1 minute read

Discipúla a Quien un día Estara en tu Lugar

STORY BY TERI USSERY

Investigue la cultura de las generaciones más jóvenes. ¿Qué les motiva? ¿Qué les impulsa a la acción? ¿Cómo se relacionan entre ellos? ¿Cómo puede usted acompañar y animar a las generaciones más jóvenes?

Las Escrituras nos muestran el mandato de Dios de discipular. Jesús tenía a los doce. Los doce discipularon a otros. Priscila y Aquila discipularon a Pablo. Pablo discipuló a Timoteo. Elías discipuló a Eliseo. El mensaje del evangelio sigue vivo después de dos mil años gracias discipularon sin desmayar.

La tarea puede parecer desalentadora, pero aquí hay algunas ideas de cómo puede empezar.

ɣ Pídale a Dios que le muestre una Persona de Paz. El libro de los Hechos nos da numerosos ejemplos de los primeros seguidores de Cristo buscando a una persona que abriera la puerta para conversaciones sobre el evangelio o el ministerio en su grupo social, generacional o cultural. Considere la próxima generación como su grupo de personas a discipular.

ɣ Ore por la relación que construirá. ¿Cómo puede acercarse a la persona que Dios le ha mostrado? Busque maneras de animarles. Comience a discipularlos de acuerdo a los dones que usted ve que Dios usa a través de ellos.

ɣ Compartan oportunidades de ministerio juntos, trabajando junto a su Persona de Paz que Dios le mostro para su ayuda.

Es emocionante ver a Dios trabajando en la próxima generación. Hay un nuevo entusiasmo y deseo entre ellos de comprometerse con otros para satisfacer las necesidades y compartir el amor de Cristo.

Considere la próxima generación como un grupo cultural. Cada generación tiene características que la describen. Cuando nos relacionamos con grupos étnicos, no tratamos de redefinirlos, sino que buscamos aprender cómo involucrarlos eficazmente con el evangelio. Lo mismo ocurre con las características de la nueva generacíon.

Creo que hay tres palabras clave que pueden dirigir la forma en que discipulamos a las generaciones futuras. Escuchar, Aprender y Amar.

Escuchar. ¿Qué piensan? ¿Cómo lo procesan? ¿Cuál es el clamor de su corazón? ¿Cómo se relacionan mejor con los demás? Escuche con sus oídos, y sus ojos, y con su corazón.

Aprender. Considere lo que ha oído y permita que influya en sus acciones e interacciones. A veces eso significa ajustar la forma de relacionarse con los demás. Adáptese a sus métodos de comunicación en la medida de lo posible. Conecta con ellos de la forma que les resulte más significativa.

Amar. Jesús nos recuerda que el segundo mandamiento más importante, después de amar a Dios, es amar a los demás. Amar significa establecer relaciones. Amar significa escuchar y aprender. Amar significa considerar a los demás por encima de nosotros mismos.

¿Necesitas recursos o una consulta? Póngase en contacto con teri.wmutx@txb.org para obtener información sobre Embrace, un recurso de mentoría y discipulado para mujeres jóvenes.