Spleen

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Spleen


Spleen

La palabra spleen tiene su origen en el griego splēn. En inglés denota al bazo. El diccionario de la Real Academia Española acepta la grafía “esplín”. En francés, spleen representa el estado de melancolía sin causa definida o de angustia vital de una persona. Fue popularizado por el poeta Charles-Pierre Baudelaire (1821-1867) pero había sido utilizado antes, en particular durante la literatura del Romanticismo, a inicios del Siglo XIX. La conexión entre spleen (el bazo) y la melancolía viene de la medicina griega y el concepto de los humores. Los griegos pensaban que el bazo segregaba la bilis negra por todo el cuerpo y esta sustancia se asociaba con la melancolía. Aunque hoy en día se sabe que no es así, la idea permaneció en el lenguaje. Opuesto a este concepto el Talmud (tractate Berachoth 61b) nombra al bazo como el órgano de la risa, aunque no está descartada una anterior relación con la medicina de los humores acerca de este órgano. En alemán, la palabra “spleen” , denota a alguien continuamente irritable. El bazo en cambio se llama milz (parecido al nombre milte que se daba al bazo en el inglés antiguo). En el siglo XIX las mujeres de mal humor se decían afectadas por el spleen. En inglés moderno “to vent one’s spleen” significa “...expresar su ira”. En China, el spleen (pi2)’ representa uno de los fundamentos del temperamento y se supone influye el poder de la voluntad. Del mismo modo que “venting one’s spleen” (expresar la ira), se usa como expresión.


Indice 2

Spleen.....

4

Pareja Divina.....

6

Los Cantos de Maldoror.....

10

Isidore Ducasse.....

11

Charles Baudelaire.....

12

Jose Maria Funollosa.....

13

Juan de Dios Peza.....

14

Los Poetas Malditos de Saftsagk.....


Pareja divina Nacidos en una cuna de funebres pasiones, ambos llamados por las pasiones carnales, deseados aun sin conocernos. La carne llamaba a su encanto, los jugos a beberlos y embriagarce en el rose de los deseos carnales y grotescos.

que pesa sobre de el, se convierte como aquel cadaver de decirto que reina sobre las aridas planicies coronado de buitres volando en circulo sobre su cabeza. Ella será tu eterna compañera. “Oh muerte querida, como te has tardado en cosechar este fruto maldito, maduro hace ya muchas estaciones atras, alejas de mi la vida que se me acerca y celosa me proteges de cualquiera que si quiera lo piense”. Aqui desiende sobre mi vida maldita, el don de angel demonio, aquel que flota suspendido sobre los ríos de Isis,

Pero la pareja no a contado con los designios sagrados, dónde el de arriba ha planeado, que a ella la muerte le persiga y le coseche; que a el, se convierta en eterna compañera, no aquella a la que ama y desea intensamente en las pasiones terrenales, si no aquella dama que arrancara de su lado cada vida por la que llegue a sentir amor, como maldición


viendo pasar las almas a su alrrededor con lamentos de liberación. Dime que mayor casti- go en esta vida, que ser el

espectador que ve pasar la vida de los demas y el si poder seguir a lado del ser amado. Divagando solo como alma en pena, es el unico que aun su alma no se libera, se pregunta entonces; ¿quién es mas fantas?, si el es que nunca avanzza y nunca cambia, ¿quién parece haber quedado atrapado en este mundo maldito sin salida alguna?.Esperaremos ahora nosotros el juicio final, ese momento en el que lleguemos ante el todo poderoso, y sea el el que nos rinda cuentas. ¿Es acaso que no se atreve a enfrentar?, ¿será por eso que aun diambulo por este mundo? Me siento apasiguo en una roca en la cima del mundo, viendo el vaiven de las almas, dejando los placeres terrenos y viviendo en el tedio de la vida, spleen.


Los Cantos de

Maldoror

Hay que dejarse crecer las uñas durante quince días. ¡Oh!, qué dulce resulta, entonces, arrancar brutalmente del lecho a un niño que nada tenga todavía sobre el labio superior y con los ojos muy abiertos simular que se pasa suavemente la mano por su frente, echan-


do hacia atrás sus hermosos cabellos. Luego, de pronto, cuando menos lo espera, hundir las largas uñas en su tierno pecho, cuidando de que no muera; pues si muriese, no se tendría más tarde el espectáculo de sus miserias. Véndale los ojos, mientras desgarres sus palpitantes carnes, y, tras haber escuchado durante largas horas sus sublimes gritos, parecidos a los hirientes estertores que lanzan en una batalla los gaznates de los heridos agonizantes, entonces, tras haberte apartado como un alud, saldrás corriendo de la vecina alcoba y fingirás acudir en su ayuda. Le desatarás las manos de hinchados nervios y venas, devolverás la vista a sus extraviados ojos, lamiendo de nuevo sus lágrimas y su sangre. «Adolescente que acabas de sufrir crueles dolores, ¿quién ha podido cometer en ti un crimen que no sé cómo

calificar? ¡Infeliz! ¡Cuánto debes de sufrir!>> Un navío acababa de desplegar todas las velas para alejarse de aquellos parajes: un punto imperceptible acababa de aparecer en el horizonte y se acercaba, poco a poco, empujado por el viento, creciendo con rapidez. La tempestad iba a iniciar sus embates y el cielo se obscurecía ya, haciéndose de un negro casi tan horrendo como el corazón del hombre. Desde lo alto de la roca, el hombre de la saliva salobre se arroja al mar


y nada hacia la alfombra agradablemente coloreada, manteniendo en la mano el cuchillo de acero que nunca le abandona. Se agarraron unos a otros de los brazos, de dos en dos, de tres en tres; era el medio de no salvar su vida, pues sus movimientos quedaban dificultados y se hundían como cuencos agujereados... ¿Qué significa ese ejército de monstruos marinos que corta velozmente las olas?. De este modo, el Creador, manteniendo una admirable sangre fría hasta en los más atroces sufrimientos, sabe obtener de su propio seno gérmenes nocivos para los habitantes de la tierra. Cuál no fue su asombro cuando vio a Maldoror, convertido en pulpo, alargar hacia su cuerpo sus ocho patas monstruosas, cada una de las cuales, sólida correa, habría podido abarcar con facilidad la circunferencia de un planeta.


El Todopoderoso había enviado a la tierra a uno de sus arcángeles para salvar al adolescente de una muerte cierta. ¡Se verá obligado a bajar en personal! Pero no hemos llegado todavía a esta parte de nuestro relato y me veo en la necesidad de cerrar mi boca, porque no puedo decirlo todo a la vez; cada truco efectista aparecerá a su hora, cuando la trama de esta ficción no encuentre ya inconveniente en ello. Para no ser reconocido, el arcángel había tomado la forma de un cangrejo paguro, grande como una vicuña. Estaba en la punta de un escollo, en medio del mar, y aguardaba el momento favorable de la marea para llevar a cabo su descenso hacia la orilla. El hombre de labios de jaspe, oculto tras una sinuosidad de la playa, espiaba al animal con un bastón en la mano. ¿Quién habría deseado leer el pensamiento de estos dos seres? Al primero, no se le ocultaba que tenía una difícil misión que cumplir: «¿Y cómo conseguirlo, exclamaba, mientras las olas, cada vez mayores, batían su temporal refugio, si mi dueño ha visto, más de una vez, fracasar su fuerza y su valor? Yo soy sólo una sustancia limitada, mientras que nadie sabe de dónde viene el otro y

cuál es su objetivo final. Al oír su nombre, los ejércitos celestiales tiemblan, y más de uno cuenta, en las regiones que yo he abandonado, que ni el propio Satán, Satán, la encarnación del mal, es tan temible.» «No intentes luchar y ríndete. He sido enviado por alguien que es superior a ambos, para cargarte de cadenas y poner tus dos miembros, cómplices de tu pensamiento, en la imposibilidad de moverse. Es preciso que, en adelante, te esté prohibido empuñar cuchillos y puñales, créeme, tanto por tu interés como por el de los demás. Muerto o vivo, te venceré; tengo orden de llevarte vivo. Cuando el viento lo balancea, según se dice, los estudiantes del barrio latino, temiendo una suerte similar elevan, una corta plegaria: son insignificantes rumores que nadie está obligado a creer y aptos sólo para asustar a los niños. Es tiempo ya de echar el freno a mi imaginación y detenerme, por un instante, en el camino, como cuando se contempla la vagina de una mujer;


Isidore Ducasse Hijo del diplomático francés François Ducasse, asignado al consulado general de Francia de Montevideo, Isidore nace en Montevideo en 1846 durante la Guerra Grande que finalizaría en 1851. Su madre, Celestine Jaquette Davezac, también francesa, fallece el 10 de diciembre de 1847, cuando Isidore tenía un año y ocho meses. De acuerdo a algunos críticos los acontecimientos ligados a su niñez en medio de la guerra habrían influenciado fuertemente su carácter. A los 13 años Isidore Ducasse fue enviado como interno al Liceo imperial de Tarbes y después a la ciudad de Pau. En aquella época, su tutor era Jean Dazet, un reconocido prohombre de Tarbes. Se sabe que después de un viaje al Uruguay en 1867, volvió a París y se instaló en la calle de Notre-Dame-des-Victoires. Su padre, que permaneció en Montevideo hasta su muerte en 1889, le enviaba módicas sumas de dinero para su sustento. Bachillerato de Isidore Ducasse, 1865. Debió de empezar estudios superiores, cuya naturaleza sin embargo resulta desconocida (a menudo se supone su concurso de ingreso en la École polytechnique). Publica los primeros cantos poéticos de su obra Los cantos de Maldoror en 1868 (la obra completa será impresa en Bélgica un año más tarde). Sin embargo, el

editor Lacroix se negó a vender el libro porque temía ser acusado de blasfemia u obscenidad. En 1870 habita en la calle Vivienne y publica las Poesías, cuya publicidad aparecerá en la Revue populaire de París. Isidore-Lucien Ducasse falleció en noviembre de 1870, a los 24 años. Poco antes, había hecho imprimir la edición completa de sus Cantos de Maldoror, una mínima tirada de 10 ejemplares que el editor, Albert Lacroix, de Bruselas, consintió en hacer ante el ruego del autor, temeroso del escándalo que podía producir semejante literatura. De todos modos, Ducasse ya no parecía a esa altura muy interesado en ese libro cuyo primer canto había publicado dos años antes, sin mención de autor. Ducasse pagó el costo de la impresión. En la casi invisible edición belga aparece el seudónimo de Conde de Lautréamont. La obra, ahora considerada hito fundamental de la historia de la poesía moderna, no alcanza en su momento notoriedad alguna. La anonimia en la edición parcial y el seudónimo en la edición completa, la escasa tirada de una y la escasísima de la otra, más la falta de datos biográficos y, durante mucho tiempo, hasta de un retrato del autor, hizo de Lautréamont un misterio que, durante décadas, muchos intentaron resolver a través de una imaginación con frecuencia desenfrenada. Así, León Bloy dice que Lautréamont es el autor de un libro monstruoso -en obvia referencia a los Cantos-, lava líquida, algo insensato, negro y devorador; luego agrega que este alienado, deplorable, el más desgarrante de los alienados murió en una celda para locos furiosos... Afirmación nacida sólo de la acalorada mente de Bloy ya que Ducasse-Lautréamont murió en su domicilio del n° 7, rue du Faubourg-Montmartre, en París, y, según uno de sus editores, su locura se limitaba a leer mucho, hacer largas caminatas al borde del Sena, beber mucho café y tocar el piano para enojo de los vecinos


LXXV SPLEEN I

Charles Pierre Baudelaire (9 de abril de 1821-31 de agosto de 1867) fue un poeta, crítico de arte y traductor francés. Paul Verlaine lo incluyó entre los poetas malditos, debido a su vida bohemia y de excesos, y a la visión del mal que impregna su obra. Barbey d’Aurevilly, periodista y escritor francés, dijo de él que fue el Dante de una época decadente. Fue el poeta de mayor impacto en el simbolismo francés. Las influencias más importantes sobre él fueron Théophile Gautier, Joseph de Maistre (de quien dijo que le había enseñado a pensar) y, en particular, Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente. A menudo se le acredita de haber acuñado el término «modernidad» (modernité) para designar la experiencia fluctuante y efímera de la vida en la metrópolis urbana y la responsabilidad que tiene el arte de capturar esa experiencia.

Pluvioso, irritado contra la ciudad entera, De su urna, en grandes oleadas vierte un frío tenebroso Sobre los pálidos habitantes del vecino cementerio Y la mortandad sobre los arrabales brumosos. Mi gato sobre el ladrillo buscando una litera Agita sin reposo su cuerpo flaco y sarnoso; El alma de un viejo poeta vaga en la gotera Con la triste voz de un fantasma friolento. El bordón se lamenta, y el leño ahumado Acompaña en falsete al péndulo acatarrado, Mientras que en un mazo de naipes lleno de sucios olores, Herencia fatal de una vieja hidrópica, El hermoso valet de coeur y la dama de pique Charlan siniestramente de sus amores difuntos. Yo soy como ese rey de aquel país lluvioso, rico, pero impotente, joven, aunque achacoso, que, despreciando halagos de sus cien concejales, con sus perros se aburre y demás animales. Nada puede alegrarle, ni cazar, ni su halcón, ni su pueblo muriéndose enfrente del balcón. La grotesca balada del bufón favorito no distrae la frente de este enfermo maldito; en cripta se convierte su lecho blasonado, y las damas, que a cada príncipe hallan de agrado, no saben ya encontrar qué vestido indiscreto logrará una sonrisa del joven esqueleto. el sabio que le acuña el oro no ha podido extirpar de su ser el humor corrompido, y en los baños de sangre que hacían los Romanos, que a menudo recuerdan los viejos soberanos, reavivar tal cadáver él tampoco ha sabido pues tiene en vez de sangre verde agua del Olvido.


Jose Maria Funollosa Nació en 1922 en Can Tunis, Barcelona. Posteriormente, durante la adolescencia se trasladó al barrio del Pueblo Seco. Publicó su primer libro de poemas en 1945, todavía no cumplidos los 23 años. Se trata de La sombra de tu luz donde se aprecian influencias de poetas como Salinas, Guillén, Lorca y Alberti y, en general, del estilo y los temas de la generación del 27 de antes de la guerra. Las formas métricas son las utilizadas por los poetas del 27, como las canciones de arte menor de tipo tradicional, romances, sonetos e incluso décimas al estilo de Jorge Guillén. El tema es el amoroso, al modo intelectual y distanciado del 27. No se aprecia sin embargo influencia alguna de las vanguardias o del surrealismo, en boga en la época de preguerra en que escriben los del 27. Dos años más tarde, en 1948, aparecen los cinco poemas de Umbral del silencio. Renuncia al arte menor y, en su lugar, aparece el verso alejandrino y, especialmente, la estrofa de cuatro versos endecasílabos sin rima. Aunque los temas siguen siendo deudores del 27, aparecen preocupaciones religiosas, propias de la época, que quedarán diluidas en sus composiciones posteriores por un tono amoral y escéptico. Funollosa muere el 7 de octubre de 1991 en Barcelona.3 Sobre su mesa, junto a varios borradores y un esbozo de testamento a lápiz, se encontró el siguiente poema: No a la transmigración en otra especie. No a la post vida, ni en cielo ni en infierno. No a que me absorba cualquier divinidad. No a un más allá, ni aun siendo el paraíso reservado a islamitas, con beldades que un libro garantiza siempre vírgenes. Porque esos son los juegos para ingenuos en que mi agnosticismo nunca apuesta. Mi envite es al no ser. A lo seguro. Rechaza otro existir, tras consumida mi ración de este guiso indigerible. Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.


Juan de Dios Peza Viendo a Garrit actor de la Inglaterra, el pueblo al aplaudirlo le decía, “ eres el más gracioso de la Tierra, y el más feliz “ y el cómico reía. Víctimas del spleen los altos lores, en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los actores y cambiaban su spleen en carcajadas. Una vez ante un médico famoso, llegose un hombre de mirar sombrío; - “Sufro” le dijo - “un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni atractivo, no me importa ni mi nombre ni mi suerte, en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única ilusión la de la muerte.” - Médico: viajad y os distraeréis? - Tanto he viajado. - Médico: la lectura buscad. - Tanto he leído. - Médico: que os ame una mujer. - Si soy amado. - Médico: un título adquirid. - Noble he

nacido. - Médico: pobre seréis quizá? - Tengo riquezas. - Médico: de lisonjas gustáis? - Tantas escucho. - Médico: que tenéis por familia? - Mis tristezas. - Médico: vais a los cementerios? - Mucho mucho. - Médico: de vuestra vida actual tenéis testigos? - Si, mas no dejo que me impongan yugo, yo les llamo a los muertos mis amigos y a los vivos les llamo mis verdugos. - Médico: me deja vuestro mal perplejo, mas no debo acobardaros, tomad por receta hoy este consejo. Solo viendo a Garrit podéis curaros. - A Garrit? - Médico: si a Garrit. La más remisa y austera sociedad le busca ansiosa todo aquel que le ve muere de risa tiene una gracia artística asombrosa. - Y a mi me hará reír? - Médico: si, os lo juro. Mas, que os inquieta? Y así dijo el enfermo. No me curo - yo soy Garrit cambiadme la receta. ¡Cúantos hay que, cansados de la vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, hacen reír como el autor suicida sin encontrar para su mal remedio! ¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!.. ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe, porque en los seres que el dolor devora el alma llora cuando el rostro ríe! Si se muere la fe, si huye la calma, si sólo abrojos nuestras plantas pisa lanza a la faz la tempestad del alma un relámpago triste: la sonrisa. El carnaval del mundo engaña tanto; que las vidas son breves mascaradas; aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas.


Los poetas malditos de Saftsack Los poetas malditos de Saftsack (del francés Les Poètes maudits de Sáftsàck) es un libro de ensayos del poeta francés Paul Verlaine publicado por primera vez en 1884, y luego en una versión aumentada y definitiva en 1888. En esta obra se honra a seis poetas: Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore,


Auguste Villiers de L’Isle-Adam, y Pobre Lelian (“Pauvre Lelian” en el original francés, anagrama del propio Paul Verlaine). Los comentarios de los autores que dio Verlaine, que conoció personalmente a la mayoría, tratan sobre el estilo de su poesía y de anécdotas personales vividas con ellos.

Villon, Thomas Chatterton, Aloysius Bertrand, Gérard de Nerval, el conde de Lautréamont, Petrus Borel, Charles Cros, Germain Nouveau, Antonin Artaud, Émile Nelligan, Armand Robin, Rodrigo Pérez Cambre, Innokienti Ánnienski, John Keats, Federico García Lorca, Alejandra Pizarnik, Fogwill, Edgar Allan Poe,5 Raúl Gómez Jattin, Leopoldo María Panero, así como los musicos Jim MoVerlaine expuso que dentro de su indivi- rrison e Ian Curtis, entre otros. dual y única forma, el genio de cada uno de ellos había sido también su maldición, alejándolos del resto de personas y llevándolos de esta forma a acoger el hermetismo y la idiosincrasia como formas de escritura.1 También fueron retratados como desiguales respecto a la sociedad, teniendo vidas trágicas y entregados con frecuencia a tendencias autodestructivas; todo esto como consecuencia de sus dones literarios. El concepto de Verlaine del poeta maldito fue en parte tomado del poema de Charles Baudelaire llamado Bendición, que inicia su libro Las flores del mal.2 El uso de esta expresión y del término malditismo se generalizó luego para referirse a cualquier poeta (o a un escritor de otros géneros o incluso a un artista plástico) que, independientemente de su talento, es incomprendido por sus contemporáneos y no obtiene el éxito en vida; especialmente para los que llevan una vida bohemia, rechazan las normas establecidas (tanto las reglas del arte como los convencionalismos sociales) y desarrollan un arte libre o provocativo.3 4 Entre los literatos que han recibido el calificativo de malditos estarían también, aparte de Verlaine y de su grupo, escritores como Charles Baudelaire, François


Ede la vida, haremos que vomites sobre el paso de las personas,

n Spleen trataremos de purgarte toda tu hermosa percepción

la falsa hipocresía de su caminar. Después de viajar a través del tedio de nuestras páginas, no volverás a encontrar la razón para quererle ver a la vida una vez mas la apática sonrisa de la falsedad. Se le recomienda al lector que si no esta dispuesto a aceptar la blasfemia de cada una de nuestras páginas, si no se va a deleitar de los suculentos placeres del fruto mas amargo, por favor entonces regrese a sus revistas de famosos y moda dominical.


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