El Curanderismo y sus ataduras • •
Por la Biblia sabemos que: Todo lo que viene de Dios es bueno, agradable y perfecto. Dios no hace acepción de personas.
• Esto quiere decir que él no manda un hijo con problemas, él no manda una enfermedad. • La enfermedad no proviene de Dios. DEBEMOS ANALIZAR SI NUESTROS ASCENDIENTES ACUDIERON A ALGUN CURANDERO por las consecuencias que esto implica. • Un curandero o adivino trabaja con varios espíritus. Es un siervo de las tinieblas. ¿Qué pasa cuando una persona con dolencia en los riñones acude al curandero para que lo sane?. • Para aquellos a los que Dios permite ver al menos unos segundos, el mundo espiritual o entender, saben que: existe un espíritu inmundo anidado o presionando ese lugar del cuerpo; y ese espíritu inmundo, supongamos, tiene un rango de Sargento, pero ocurre que la curandera a la que uno acudió trabaja para un espíritu de rango Coronel. • Entonces, la curandera ata el nombre de su cliente (Mateo 18:18) al reino de maldad y a sus señores. Por lo tanto su señor: el ente espiritual de rango Coronel desplaza del riñón al ente espiritual de rango Sargento, al ser liberado el riñón, el individuo se sana, y el que pasa a señorear en la vida del individuo es el ente espiritual de rango Coronel. Los curanderos suelen acompañar el tratamiento con algún brebaje o té que le venden al individuo, en el cual el individuo deposita su FE, su ESPERANZA y sigue las indicaciones del curandero, prestando así su OBEDIENCIA y sumisión. (queda sometido, bajo señorío de ese Espíritu inmundo. • Posteriormente el ente espiritual de maldad de rango Coronel, afectará otro órgano del individuo, y luego otro y así cada tanto, con lo cual el individuo acudirá de nuevo al mismo Curandero que ya le solucionó anteriormente su problema de riñón. Y esto, por que ya existe una ATADURA espiritual. Es asi que por falta de conocimiento, el hombre se desvia, pues él no acudió al verdadero médico, que es Jesucristo. Peor aún a veces conduce a otros ante el curandero. (como el ciego, guía de ciego- ¡ ay! De aquel por quien se pierde otro). Esos espíritus inmundos oprimirán también a su descendencia.
Solo por medio de Jesús se echa fuera a los espíritus inmundos; no se debe pactar con ellos la desafectación de un órgano por algún tiempo, sino que SE DEBE ECHAR fuera para siempre y prohibir que toque la descendencia. El hombre debe seguir llenándose luego de la palabra de Dios, y seguir la senda del bien para que esos espíritus echados fuera, no retornen más.