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¡Me gusta ir a la escuela!

El regreso a clases está próximo, organizamos útiles, uniformes, equipos electrónicos, adquirimos los accesorios que estén en tendencia, los personalizamos con su personaje favorito y con esto pretendernos asegurar que sea un exitoso ciclo escolar.

Como padres de familia depositamos total confianza en la institución donde nuestro hijo estudiará, hacemos grandes expectativas y deseamos que todo fluya sin ningún contratiempo. Pero es importante resaltar la congruencia entre lo familiar y la educación que se recibe en la escuela, el papel que se tiene como papá o mamá en la formación integral de nuestro hijo es básica para promover la empatía y apego.

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Es importante que se fomente desde casa esa cercanía, disfrute y aceptación a todo lo que encierra la vida escolar, el respeto a su institución, a las normas que se sugieren de disciplina, a el cumplimiento y calidad de sus tareas y que generen aprendizaje.

Es ideal conocer las reglas de convivencia escolar, si son adecuadas para lo que se busca en la formación de nuestros hijos, comentarlas en familia para que estén enterados de sus derechos y obligaciones como estudiantes, pretendiendo la armonía en todo lo referente en responsabilidades y actividades recreativas.

El fomentar el apego escolar es fundamental, evita comportamientos negativos, bajo rendimiento académico, desafío a las normas de conducta, bajo interés en las tareas. Así que como padres de familia, somos responsables junto con los maestros en fomentar ese respeto y cercanía.

Hay que considerar:

Organizar un horario adecuado, que se despierte, prepare y desayune con el tiempo suficiente para llegar a su escuela. Sincronizar los horarios de todos los integrantes que salen de casa juntos. Recuerde que 10 minutos de anticipación hace la diferencia de estar a prisa, molestos y con niños regañados.

Estar interesados en su día, no con el clásico ¿Cómo te fue? Podemos cambiarlo por, ¿Qué te gustó más ahora de tu día? ¿Con quién jugaste ahora? ¿Qué llevaron de refrigerio tus compañeros que te hubiera gustado probar? ¿Qué le hubieras cambiado a tu día ahora? ¿Si tu día de escuela fuera un cuento que nombre le pondrías? Es decir, resaltar lo cotidiano en algo importante y que nos vea interesados en su día a día.

Fomentar el respeto a sus maestros, no minimizando las indicaciones que se dan, mientras todo esté dentro de la integridad del menor. Evitando hacer comentarios negativos de la escuela en su presencia o hablar sobre situaciones que no son pertinentes que ellos estén enterados, eso promueve un rechazo a lo que estará cercano a diario y será incongruente, ya que permanece en un lugar que sus padres rechazan.

Hacer sus trabajos a tiempo y en un espacio adecuado, con un horario fijo sin distractores. Que lo hagan con entusiasmo, curiosidad y con un extra, no como una obligación.

Estar atentos a los cambios de conducta, si de repente le deja de gustar asistir a clases, comunicarse con maestros y dialogar las posibles causas.

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