6 La ciudad se ha tragado las luces nos detenemos a ver que sucede una procesiĂłn de luciĂŠrnagas inaugura el reinicio de nuestro descenso a los infiernos Estas aceras ya contienen nuestros pasos Hemos afilado voces para nuestros oĂdos Las vitrinas revelan la abundancia del deseo que se agolpa como posibilidad y nos ahoga
56