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La clave para un Discipulado Efectivo

STORY BY RUTH MENDOZA

cualquier actividad nueva que vayamos a realizar requiere que la aprendamos paso a paso. Es muy útil tener a alguien que nos guíe gradualmente hasta que seamos capaces de valernos por nosotros mismos para experimentar el éxito de manera independiente. Discipular es como aprender una nueva actividad, solo que no nos volvemos independientes. Sino que, aprendemos a depender cada vez más del Padre quien nos equipa a través del Espíritu Santo para superar las pruebas y presiones de esta vida y para llegar a ser más como Cristo. Esa gran dependencia es una relación fortalecida con Dios a través de su hijo, Jesús. Cristo obedeció al Padre (Juan 6:38), amó a los demás (Juan 15:9-13), hizo más discípulos (Juan 8:31), produjo frutos buenos (Mateo 4:19), y permaneció firme en su convicción (Juan 14:6). La obediencia, el amor, las acciones y la firmeza de Jesús modelan un discipulado que se enfoca en relaciones personales. Discipular es mantenerse activamente involucrado en el entrenamiento de otros que se han comprometido a convertirse en seguidores de Cristo y están dispuestos a llevar una vida que exalte a nuestro Padre.

Cristo caminaba y hablaba con otros. Esto es clave para que el discipulado sea efectivo. No asumamos que los nuevos creyentes, por sí mismos, aprenderán milagrosamente cómo crecer espiritualmente y convertirse en un discípulo activo sin ninguna guía. Como cristianos maduros entendemos que el nuevo creyente debe aprender a entender al Espíritu Santo que mora dentro de ellos. Ya conocemos la jornada que un nuevo creyente está a punto de emprender, hemos vivido los primeros pasos, las caídas, la frustración y la alegría que es confiar en Dios durante este proceso. Esto nos ha equipado para equipar a otros.

Quiero animarlos a discipular a aquellos que reciben y aceptan el evangelio de Jesucristo.

♦ Piense en su caminar y recuerde a aquellos que oraron por usted cuando comenzó su viaje. Pídale al Señor que coloque a alguien en su vida para discipular y comience a orar por ellos y por la relación que ambos están a punto de construir.

♦ Nuestra experiencia nos permite ser intencionales al comenzar relaciones con nuevos creyentes. No tengas miedo de hablar con ellos, caminar con ellos y sentarte con ellos. Estas acciones ayudan a aliviar los nervios y generan confianza. Esta confianza es necesaria para que se sientan seguros haciendo preguntas y expresando inquietudes.

♦ Nuestra experiencia nos permite ser reales con los nuevos creyentes. Necesitan saber que entendemos. No tengas miedo de usar la frase "Lucho / luché con esto o aquello". Esto les permite ver nuestra humanidad y nos lleva a un nivel más personal con ellos.

El propósito del discipulado es que los nuevos creyentes se conviertan en discípulos que hacen discípulos para Cristo.