#4 Revista Mayordomo Dinámico

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ED I FI CA ND O S U I GLES I A

CELEBRACIÓN: UNA DISCIPLINA ESPIRITUAL

¡ U n a raz ó n p ara cel ebra r es una ra z ó n para dar!

DON MCFARLAND

CREDIT: GETTY IMAGES

E

n mi familia cada cumpleaños y aniversario se celebra con una comida especial que normalmente llena la casa con aromas irresistibles del Caribe. La comida se complementa con una conversación animada, un paseo por Memory Lane y la entrega de regalos. ¡Nos encanta celebrar! Mi madre nos visitará a mi esposa y a mí en dos semanas, y ya hemos planeado una fiesta para celebrar su llegada y el importante papel que ha desempeñado en mi preparación para el servicio del evangelio. «Parece que, como especie, estamos impulsados instintivamente a honrar los momentos significativos de nuestras vidas. Hay profundas necesidades subyacentes que nos impulsan a

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Julio - septiembre de 2 0 1 9

participar en celebraciones. Como resultado, hemos encontrado muchas maneras maravillosas de satisfacer estas necesidades y crear más significado en nuestras vidas».1 Es de cierta importancia que los servicios fúnebres al final de la vida se estén etiquetando cada vez más como «Celebración de la vida», en lugar de «Ritos funerarios». ¡Y qué apropiado! En la Epístola a los Filipenses, Pablo habla sobre la posibilidad de su muerte inminente y le dice a la iglesia de Filipos que se alegraría si eso sucediera, y que ellos también deberían regocijarse con él: «Y aunque mi vida fuera derramada sobre el sacrificio y servicio que proceden de su fe, me alegro y comparto con todos ustedes mi alegría. Así también ustedes, alégrense y compartan su alegría conmigo» (Filipenses 2: 17, 18). En otras palabras, no lamentes mi muerte; celébrala.

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