2) Internas a) La gran e xte n sió n te r rito ria l y e l aum ento de la población. Los te r r i to rio s que luego fo rm a ro n el v irre in a to del Río de la Plata — hasta su crea: ción d ependientes del Perú— com prendían las gobernaciones de Buenos A ire s (con la Patagonia), Paraguay, Tucumán y C uyo (separada de la C apita nía G eneral de C h ile ); además, Potosí, Charcas, Cochabam ba y La Paz. Estos inm ensos te rrito rio s c o n s titu y e n hoy la R epública A rg e n tin a , Uruguay, Para guay, B o livia y Río Grande (B ra sil). La enorm e e xte n sió n hizo ne ce sa rio e s ta b le c e r una autoridad propia, que gobernara inde pe n d ie n te del v irre y del Perú. Por o tra parte, Buenos A ire s y la zona rib e re ñ a había du p lica d o la población en un lapso de tre in ta años. b) La e vo lu ció n económ ica. Con el aum ento de la población se produjo en Buenos A ire s un in cre m e n to económ ico, b e n e ficia d o por las fra n q u ic ia s que concedían esp o rádicam ente los reyes Borbones. Se elevaron los índices de la e x p o rta ció n de cueros y su rg ie ro n esta b le cim ie n to s de stin a d o s a sa la r la carne; la e volución ta m b ié n se exte n d ió a otra s ciudades. Era evidente que la d ire c c ió n po lítica -e co n ó m ica se o rie n ta b a en el sig lo XVIII hacia Buenos A ire s , ubicada en s itu a ció n de p riv ile g io para el co m e rcio con Europa. Esta p rosperidad económ ica aseguró la creación del v irre in a to , pero ta m b ié n levantó m uchas p ro te s ta s en Lima, cuyos co m e r ciantes veían lesionados sus in te re se s. c) In s u fic ie n c ia a d m in is tra tiv a . La gran e xte n sió n te rrito ria l y las d ifi cultades de las com u n ica cio n e s causaban s e rio s p e rju ic io s a las a c tiv id a des a d m in is tra tiv a s , p a rtic u la rm e n te ju d ic ia le s . El v irre y del Perú estaba radicado en Lima, y la A u d ie n c ia en Charcas; po r o tra parte, C uyo estaba separado de C hile por el im ponente m acizo andino. Esto fa vo re c ió la in e rcia de la ju s tic ia , por cuanto debían acatarse los fa llo s de los m a gistrados m enores — ge n e ra lm e n te incapaces— cuyas se n tencias eran p rá ctica m e n te im p o s ib le s de apelar.
El virrein ato provisional D ebido al c o n flic to con Portugal y ante las n o tic ia s a larm antes p ro ce dentes de Buenos A ire s , el m onarca español creó p ro v is io n a lm e n te — 1 de agosto de 1776— el v irre in a to del Río de la Plata y designó en el cargo a don Pedro de C e va llo s, quien antes había sid o gobernador de las citadas pro vin cia s. Zarpó de Cádiz en no vie m b re de ese año, al fre n te de una poderosa arm ada de c ie n to d ie c is é is em barcaciones y unos nueve m il hom bres. Luego de desalojar a los p ortugueses de la Banda O rie n ta l, C evallos se tra sla d ó a Buenos A ire s para to m a r posesión de su cargo.
LOS VIRREYES DEL RIO DE LA PLATA En octu b re de 1777, el rey C arlos III dio c a rá c te r estable al v irre in a to y nom bró titu la r a V é rtiz, quien c u m p lió destacada labor.
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Fn p I Río de la Plata se su cedieron d o ce virreyes, si con tam os también al último! F ra n cisco J a vie r de Ello, nombrado en 1811 y cuya ju n r i.c c .6 n se limitó s ó lo a M ontevideo.
Pedro de C e v a llo s .(1776-78) a
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npsar de su breve actuación al frente del gobierno, se d esta có por b
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sig u ie n te d ispuso b e n e fic ia r a Buenos A ire s con el com erc.o lib re .
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Juan José de V é rtiz y Salcedo (1778-84) Puso en v ig e n cia el reglam en to del co m e rcio lib re y la Real Ordenanza de T r . 1 z enS q ” J S T S d a s que c o n trib u ye ro n e m e jo ra r el esrio Riipnnq A ire s v el b ie n e sta r de sus habitantes. Ordeno el empe drado de dos ca lles y la co n stru cció n de aceras, e sta b le ció el alum brado públrco con ve la s de sebo y aceite, m ejoró las costum bre s y p e rsig u ió el jU69 En m a te ria c u ltu ra l ab rió el C olegio de San C arlos e hizo traer a Buenos A ire s la im p re n ta de C órdoba, que había p e rtene cido a los je su íta s.