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“No podemos quedarnos callados, en esta visita de Rivera Pérez, le exigimos que atienda nuestras necesidades, no podemos hacer como que nada pasa y aplaudir lo que no ha hecho, porque nos tiene en el olvido”, añadieron. Aunado a los reclamos directos al “líder” del gobierno municipal, se sumó al director de Abasto y Comercio interior, Ricardo Larracilla Herrera, a quien le encaran por exigirles que deban con una plataforma.
“Las ventas han caído por las pésimas condiciones en las que nos encontramos, hay días que solamente vendemos 15 pesos con eso no podemos pagar la estructura que están exigiendo”, aseguraron. Asimismo, descalificaron que las autoridades municipales estén invirtiendo en las oficinas del Centro de Atención Municipal y el mercado esté en el olvido total, el cual tuvo una inversión de 21 millones 225 mil 696 pesos, en el cual habrá 366 servidores públicos. “Este día porque nos visitó Eduardo Rivera, pintaron los techos, pero existen grandes carencias y el mantenimiento es nulo”, reprobaron. Al respecto, Ricardo Larracilla, de forma titubeante rechazó que exista desatención hacia los inconformes por parte del ayuntamiento, sostuvo que él y los funcionarios de
“Las ventas han caído por las pésimas condiciones en las que nos encontramos, hay días que solamente vendemos 15 pesos...” la administración están en la mejor disposición de apoyar a los vendedores, no obstante no hay recursos en las arcas municipales, por lo que les han solicitado que ellos inviertan en el material y el gobierno municipal pondrá la mano de obra. De forma esquiva y a la defensiva, aseguró que el área a su cargo, siempre ha tenido la intención de brindar apoyos sin embargo, el olvido, las pésimas condiciones, están
a la vista, a pesar que este mercado de abastos fue uno de los principales al marcar la historia de la Capital, siendo el más importante por la diversidad de los productos que se ofertaban, así como los puestos de cemitas identificando a los poblanos, pero por la incapacidad de Eduardo Rivera, quedó en el olvido con unos colores obscuros en sus fachadas, que más que mercado da la apariencia de una simple bodega.
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