Oscar Peña Gonzáles / Frank Almanza Altamirano Podría entenderse que al girar repentinamente desconoce la presencia de una persona en ese lugar, en cuyo caso apreciaríamos un error de tipo. Puede tratarse de un error de carácter vencible (artículo 14º, primer párrafo del CP), porque cualquier conductor, con las reglas adquiridas para la conducción (mirar de forma “cuidadosa” antes de girar o de cambiar de carril), debe percatarse de la presencia de un peatón en su trayectoria. Ello conduce a la aplicación del tipo de homicidio culposo (artículo 111º CP). El resultado de muerte es imputable, por tanto, subjetivamente como culpa.
La conclusión es que Tito debe responder por un homicidio imprudente (artículo 111º CP), cuya pena se rebajaría en virtud de la eximente incompleta de miedo insuperable (artículo 20º, inciso 7, CP). Esto no evitaría que el condenado afronte la responsabilidad civil por daño derivado. Como se ve, el efecto de la inercia sobre el conductor no hace desaparecer todas las posibilidades de autocontrol, por lo que se puede hablar de una conducta humana. Otros factores presentes en el caso (miedo, tensión, error, etc.) pueden ser analizados en otras categorías (imprudencia, culpabilidad). Ahora, cuando se produce el hecho, el sujeto carece del mínimo de autocontrol que permitiría hablar de una conducta humana, por lo que no es posible la imputación del proceso como conducta. Mas, en algunos casos, es posible la imputación de lo sucedido: se trata de una actio libera in causa.
II. TIPO
1. Primer caso Pedro, que padece una esquizofrenia paranoide caracterizada por un delirio de celos y persecución, agredió a su esposa Perla con un cuchillo de cocina y le asesta treinta y cinco puñaladas en diversas partes del cuerpo, que originaron otras tantas heridas punzantes que le afectaron el tórax, abdomen, miembro superior derecho y miembro inferior izquierdo; una de ellas afectó el corazón, siendo sus heridas potencialmente mortales. José se presentó a la Policía contando los hechos y Perla fue internada en el hospital, donde se procedió a suturar y hemostasiar las heridas, así como a la trasfusión indovenosa de suero y sangre. Carlos se acercó a la habitación, donde Perla, en estado de inconsciencia, estaba acompañada de su hermana,
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