500 - Octubre 2015

FELICIDADES, BOLETÍN. ENHORABUENA, HERMANDAD Por Manuel Mercader Burgos Presidente de Honor on José María Ruíz Esteban, ínclito y eficaz presidente de D nuestra Hermandad de la Virgen del Mar de Madrid, me pide, con su más que notable capacidad de convencimiento, que escriba unas líneas con motivo de la publicación del número quinientos del boletín de nuestra Hermandad. Grato encargo que cumplo con mucha ilusión y una pequeña dosis de temor porque la exigencia, más que comprensible, de la limitación de espacio genera en mí una razonable inquietud ante la evidencia de todas aquellas cosas que no podré mencionar y que solo quedarán grabadas en las neuronas de nuestro cerebro. Y frente a esta sensación, aparece el sentimiento contrario, al conocer la más que sobresaliente nómina de firmas que darán el máximo esplendor a un boletín que conservaremos en nuestra biblioteca con mucho esmero y mayor cariño.

Superado este breve exordio y por las razones anteriormente apuntadas, quisiera en esta ocasión limitarme a comentar dos momentos, en mi parecer singulares, de la vida de nuestra Hermandad. Aunque hay otros muchos más, similares, que quedarán en el archivo mental de asuntos pendientes, dignos de ser tratados en ocasiones venideras.

El primer recuerdo que se ilumina en mi memoria, corresponde a un acto celebrado en mayo de 2008, que tuvo lugar en el salón parroquial de la Real Iglesia de San Ginés, con motivo de la celebración del quincuagésimo aniversario de la fundación de la Hermandad. Intervinieron muchos y destacados miembros de ésta, entre los que quisiera citar, ante todo, a los Excmos. señores don Miguel Vizcaíno Márquez y a don Carlos Granados Pérez.

El primero de ellos, ya con muchos años cumplidos pero con voz pausada y clara y mente muy lúcida, comenzó su intervención preguntándose a sí mismo y preguntando a los asistentes si no veíamos algo así como una especie de milagro en el hecho de que estuviéramos reunidos para celebrar el medio siglo de la Hermandad, en cuya constitución él tuvo tanto que ver.

Don Carlos Granados, excelente jurista y Magistrado del Tribunal Supremo, trazó con gran habilidad y precisión, las sobresalientes y ejemplares dotes de su padre, mi egregio paisano don Miguel Granados López, tanto personales y humanas como profesionales y hasta literarias. Persona ejemplar que ha pasado a la historia de la Hermandad como activo miembro fundador y su primer presidente, cuyas pautas y ejemplo hemos seguido, con mayor o menor acierto, todos aquéllos que nos hemos inspirado en sus consejos.

No debo seguir adelante sin pedir auténticas excusas a todos los demás intervinientes, 22 / Virgen del Mar / octubre 2015