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Ruth St. Denis
Ruth ST.DENIS
(Nacida R. Dennis) (Newark, Nueva Jersey, 1878 (?) - Hollywood, California, 21 de julio de 1968)
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Miss Ruth, conocida familiarmente como «La primera dama de la danza americana», marca el mundo del espectáculo de fines del siglo XIX y principios del XX con su incomparable personalidad.
Al principio de su carrera, miss Ruth es esencialmente una artista de variedades, y hacia el año 1906 hace su presentación como bailarina.
Rica en ideas, ayudada y apoyada por su madre, compondrá, como Isadora, todas las danzas que interpretará a lo largo de su brillante carrera.
Mujer resplandeciente de belleza, su presencia en escena atrae a toda la brillante sociedad de su época. Animada por el éxito obtenido ante el público, Ruth St.Denis no cesa de aparecer en escena durante toda su extraordinaria existencia de artista, que terminará en 1963, con una gira por los Estados Unidos, cinco años antes de morir.
Para evocar a la mujer y a la bailarina, los superlativos abundan. Se ponen en circulación las opiniones más lisonjeras. Lo cierto es que, durante unos setenta años, Ruth St.Denis hará el papel de profeta, primero sola, luego junto a Ted Shawn, su pareja y compañero, más tarde otra vez sola.
Se ha dicho de ella que concibió un sistema totalmente nuevo y muy completo de movimientos: una escuela revolucionaria de la danza; que en los Estados Unidos desencadenó una gran corriente estética, idéntica a la que han provocado los más grandes artistas de la historia. Se afirma que aporta un mensaje al teatro americano, y que su gran influencia sobre la juventud es consecuencia de la explosión de la danza en Estados Unidos, esa corriente de danza moderna nacida en los años veinte.
Si algunas de estas afirmaciones pueden parecemos hoy en día exageradas, no por eso es menos cierto que la proyección de Ruth St.Denis es y ha sido considerable. Utiliza todos los medios a su alcance para liberar a la danza de todas las servidumbres que obstaculizan su plenitud. Reúne a las fuerzas vivas de toda una generación de bailarines a los cuales, gracias a las excepcionales cualidades de su carácter y de su inteligencia, logra imponer el respeto ante un arte con siderado como un arte menor, antes de su advenimiento. A dichas cualidades se le añaden la lucidez y la perseverancia, que mantienen la llama de su genial instinto creador.
Bailarina inspirada, bailarina mística, considera la enseñanza de la danza como un ejercicio del culto a lo Divino, y estimula la inspiración en los demás. De este modo,
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dicha inspiración se convierte en una fuerza vital que fertilizará el terreno que verá nacer» a la modern dance americana.
Su infancia. La infancia de la pequeña Ruthie Dennis transcurre en Pin Oaks, la granja de sus padres cerca de Somerville en Nueva Jersey, rodeada de un padre ateo, ingeniero electricista que sueña con inventar máquinas voladoras, y de una madre profundamente creyente, antigua estudiante de Medicina que a veces da conferencias sobre la salud y la higiene. También está su hermano Buzz, que será para ella un preciado compañero.
Muy pronto, Ruthie siente la necesidad de expresarse por medio de la danza. No podemos decir si es el marco campestre de Pin Oaks el que la inspira, una apacible campiña apenas turbada por el murmullo de los riachuelos, pero podemos imaginar el ambiente que la rodea como un lugar propicio a la meditación. Aquí puede reflexionar profundamente sobre sus lecturas. Desde muy joven, Ruthie manifiesta su interés por la Crítica de la razón pura de Kant. Más tarde, La dama de las camelias de Dumas se convierte en su libro de cabecera. Pero su pasión fue el libro de Mabel Collins, The Idyll of the White Lotus, en el cual el autor cuenta la historia de una joven egipcia en meditación que recibe la visión de la Mujer de Loto Blanco, imagen que quizá tendrá en la vida de la niña que es aún, una influencia determinante.
Ruth St.Denis es al mismo tiempo una bailarina instintiva y una bailarina inspirada. En sus comienzos es solamente el instinto el que dirige la energía que anima su danza, pero cuando a los veintiocho años aborda realmente su carrera profesional de bailarina, el instinto se ve sometido y dominado por la fuerza espiritual que la habita.
Su adolescencia: tres acontecimientos determinantes. Ruth alumna.
En primer lugar, son dos los acontecimientos de carácter espectacular que producen una fuerte impresión en Ruth St.Denis.
En efecto, en una época en que todavía no sabe qué camino tomará su desarrollo artístico, Ruth queda impresionada por la representación de Burning of Rome, una comedia de magia que da el circo Barnum y Bailey en Nueva York. Es un espectáculo grandioso con un final animado por un centenar de personajes disfrazados de ángel. Aunque este cuento de hadas no tenga en sí mismo ninguna relación directa con la danza propiamente dicha, el impacto que Ruth recibe permanece y tiene como consecuencia despertar en ella sus ideas sobre la concepción del arte teatral y de la danza. Al volver a casa, confecciona su primer vestido de bailarina hecho con una cortina vieja.
Experimenta su segundo impacto artístico en Nueva Jersey, donde asiste a la producción de Egypt Through The Centuries {Egipto a través de los siglos), montado por una familia de artistas húngaros, los Kiralfy, que en su época tienen en América una gran influencia en el mundo del espectáculo.
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El tercer acontecimiento que marcará a Ruth St.Denis es de naturaleza bien distinta. Es la época en que en toda América es de buen tono entre las damas de la sociedad iniciarse en los nuevos principios que tienden a liberar a la mujer de la armadura que le ha sido impuesta por la sociedad. La señora Dennis, que es en su momento una persona muy avanzada, renuncia a la costumbre de llevar corsé y se pone a estudiar los principios de Delsarte con la señora Poté, antigua alumna de Steele MacKaye, el célebre actor que trabajó y estudió con Delsarte en París.
De esta manera, la señora Dennis se da cuenta de las disposiciones innatas de su hija para un modo de expresión próximo a la danza, y se le ocurre iniciarla en los principios de la gimnasia armónica, consecuencia directa de los principios de Delsarte.
Así pues, desde muy joven, Ruth recibirá de su madre una instrucción cuyas bases derivan de los principios de Delsarte. Más tarde, cuando se convierte en compañera de Ted Shawn, completará su educación estudiando seriamente los principios de Delsarte que Ted Shawn enseña y difunde por los Estados Unidos.
De la práctica elemental de los principios aprendidos junto a su madre, Ruth se da cuenta con lucidez de que son muy importantes, tanto para sí misma como para todos los que deseen expresarse plenamente con su cuerpo.
Un día, la señora Dennis lleva a su hija, que en aquel entonces tiene once años, a una representación ofrecida por Genevieve Stebbins. Para Ruth es un momento privilegiado. Después de reflexionar sobre la calidad del movimiento de Stebbins, de repente queda convencida de que la belleza corporal y todo cuanto otorga al hombre una cierta dignidad pueden expresarse por medio de la danza.
Ruth empieza a estudiar los bailes de sociedad con Maude Daven-port y algo más tarde, aconsejada por varias de sus amigas, la señora Dennis presenta a su hija a Karl Marwig, un profesor de renombre que vivía en Nueva York. Marwig reconoce el talento de Ruth y propone darle lecciones. Pero esto plantea un problema insoluble para la familia Dennis, que no dispone del dinero necesario para pagarle a su hija los gastos de los frecuentes desplazamientos que se vería forzada a hacer entre Nueva Jersey y Nueva York. El resultado es que sólo frecuenta los cursos de Marwig intermitentemente.
Posteriormente, Ruth prueba en vano de seguir los cursos de danza clásica de Marie Bonfanti, con quien estudió Isadora Duncan. Ruth abandona rápidamente, incapaz de seguir las clases más allá del estudio de la tercera posición, sobre las cinco tradicionales de la danza clásica. Lo cual, no obstante, no le impide bailar de puntas, sacando buen partido de los consejos de Marwig, consistentes, principalmente, en copiar las posiciones y las posturas de las estrellas de la danza, muy populares en aquella época.
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Ruth y su madre. Sabemos que su madre se dio cuenta muy pronto de las predisposiciones de su hija por la danza, y que, si bien no le enseña unos verdaderos principios, favorece la manifestación y el desarrollo de su personalidad artística y contribuye todo cuanto le es posible a su formación.
Ruth es adorada por su madre, que cree en el genio y talento de su hija. Incluso cuando, a veces, la señora Dennis no siempre comparte las ideas de Ruth, continúa a su lado, asistiéndola, aconsejándola y aportándole su ayuda, si bien mostrándose siempre exigente.
Los comienzos de Ruth. Antes de emprender su verdadera carrera de bailarina, Ruth participa en todo tipo de espectáculos y manifestaciones. Firma un contrato como actriz con la compañía Belasco. Es Belasco el que modifica su nombre de Dennis, convirtiéndolo en St.Denis. Con dicha compañía efectúa una gira en Londres (1900), y aprovecha su estancia en la capital inglesa para llegarse hasta París, donde ve bailar a Loi'e Fuller. Cuando vuelve a los Estados Unidos, continúa sus giras con la compañía Belasco. Ruth St.Denis comienza a imponerse como actriz, canta y baila, particularmente en la producción de La Du Barry (1904).
Pero un día se produce el acontecimiento imprevisible en la vida de Ruth St.Denis, cuyas consecuencias modificarán profundamente el destino de la artista.
El cartel. En 1904, son los principios de su tercer año en la Compañía Belasco. Ruth St.Denis tiene un pequeño papel en la obra La Du Barry, en la cual triunfa la célebre actriz Leslie Cárter. Desde su integración a la compañía, Ruth se daba cuenta cada vez más de que no estaba destinada a la clase de tarea que le imponía Belasco. No comprende que la mujer intrigante o la cortesana sean alabadas, a la par que tampoco aprecia la manera histérica de interpretar los papeles. Todo su ser se revuelve contra todo el sistema, y si hoy en día consideramos el camino andado por Ruth St.Denis desde que abandonó la compañía de Belasco, nos es posible imaginar cuál era su estado de espíritu en aquel entonces.
Un día, estando de gira en Buffalo, Ruth St.Denis y Honoria Donner, su mejor amiga, entran en un establecimiento a beber una soda, donde fortuitamente Ruth para mientes en un cartel colgado en la pared, detrás del mostrador. Para Ruth St.Denis es una revelación. El cartel, destinado a publicidad de una marca de cigarrillos, representa una diosa egipcia sentada en el nicho de un templo. Para Ruth es el reflejo de una imagen que dormita desde siempre en su subconsciente.
Esta diosa serena, misteriosa, contemplativa, real, es, para para Ruth, Isis modernizada, pero que continúa siendo la madre de todas las diosas inmortalizadas del Antiguo Egipto. Hipnotizada, Ruth ve aparecer en un instante, confundidos en una sola visión, el presente y el pasado reunidos.
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Las dos jóvenes salen del establecimiento, y unos instantes después la fiel «Patsy» vuelve sola y se procura el cartel por un dólar.
De vuelta a San Francisco, Ruth hace un vestido reproduciendo con toda fidelidad el de la diosa Isis y se hace fotografiar en la posición ilustrada en el cartel, vestida como la diosa egipcia.
Desde el instante en que descubre el cartel, Ruth no puede deshacerse de la idea de que debe absolutamente crear una danza inspirada por el personaje de Isis. A toda prisa empieza a buscar la documentación necesaria para realizar la danza. Consulta todas las obras que pueden proporcionarle información en las bibliotecas y va en pos de todos los datos que puedan ser de una ayuda preciosa para la composición de la danza.
Por fin, Ruth sabe que de ahora en adelante será una bailarina. Ya no le es posible continuar su existencia de artista de variedades. El cartel marca una ruptura en su vida; de un lado, es el pasado que se ha terminado definitivamente; y del otro, es el futuro en el cual Ruth ve despuntar una palabra, casi desconocida: coreografía. Para Ruth el cartel representa el nacimiento divino.
Al volver a Nueva York, donde vive ahora su familia, Ruth anuncia a sus padres su descubrimiento y su proyecto. Se siente febril; su madre y su hermano comparten su entusiasmo.
En lo sucesivo, Ruth sabe que no puede resistirse a una especie de llamada y decide entonces convertirse en una bailarina oriental. El cartel es la chispa que enciende la llama que velaba en ella.
Entonces utiliza todos los medios a su alcance para triunfar. Tiene que encontrar una suma de dinero considerable para realizar su proyecto, porque no puede permitirse un fracaso.
La preparación del espectáculo oriental. Obsesionada por su deseo de triunfar, reúne todas las probabilidades para el éxito de su empresa y prepara minuciosa e inteligentemente lo que debe ser su obra.
Se va a Coney Island, porque se entera de que auténticos nativos de la India presentan una atracción. Los actores del espectáculo, llamado Las calles de Delhi, son verdaderos faquires y verdaderos encantadores de serpientes con sus cobras. Junto a ellos, Ruth descubre la auténtica atmósfera que debe ser reproducida en su espectáculo, y el descubrimiento del encantador de serpientes le inspira la idea de la danza The Cobras (Las cobras).
Es un primer paso, pero aún deberá recoger en otras fuentes más información sobre la India. Frecuenta la biblioteca Astor y consulta muchos libros interesantes. Se familiariza
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con la mitología y la religión hindúes, Krisna y Radha dejan de ser desconocidos para ella. Hace todo lo posible para entablar relación con los medios hindúes de Nueva York, deseosa de obtener precisiones sobre la disposición de las ceremonias del culto en los templos de la India.
Ruth St.Denis se entrevista con el eminente especialista Edmund Russel, quien conoce perfectamente la India y los detalles de la vida cotidiana en este país. Además, Russel le proporciona valiosas indicaciones sobre la manera de vestir de las mujeres.
Prosiguiendo con sus investigaciones, Ruth descubre una tienda especializada en productos procedentes de la India, sobre todo en telas y en adornos. Los propietarios, los Bhamgaras, contentos de encontrar a una joven americana entusiasta y enamorada de la India, le proponen que participe en la inauguración de su establecimiento. Es la ocasión inesperada para Ruth St.Denis de bailar por vez primera su composición titulada The Cobras.
Su fiel amiga Honoria Donner la ayuda enormemente en sus investigaciones y en la preparación de su espectáculo. En marzo de 1906, Ruth realiza su proyecto ofreciendo una sesión matinal en el Teatro Hudson de Nueva York. Veinticinco damas patrocinadoras han financiado esta primera representación. Se ha invitado a mucha gente y el teatro está lleno. Es el triunfo de Ruth, dos años después de haber visto el famoso cartel en Buffalo.
La prensa se muestra pródiga en alabanzas y elogia la sensacional matinal. Algunos críticos pretenden que Ruth St.Denis ha fundado un nuevo culto, pero Ruth no presenta su famosa danza Egypta hasta el año 1910.
Antes del Denishawn. Después del éxito obtenido en Nueva York en la primavera de 1906, Ruth St.Denis efectúa una gira por Europa. Hace su aparición en escena en Londres, París, Berlín, en diversas ciudades de Alemania y en Praga, Budapest y Montecarlo. Pero durante este periplo que se escalona a lo largo de tres años (junio 1906-junio 1909) es sobre todo en Alemania, en Londres y en París donde es más calurosamente recibida, del mismo modo en que lo habían sido Loi'e Fuller e Isadora Duncan.
Hoy en día nos parece imposible admitir que el triunfo obtenido por Ruth St.Denis fuera esencialmente el de una bailarina. En efecto, en aquella época, Ruth St.Denis es más bien considerada como una star, una especie de vedette del music-hall, incluso una artista de variedades, cuya presencia en escena se convierte sobre todo en atracción porque su programa se compone esencialmente de números de danza de carácter exótico. Se distingue particularmente en Radha, Incensé, The Cobras, Nautch, Yogi, cinco danzas inspiradas por la mitología y el folclore de la India.
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Es principalmente al público alemán al que más impresiona; se le ofrece la posibilidad de establecerse en Berlín, en un teatro construido en su honor. Pero Ruth St.Denis la rechaza, consciente de que, en primer lugar, es, ante todo, una bailarina americana.
Después de obtener una extraordinaria reputación artística en Europa, Ruth St.Denis, de vuelta a los Estados Unidos, es contratada para bailar en el Teatro Hudson, en Nueva York, en noviembre y diciembre de 1909. Primero se presenta en escena en sesión matinal, y se convierte luego en la primera bailarina americana a la cual le ofrecen actuar en sesión de noche.
A finales del año 1910, Ruth St.Denis empieza una gira por los Estados Unidos que termina en California en abril de 1911. Completa su programa con Egypta, su primera producción calificada de dance-drama. Fue durante este periplo cuando Ted Shawn la vio bailar en Denver en marzo de 1911.
De 1911 a 1914, Ruth St.Denis atraviesa un período difícil. Su empresario Hénri B. Harris hace un mal negocio con la gira de 1910-1911; no obstante, no se desanima y le pide a Ruth que continúe presentándose. Entonces compone dos nuevos dance-drama: Baka-wali y O-Mika. Pero el infortunio la persigue obstinadamente: Harris desaparece en el naufragio del Titanic, y Ruth se queda sola y sin dinero. Consigue, empero, presentar sus dos nuevas creaciones en el Fulton Theatre de Nueva York el 11 de marzo de 1913. Pero no por ello logra superar sus graves problemas financieros, aunque sobrevienen en unos momentos en los que el público aprecia un cierto tipo de danza de exhibición. Debe entonces ajustarse a este gusto del momento, pero, para conseguirlo realmente, le es absolutamente indispensable una pareja. Entonces conoce a Ted Shawn: nos hallamos en la primavera del año 1914.
Ruth St.Denis y el Denishawn (véase Denishawn) Ruth St.Denis. La bailarina.
Una no auténtica bailarina oriental. La visión de un cartel desencadena su pasión por el Oriente. Lo que fue para ella una casualidad es el origen de toda su carrera. Siente en su interior una especie de llamada que la empuja a convertirse en bailarina oriental. Auténticas o no, sus danzas causan gran entusiasmo a todos los que la ven bailar y despiertan en algunos el deseo de convertirse en bailarines. Su proyección es, sobre todo, la de una bailarina que crea una nueva forma de expresión de la danza por el carácter de sus composiciones orientales.
Su danza y la visualizarían musical. Durante su estancia en el Denishawn, experimenta su idea de visualización de la música, hecho importante que marca una progresión indudable en la evolución de la danza.
Es difícil determinar quién fue el verdadero innovador de este sistema. Hubo una Isadora Duncan que bailaba música sinfónica, y Ja-ques-Dalcroze que preconizaba en sus principios de educación musical lo que Ruth St.Denis realiza con sus composiciones de music-visualiza-', tions, una forma de trabajo dirigida por un
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coreógrafo y que consiste en que cada bailarín siga fielmente, nota por nota, la música de un instrumento determinado de la orquesta. A partir de 1922, los programas del Denishawn incluyen, generalmente como introducción, danzas que se presentan como music-visualizations firmadas por Ruth St.Denis y Ted Shawn.
Ruth St.Denis: La mística. El fin de una vida consagrada a la danza.
Después de su ruptura con el Denishawn, Ruth St.Denis se convierte en la gran mística de la danza, pero reduce su actividad y sólo se presenta ante el público ocasionalmente. Desde el mismo instante en que Ruth St.Denis considera que la danza es su verdadero medio de expresión artística, concentra toda su energía para alcanzar su única meta: hacer de la danza una fuerza espiritual para afrontar el mundo materialista de su época. Las otras artes: música, poesía, pintura, escultura se han puesto al servicio de la religión; Ruth desea que lo 'mismo ocurra con la danza.
Medio retirada, se interesa entonces por las danzas religiosas que a veces presenta ya sea en las iglesias de Nueva York, como su Ritual of the Masque of Marie {Ritual de la máscara de María), (1934), ya sea en los círculos privados que funda ella misma, como su Sociedad de las Artes Espirituales, su Coro Rítmico o su Iglesia de la Danza Divina.
Un cenáculo de adeptos reúne algunos representantes del culto de todo tipo de religiones; le es fiel y aprecia sus creaciones: Color Study of the Madonna {Estudio en color de la Madonna), Blue Madonna of St.Marks {La Madonna azul de San Marcos), o Gregorian Chants {Cantos gregorianos).
Ruth St.Denis se establece en Hollywood, y entre 1940 y 1960 vuelve a bailar todas sus composiciones a fin de que sean perpetuadas por la filmación. Sin tregua, hasta la edad de ochenta y cinco años, continúa al servicio de la danza. Se desplaza con frecuencia, dispensa su enseñanza e ilustra personalmente con sus danzas unas series de conferencias. En Nueva York, en mayo de 1940, junto a la etnóloga La Meri, una bailarina que es a la vez pedagoga y escritora, funda la Escuela de Natya, que dos años más tarde se integra al Centro de danzas etnológicas que funda La Meri.
En 1941, Ruth St.Denis se presenta ante el público en Jacob's Pi-llow, donde, veinticinco años después de su creación, vuelve a ofrecer su danza Radha.
En 1960, se vuelve a Long Island, donde ya ha instaurado la enseñanza de la danza en el Adelphi College, para dirigir una nueva sección: Las artes y la religión.
En 1961, baila Incensé en Boston, cincuenta y cinco años después de su primera aparición en esta ciudad.
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