Visión Universitaria N°205

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octubre de 2011

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Investigadores trabajan en una vacuna contra la salmonella • La académica de la Facultad de Ciencias Biológicas Susan Bueno, quien lidera los estudios, explica que es fundamental priorizar la prevención por sobre el tratamiento contra esta bacteria. Daniela Farías

Un nuevo brote de salmonella alarmó a los ciudadanos de Santiago durante septiembre. Los casos surgieron en Peñalolén, lugar en el que ocasionó la muerte de una persona y la intoxicación masiva de otras 40. Los riesgos que tiene este microorganismo para la salud humana han motivado a la académica de la Facultad de Ciencias Biológicas e investigadora principal del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, Susan Bueno, a desarrollar una nueva vacuna, específicamente contra esta bacteria del tipo enteritidis, que es la que deriva del consumo de huevos o carne de ave crudas. Los estudios pretenden inmunizar a los pacientes a través de una sola dosis, que entregue protección a largo plazo, cualidad que no poseen las otras alternativas disponibles en el mercado. Los trabajos comenzaron hace cuatro años, financiados por Fondecyt y el Núcleo Milenio

en Inmunología e Inmunoterapia, con el objetivo de controlar –gracias a análisis genéticos– uno de los mecanismos que permiten a la bacteria ‘engañar’ al sistema inmune para que no la detecte. Esto es lo más complejo, ya que la salmonella genera proteínas que evitan que las células del cuerpo encargadas de activar la inmunidad lo hagan; así puede invadir la célula y mantenerse en su interior sin que pueda ser eliminada. Según explica Bueno, lo que hacen otras vacunas es que el microorganismo muera cuando entra al organismo infectado, por falta de nutrientes. En cambio, este trabajo busca anular su capacidad de engañar al sistema inmune, para que sea éste el que reaccione y la ataque. «Hemos realizado pruebas en animales y comprobamos que del total de los roedores vacunados, el 75% generó muy buena respuesta inmune», explicó la científica. Estos estudios han conducido a una solicitud

LA SALMONELLA genera proteínas que evitan que las células del cuerpo encargadas de la inmunidad se activen.

de patente y a recientes publicaciones en las prestigiosas revistas científicas internacionales Vaccine y Plos One. La científica destaca la importancia de potenciar la prevención de este mal, por sobre su tratamiento: «A nivel de países desarrollados, están

apareciendo casos de bacterias que son resistentes a todo tipo de antibióticos, lo que puede convertirse en un problema de salud pública en el corto plazo. Por eso es importante encontrar nuevas fórmulas para inmunizar a la población».

Buscando materiales para almacenar hidrógeno • El académico de la Facultad

de Física, Alejandro Cabrera, persigue en su investigación que este gas pueda sustituir al petróleo. Solange García

El primer elemento de la tabla periódica es una alternativa a la gasolina en motores. La industria automotriz ha desarrollado baterías eléctricas especiales que consumen hidrógeno para impulsar autos con motor eléctrico, las que son conocidas con el nombre de ‘celdas químicas’. Sin embargo, la comercialización de estos vehículos está detenida porque no existen estanques seguros de hidrógeno y, por ejemplo, ante un choque, pueden explotar destruyendo todo en 50 metros a la redonda. Por eso, el último trabajo del profesor de la Facultad de Física Alejandro Cabrera, que fue publicado en el International Journal of Hydrogen Energy –revista europea destinada a rescatar los avances de los científicos del mundo–, trata sobre el uso del hidrógeno como sustituto del petróleo. En el mundo existen unos 900 prototipos de

EL PROFESOR ALEJANDRO CABRERA junto a su alumno, Rodrigo El Far, trabajando con la cámara de ultravacío.

automóviles que usan hidrógeno como combustible, algunos con tanque criogénico, es decir, con este gas en estado líquido a -252.87 °C. Algo muy caro y riesgoso, pues al abastecer el vehículo también pueden ocurrir accidentes: a este nivel de frío, quema. Cabrera explica que su desafío no es generar electricidad, pues para eso hay alternativas, sino encontrar un material donde almacenar hidrógeno en forma segura.

La investigación es un estudio conjunto con el profesor Peter Lievens de la Universidad Católica de Lovaina, donde trabajan con materiales alternativos en forma de clusters (grupos de pocos átomos) para almacenar hidrógeno, en este caso paladio y niobio. Del último, no hay mucho; el paladio también es escaso, pero entendiendo su comportamiento se le pueden buscar sustitutos. Los académicos descubrieron que hay una gran cantidad de hidrógeno absorbido por cúmulos de niobio, sólo comparable a la absorción del paladio. Como contraejemplo, películas continuas de niobio no absorben hidrógeno. Por esto, dicen, «trabajamos en cúmulos metálicos que tienen un número finito de átomos, que son separados el uno del otro. Estos cúmulos o clusters permiten que el hidrógeno entre a ellos en forma atómica, llenando las celdillas del cúmulo y produciendo estabilidad y seguridad», explica Cabrera. Así, el hidrógeno es liberado en forma gaseosa, lo que puede ser utilizado en autos. Este es un paso importante para almacenar hidrógeno a menor presión y ojalá a temperatura ambiente. El paso siguiente es descubrir otro material de características similares al niobio o el paladio, pero que se encuentre en forma más abundante en la naturaleza.


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