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de mucho menos consumo de agua que el césped y a la vez tienen un impacto visual y para la biodiversidad mayor.

La implicación del comercio requiere también del compromiso de la ciudadanía con un comportamiento cívico para respetar las jardineras, no dejar residuos o colillas en estas y evitar que los perros orinen en las mismas.

Debido a la sequía, el Ayuntamiento ha adaptado los usos del agua a las directrices establecidas por la Generalitat de Catalunya. Estas tienen repercusión, entre otras medidas, sobre las fuentes ornamentales de la ciudad, que no se pueden rellenar. Para garantizar la salubridad de las mismas, el Ayuntamiento las ha vaciado y cercado para impedir el acceso a su interior. Las actitudes cívicas son clave para que las fuentes se puedan poner en uso en cuanto se pueda. Dejar acceder a animales o que lo hagan personas para jugar , además del peligro de accidente, puede conllevar la rotura de los mecanismos de las fuentes. Es por ello que debe respetarse la prohibición de acceso.