FOTOGRAFÍA DE ÁLVARO DE LA FUENTE
talento público
“El arte cumple esa función maravillosa de romper las fronteras, de establecer una relación entre las naciones mucho más potente que lo que ha logrado hacer la política en estas casi dos décadas que llevamos del siglo XXI”. eso. Parece que me he mal acostumbrado a tener un mayor nivel de atención de la gente. (…) Tal vez el prejuicio de hacerlo siempre de manera profesional no deja expresarme de una forma más sencilla y modesta a la hora de atender a los amigos. Este año empecé a intencionar el hecho de cantar en familia y me compré el braserito del cual estoy súper orgulloso. Lo hice para evocar de alguna manera esa vida de la Violeta Parra en el campo en torno al fuego, esa búsqueda de hacer ritos que finalmente rescaten esa tradición y que te centren, dentro de lo urbano, en espacios mágicos. —¿Y eso le recuerda su infancia? —Yo creo que sí porque nos criamos así. Ahora mis hijos están empezando a cantar también y a tocar de manera natural algún instrumento. Yo no los he forzado nunca para ser artistas. Sí les he enseñado a amar la música y el arte en general. Entonces ellos también pasan a ser parte del cuadro ahora, porque al más chico le gusta tomar el cuatro y canta un poco. ¡Y le sale lindo! Manuel García Herrera, de 46 años, es padre de tres niños junto a su esposa, la educadora diferencial Claudia Caviedes. Emilio, tiene 12 años, Santiago 10 y Luciano 9. Es siempre honesto, pero no le gusta revelar su vida privada más de lo necesario. Como lo ha contado en ocasiones anteriores, su infancia en Arica fue pobre. Junto a Manuel padre; su madre, Normandía Herrera; y sus dos hermanos vivieron años esforzados pero felices en una casa de cholguán y piso de tierra.
CARRERA TARDÍA La austeridad ha sido parte de su influjo cultural y también necesario para forjar una trayectoria artística tardía y a punta de sacrificios. En 1994, mientras la radio tocaba a Los Tres, cuyos músicos son de la misma generación de Manuel, él decidió abandonar su carrera de profesor de Historia en la Uni-
versidad de Tarapacá (solo le faltaba la tesis para titularse). A los 24 años inició su camino en la música y decidió trasladarse a Santiago a estudiar guitarra en la Universidad Católica. —¿Cómo fue la experiencia de estudiar con Luis Orlandini en la UC? —Bueno, a mí me recibieron de buena voluntad, yo venía muy atrasado y había muchos jóvenes que, a mi edad, ya estaban becados para estudiar afuera, otros, incluso más chicos que yo, terminando la carrera (que duraba 10 años). Por lo tanto, tuve que hacer un esfuerzo bien grande para nivelarme y estar a la altura y la exigencia de una maestría. Trabajé bastante y estudié muchísimo este instrumento. Estuve dos años y medio en la UC, durante los cuales tenía que llevarme partituras a la casa y practicar ocho horas al día, con mucho rigor. En la universidad había cariño y paciencia porque sabían que estaba en ese proceso de aprendizaje, entonces de todos lados recibía consejos. (…) Se generó un ambiente bonito con la gente y yo quiero mucho a esos compañeros, porque a veces son contextos súper competitivos.
LIDERAZGO ARTÍSTICO. Su carrera como solista partió en 2005 y adquirió mayor relevancia luego del surgimiento de una nueva camada de cantautores chilenos jóvenes como Nano Stern, Camila Moreno y Francisca Valenzuela. Es reconocido en la escena nacional por incorporar un relato social y político en sus composiciones.
—¿Quiénes fueron sus maestros en esa época? —Aprendí mucho de Óscar Ohlsen, quien nos hizo clases y me acuerdo también de Juan Pablo González, del profesor Jaime Donoso -quien fue decano de la Facultad de Artes- y Víctor Saavedra. Este último recuerdo que tuvo harta paciencia conmigo, porque me costaba mucho la teoría. —¿En ese momento partió con la banda Coré? —El grupo se formó en la universidad en 1996. Era una banda de música popular, de raíz latinoamericana. Recuerdo que mis compañeros que integraban ese conjunto me sorprendieron y armaron como con diez canciones mías. Fue una gran emoción y ahí comenzamos. Ellos conocían mis canciones. Habíamos creado una con ellos que se llamaba “Vicente”, por Vicente Van Gogh; otra que era “Tu ventana” que después grabé como solista. También habían montado “El viejo comunista” y varias otras composiciones. 9