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Semana del 26 de julio al 1 de agosto de 2013
Denuncias
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LOS SÍMBOLOS, CÓMO SE CUIDAN Y SE COLOCAN DICEN MUCHO DE UNA CIUDAD
Mucho mástil, para tan poca bandera Curioso y pertinente estudio sobre las banderas que lucen en los edificios públicos de la ciudad
Cuatro imágenes de edificios oficiales con sus banderas: Ayuntamiento y viejo Consistorio, con las cuatro; Delegación de Defensa y Policía Nacional, tan solo la rojigualda
POR MANUEL HERRERO R. GRÁFICO: M.H.A.
Tan poca tela como la que sustenta una corbata puede hacerse notar hasta cuando falta. Mucho significado para apreciar o repudiar. Un elemento prescindible, así lo deben de pensar, para no encargarse ni de reponerlas, ni de mantenerlas en buen estado en los edificios públicos: son solo banderas. Con absoluta asepsia, ciertos edificios públicos lucen como única bandera la que se corresponde con su dependencia administrativa. Encontrándose en este caso, la
Comisaría de Policía, el cuartel de la Guardia Civil o la Delegación de Defensa, de donde cuelga como única enseña, la rojigualda, contrastando con otras instituciones que ponen más color en sus fachadas luciendo otras banderas. Lo cierto es que ni existe uniformidad ni coherencia a la hora de colgar las banderas y cuáles en los centros educativos. En un ligero repaso, se puede encontrar, centros de enseñanza media luciendo las cuatro banderas diferentes, caso que se da en los institutos Claudio Moyano y Maestro Haedo; reduciéndose a tres, en el María de Molina y en el Río Duero, donde, aunque haya tres más-
tiles, normalmente solo cuelga la bandera europea. Los intentos de reponer las que faltan, que tampoco son muchos, suelen resultar bastante inútiles, desapareciendo con prontitud por su condición de alcanzables. Diferenciándose de los demás, el instituto Alfonso IX, con dos banderas, tantas como mástiles dispone. Dándose para el resto de centros de enseñanza una situación similar, hasta el punto de llegar a encontrar tantos casos diferentes como colegios de primaria hay. Tampoco todo en el tema de banderas es cuestión de estado, tamaño o número; pueden apreciarse otras, llamemos, curiosida-
des. La más asombrosa, con la seña bermeja: Recordemos que la componen ocho tiras rojas separadas, que representan las victorias de Viriato sobre los romanos, y una verde como reconocimiento del rey Fernando el Católico, a los zamoranos, por su participación en la batalla de Toro. En pocos edificios públicos, cuelga la auténtica bandera de Zamora. Dándose alguna excepción en el Ayuntamiento, cuartel de la Policía Local, Palacio de la Encarnación y la Delegación de la Junta, sita en la avenida de Requejo. Siguiendo el resto la tendencia de utilizar una bandera sucedánea, que incluye unas pequeñas líneas
blancas, de utilidad para su confección, pero que deberían desaparecer, aunque sea mediante el corte con tijera, antes de exhibirlas en centros oficiales. Una peculiaridad de nuestra bandera, para aceptar como tantas cosas, porque Zamora es así. Y la bandera que representa a la autonomía puede encontrarse, con escudos por ambos lados, o solo por uno, situación que le concede un aspecto entre rocambolesco y gracioso, cuando ondeando presenta una u la otra cara. Compruébenlo en el viejo edificio municipal, en el Parador, o en la sede de la Diputación Provincial. ¡Les ha quedado bandera!
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