entrevista uc en la sociedad
—¿Nunca pensaste en estudiar Música? Tal vez así podría haber sido más compatible… —Sí, di los exámenes para composición en la Universidad Católica y en la Universidad de Chile. Fui a clases de oyente, pero no estaba tan convencida de que fuera lo mío estudiar composición clásica. Si bien me entrené con piano docto durante 10 años, no me sentía satisfecha con la experiencia universitaria musical. Quería hacer algo más intelectual, tener un poco más de estímulo académico. Y como la música la iba a seguir haciendo siempre, creí que era bueno complementarla con otra cosa. —¿Por qué los músicos populares huyen del mundo docto? ¿No es compatible, es muy rígido? —Es rígido, es exigente y virtuoso. Yo llegaba con una canción de tres acordes y no tenía ninguna concepción de las
“Soy mucho más una escritora que una compositora virtuosa. Me siento más cercana al relato, al texto, y luego eso se fue acompañando de música”.
ARCHIVO PERSONAL FRANCISCA VALENZUELA.
“Creo que fue una decisión entretenida y correcta. Estuve dos años y medio con una actividad estudiantil regular, pero en ese tiempo ya tocaba en un circuito jazzero alternativo, sola al piano”, recuerda la cantante. “Luego armé un proyecto de rock pop, hice demos, fui a las radios, y empezó a haber un propósito más profesional, con una búsqueda y un picar piedras que culminó en una carrera, que tomó tiempo y que me comenzó a exigir más”. Ese fue el momento en que, como ella lo define, se produjo “un choque práctico” de tiempo entre las obligaciones académicas y la demanda de su naciente carrera musical. Su intención siempre fue seguir cursando la carrera, nunca abandonarla, pero el futuro diría otra cosa.
FOTOGRAFÍA DE CARLOS MÜLLER
F
rancisca Valenzuela Méndez no es dulce. Como lo asegura en una de sus primeras canciones, las que la convirtieron con rapidez en una verdadera celebridad local, ella no es del tipo de chica que derroche cascadas de miel por toda la piel. No, lo suyo tiene que ver más bien con una seguridad elegante y con el encanto de quien tiene las respuestas claras. Con ese magnetismo tan poderoso que tienen las estrellas de rock. Con 26 años y dos discos a su haber – Muérdete la lengua (2007) y Buen Soldado (2011)–, esta exalumna UC hoy forma parte de la realeza del pop chileno con más proyección internacional. Gran parte de su año lo distribuye en largas giras por México y Estados Unidos, y este 2013 su paso por España dejó una estela de halagos para una cantautora que, sentada al piano, ya proyecta sus años venideros radicándose por largas temporadas en el otro hemisferio. ¿Qué tiene ella que le falta al resto? Simplemente, un talento tan grande como su carisma. Nacida y criada en California, lugar donde vivió hasta los 14 años por el trabajo de sus padres, los científicos Pablo Valenzuela Valdés (uno de los participantes en la creación de la vacuna contra el virus de la hepatitis B) y Bernardita Méndez Velasco (doctora en biología de la UC), Francisca entró a estudiar Periodismo en nuestra Facultad de Comunicaciones, en 2005, por considerar que el dinamismo de la carrera podía conciliar con sus múltiples intereses. Hasta ese momento, su vida se repartía entre la música, la escritura y la lectura de no ficción de sus plumas favoritas.
INDEPENDIENTE. Francisca trabaja de forma independiente. Fundó su propia empresa y sello para desarrollar sus producciones musicales.
escalas doriales y sus alteraciones. Y si bien era interesante conocer esa teoría, a mí no me fascina su aplicación. Soy mucho más una escritora que una compositora virtuosa. Me siento más cercana al relato, al texto, y luego eso se fue acompañando de música.
CIENCIA MUSICAL Antes de que Francisca Valenzuela se subiera a los escenarios a mostrar sus canciones, ya sabía bien qué eran las giras, los autógrafos y las fotos del público. En 2000, cuando apenas pasaba los 13 años, publicó en Estados Unidos la recopilación de poesías Defenseless Waters, bajo la editorial El Andar Books, un libro que, entre otros, recibió los aplausos de gente como la mismísima
DISCOGRAFÍA. Esta cantante ha editado dos discos de manera independiente: Muérdete de lengua en 2007 y Buen Soldado en 2011, distribuidos en Latinoamérica, Estados Unidos, México y España.
Isabel Allende y que salió a promocionar por varias librerías de California. Luego vino Abejorros/Madurar, bajo la editorial Plaza y Janés, texto que se distribuyó por España y Latinoamérica, y que la crítica definió como “magníficos relatos de estilo minimalista, que arrojan una mirada tierna y penetrante que se pasea por el mundo familiar de los protagonistas”. En sus presentaciones editoriales, Francisca aprovechaba de mostrar sus composiciones a base de teclados y guitarras. En 2006, luego de asistir a un programa intensivo de jazz en el Berklee College of Music, hizo en Chile su primer intento musical profesional con el lanzamiento de “Peces”, el single que comenzaría todo: un lamento adolescente sobre elegir mal en la vida. “Yo siempre escribía antes de hacer música, y coincidió el interés y la habilidad para hacerla de una manera más profesional. Mi interés hacia la música tiene que ver con un acercamiento a la comunicación a través de las letras. Y
esa es la verborrea que a mí me sale en las canciones”, cuenta sentada en un Starbucks de Providencia, hablando rápido, a días de emprender un nuevo viaje para comenzar a grabar el que será su tercer disco. —¿Esos cuentos o poemas –que partiste escribiendo desde chica–, llevaban música también en tu cabeza? —Eran historias en silencio contra el papel. Escribía mucho, mucho, desde bien chica. Y en ese tiempo en Estados Unidos, en San Francisco, se vivía una cultura juvenil literaria fuerte. Yo me compraba revistas, participaba en concursos, me tragaba los libros. —Y todo eso a los 13 años… Bien adelantado para el común de los adolescentes. —Muy adelantado. Y ahora que lo veo en perspectiva, fue el sueño cumplido. Yo lo hacía todo con súper profesionalismo, era disciplinada, pero creo que nunca le tomé el peso de verdad.
“Mi interés hacia la música tiene que ver con un acercamiento a la comunicación a través de las letras. Y esa es la verborrea que a mí me sale en las canciones”. —¿Y tampoco pensaste en estudiar Literatura? —No, porque las carreras de Literatura tradicionales me parecían sumamente teóricas, y yo quería algo que fuera más poético, guiones quizás, algo más creativo y estimulante, con contenido, pero que no fuera lingüística pura. El Periodismo me pareció más cercano a eso. 27