la muñeca donde participa de la sensibilidad propioceptiva o profunda.
La compresión del NIP a cualquier nivel de este recorrido se denomina síndrome del canal radial.
EPIDEMIOLOGÍA
Para un número cada vez mayor de autores, el STR constituye la segunda neuropatía en frecuencia de la extremidad superior después del síndrome del túnel carpiano, mientras que la gran mayoría de los especialistas siguen considerando esta patología como extremadamente infrecuente. El NIP, como rama motora pura, no tiene representación a nivel de la sensibilidad cutánea, por lo que, como se verá en el apartado de presentación clínica, las molestias que produce son a menudo muy difíciles de explicar por parte de los pacientes.
Casi de forma constante, estos pacientes han realizado un largo via crucis de especialistas durante meses o años, han sido diagnosticados erróneamente de epicondilitis o tendinitis, sometidos a múltiples tratamientos conservadores, y a menudo quirúrgicos sin éxito. Algunos de ellos
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