22 VERSIÓN FINAL SUCESOS Maracaibo, miércoles, 24 de noviembre de 2010
Siguen las matanzas en La Cañada de Urdaneta
Mataron a “Lencho” y a su hijo Dixon Pérez, de 54 años, y su hijo Dixon Pérez Parra, de 25, fueron abatidos ayer frente a una estación de servicios. Más de 20 tiros impactaron a las víctimas. El mayor había sobrevivido el 12 de agosto a un atentado en Santa Rita. Equipo de Sucesos
O
tra vez la muerte remontó a trancos las calles de La Cañada para llevarse dos vidas bajo la ya usual modalidad del sicariato. Esta vez los ajusticiados fueron dos hombres ampliamente conocidos en el municipio. Y ambos tenían similar identificación por tratarse de hijo y padre. Dixon Rafael Pérez, de 54 años, apodado “Lencho”, propietario de camaroneras en La Cañada y en Santa Rita, recibió unos 20 tiros. Casi similar cantidad acabó con su hijo de 25 años Dixon Rafael Pérez Parra, sociólogo, ex Gerente de Desarrollo Social de la alcaldía, y Presidente del Instituto de la Vivienda en La Cañada. La matanza ocurrió a las 8:40 de la mañana en la avenida Parral Sur, diagonal a la estación de servicios “San Ramón”, frente al Centro Comercial Zulcano. Más de 70 conchas de proyectiles quedaron regadas en el lugar. La conmoción no se hizo esperar en La Cañada, San Francisco, Maracaibo y Santa Rita, sitios claves para las actividades que desarrollaban los Pérez. Los dos hombres iban en un Impala azúl, año 2005, placa VCA 00Z, que, de acuerdo con el Cicpc, era seguido por los dos tiradores y un vehículo mosca. Según el comisario Armando Guillén los sicarios utilizaron un Hyundai Elantra plateado placa CCH -031, que luego incendiaron en el sector “Los Tejares”, a la entrada de La Cañada. La mala noticia llegó al sector “Las Casitas” de El Carmelo casi en minutos, pues allí residía el acribillado Pérez Parra. El revuelo fue evidente y el vecindario que a esa hora pernoctaba comenzó a
JORGE CASTRO
RUGE LA METRALLA La Cañada, San Francisco, Maracaibo y parte de la Costa Oriental del Lago llevan casi dos años en zozobra. Los ataques criminales parecen tener dos bandos en clara confrontación. El sicariato es la modalidad predominante en las sorpresivas estrategias. Se usan armas de alta potencia, en ráfagas y con alta precisión. Pocos sobreviven en cada lance, porque al parecer los tiradores son dueños de gran puntería y hacen alarde de ser probados en las andanzas. Y aunque se conocen de importantes detenciones, los cuerpos de seguridad tienen muchas asignaturas pendientes. Un tufo a complicidades también ronda esos ambientes, porque hay miembros de cuerpos policiales bajo sospecha. Pero falta la gran rueda de prensa del gobierno nacional, detallando lo que en realidad ocurre. Porque no caben dudas que así como van las cosas, las venganzas se multiplican y crecen los involucrados, mientras no aparece a la distancia un final a esta película tétrica que atormenta y que arrasa con la tranquilidad de varias familias. Si esa gran rueda de prensa se diera, lo primero que quiere saber la opinión pública es cuál fue el hecho que originó toda esta historia.
Este era el vehículo donde se trasladaban las víctimas cuando fueron atacadas por los sicarios.
Dixon Pérez (Padre) de 54 años de edad, residía en Maracaibo.
Dixon Pérez (hijo) de 25 años de edad, iba en compañía de su padre.
llamar en busca de información certera. Lo propio ocurría en la alcaldía cañadera y en “El Topito”, donde el funcionario era ampliamente conocido. Sin embargo, los malos presagios rondaban aquellos espacios desde el pasado 12 de agosto cuando el señor Dixon Pérez fue tiroteado en compañía de una hija, porque aunque sobrevivieron parecían destinados a la fatalidad. A todas luces, aquello había sido un encargo.
de Maracaibo, donde una dama aguardaba por una encomienda. Eludió hablar sobre la versión conforme a la cual “Lencho” había sido escolta de “Antonito” Meleán, algo sobre lo cual varios curiosos hicieron referencias. En medio de su mutismo, el comisario declinó hablar de supuestas actividades de prestamistas. Narró que el Impala fue atacado a tiros en plena marcha, pero no confirmó si también usaron una ametralladora. Sobre la hipótesis de que los autores podrían ser los mismos de la organización que ha matado a varios Meleán y a Freddy Valbuena, el comisario solo pronunció una frase: “Eso se investiga”.
El Cicpc investiga Quien habló ayer con los medios fue el comisario del Cicpc
San Francisco, Armando Guillén. A decir verdad, se le notó más cauteloso que de costumbre. Un periodista le consultó si el caso guardaba relación con los Meleán, y no respondió. Otro comunicador trató de saber si está involucrado algún ex policía preso, y nada. Tampoco dio detalles de los posibles autores intelectuales o de los gatilleros que ejecutaron la operación. Apenas dijo que entre las armas utilizadas estaban dos pistolas Glock y que uno de los carros estaba solicitado por robo. No confirmó que el padre había ido desde Sierra Maestra a La Cañada a buscar al hijo para llevarlo al barrio “El Silencio”
Entretanto, La Cañada anocheció entre rumores y presunciones. El 2010 ha sido un año para el olvido. Pareciera que cada mes surge una novedad y que la metralla acecha en “El Topito”, “El Carmelo” y puntos conexos. Y que los acontecimientos se conectan con Maracaibo, San Francisco, Santa Rita, Cabimas y los Puertos de Altagracia. Se espera que hoy la Policía Científica alumbre mejor la orientación de las investigaciones, en la esperanza de que los medios puedan informar con mayor precisión sobre estas vendettas que no tienen horas fijas ni avisos previos.