“Radios comunitarias y empoderamiento social de los vecinos: Tres estudios de caso”
“Se puede decir que las primeras experiencias de radio comunitaria se iniciaron en América Latina hace casi medio siglo y durante muchos años los pueblos indígenas, sindicatos, universidades, iglesias, sectores privados y Estados combinaron sus esfuerzos, haciendo de la radio de la radio comunitaria la región más dinámica y diversa del mundo” 5. Hoy en día, existen muchísimas experiencias de radios comunitarias a lo largo de América Latina, de hecho, los 10 países sudamericanos poseen radios afiliadas a AMARC y unos cuantos países de Centro América comparten la misma situación. Las radios comunitarias en América del Norte son un fenómeno relevante en las comunicaciones y diverso al igual que en América Latina. En Estados Unidos y Canadá, se suele dar que las radios comunitarias urbanas se preocupen sobretodo de cubrir los problemas y reivindicar a los grupos marginados de la sociedad, mientras que las rurales se preocupan de la comunidad en general. También son muy importantes las radios indígenas sobretodo en Canadá, las cuales suelen conectar a grupos aislados y provisionarlos de un medio de comunicación que muchas veces tiene múltiples funciones como servir de “teléfono, correo, punto de encuentro y de maestro 6”. Existen tanto en Estados Unidos como en Canadá radios comunitarias afiliadas a AMARC En Europa, el fenómeno de las radios piratas de la década de 1970, que surge por el monopolio radial del Estado, decayó durante los años 80 en la misma medida que decae el monopolio gubernamental. Hoy en día, en casi todos los países se puede encontrar una legislación vigente con respecto a las radios comunitarias y un gran número de radios comunitarias funcionando tanto en Europa occidental como oriental. Desde luego, una buena parte de los países europeos posee radios comunitarias afiliadas a AMARC, sin embargo, el número de radios por país no suele sobrepasar las 5 estaciones comunitarias. Finalmente, en Oceanía existen radios comunitarias en casi todos los países que componen este continente. Las radios oceánicas y sobre todo las australianas, cuentan con una gran legitimidad por parte de la sociedad en su conjunto y están encargadas tanto de roles educativos como de difusión para los distintos grupos indígenas que coexisten en el continente. En torno a los débiles marcos legales que existen en el mundo con respecto a las radios comunitarias (incluido Chile), existen países en los que sí han sido reconocidas legalmente como “tercer sector 7” en la radiodifusión, lo que significa que las estaciones de radios comunitarias son reconocidas como fundamentales para la democratización de los medios de comunicación, el desarrollo democrático de una sociedad, la participación ciudadana y la cohesión comunitaria, además de constituirse como instituciones sin fines de lucro. Entre los países que destacan en esta materia, están el caso de Canadá, Colombia, Sudáfrica y Australia. Contexto chileno.En el caso chileno, las radios comunitarias aparecen fuertemente desde la década de 1970, generalmente por razones político-sociales, sin embargo, existen algunas 5
Ídem. Ídem. 7 Los otros dos sectores son el comercial y el público. Ser reconocido como tercer sector es sumamente importante ya que se reconoce la distinción comercial/comunitario, en donde cada sector tiene sus propias aristas en la ley de comunicaciones de cada país. 6
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