PFC_ HABITAR PRODUCTIVO | VICTORIA ABREU - PAMELA DAVYT

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POZO CANADIENSE O PROVENZAL Un pozo canadiense o provenzal es una instalación que utiliza la energía geotérmica para acondicionar los ambientes. La misma es la encargada de que el subsuelo se mantenga a una temperatura constante durante todo el año. Esta técnica consiste en enterrar unos conductos a una profundidad entre 1,5 m y 5 metros en el subsuelo y hacer circular por ellos aire que a través del conducto va tomando la temperatura del suelo para luego inyectarse en la vivienda con el fin de aportar o disminuir algunos grados generando un menor ∆t y menos necesidad de aporte energético de otros sistemas de calefacción o refrigeración. Seguramente en nuestro país este aporte no sea tan significativo, pues la diferencia de temperatura entre el exterior y la profundidad de la tierra no es muy marcada, pero se presenta el caso como aporte interesante para latitudes más extremas. COMPONENTES DEL SISTEMA 01. PUNTO DE CAPTACIÓN DE AIRE Se deberá situar ligeramente en alto (1m o 1,5 m) para evitar la captación de aire contaminado. Por esta misma razón se eligen también áreas de captación donde el aire se mantenga en movimiento, evitándose las hondonadas donde el aire quede estancado. La entrada debe contar con una rejilla que imposibilite el acceso al sistema de insectos, roedores o cualquier otro animal que puedan hacer nido en su interior o depositar excrementos y suciedad que puedan contaminar el sistema. 02. FILTROS Son los encargados de purificar el aire y con ello evitar la entrada de polvo y suciedad al interior de los conductos. 03. INTERCAMBIADOR DE CALOR Es el elemento que transfiere el calor del subsuelo al aire. Se trata en definitiva de la tubería enterrada. La longitud y el diámetro de este conducto podrá ser de diferentes tamaños en función de aspectos como la profundidad y naturaleza del terreno, potencia del elemento que succiona el aire, las necesidades térmicas que se necesiten, etc. De capital importancia es la naturaleza del terreno y de su transmisividad de calor. Cuanto mayor sea la longitud del tubo más transferencia térmicas aire-suelo se producirá. Los valores más usados oscilan entre los 10 y los 100 metros de longitud. Para el diámetro de la tubería los valores recomendados oscilan entre los 20 y los 40 cm de diámetro. El conducto o tubería deberá ser impermeable y estanca, lisa, resistente mecánicamente a la presión y a la deformación del terreno. También deberá resistir la corrosión. Deberá tener buena conductividad térmica para que permita las transferencias de calor entre el terreno y aire del interior de la tubería. Deberá tener una ligera inclinación dado que podrían producirse condensaciones en el interior de la tubería. A fin de evitar la acumulación de agua en las tuberías, se colocan estas con cierto grado de inclinación, lo que provocará la caída de estas por gravedad hacia un punto de drenaje. 04. PUNTO DE DRENAJE El agua condensada en las tuberías, debido a la inclinación se dirige al punto de drenaje donde se elimina del sistema. 05. ELEMENTO DE CIRCULACIÓN DE AIRE El aire necesitará de un elemento que lo impuse y lo haga circular por las tuberías enterradas. Se pueden optar por elementos activos (mecánicos) o pasivos (chimenea solar). Como elemento activo, puede tratarse de un pequeño ventilador o extractor de potencia adecuada que succione el aire de las tuberías y lo haga circular. Como pasivo existe la posibilidad del uso de chimeneas solares domésticas. En este mecanismo, el sol calienta la chimenea y el aire que contiene, lo que provoca que este se haga más ligero, ascienda y salga al exterior por la apertura superior. Esto crea una depresión en la base de la chimenea solar, es decir una “falta de aire” que provoca una corriente hacia la chimenea.


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