Maracaibo, viernes, 4 de junio de 2010 INFORMACIÓN GENERAL VERSIÓN FINAL 9
Paralizados los proyectos productores de sueros antiofídicos
DISTRIBUCIÓN
A merced de las serpientes ARCHIVO
Este año van 580 mordeduras en el Zulia, un promedio de 116 mensuales. Tres pacientes murieron. El problema no es exclusivo de las zonas rurakes. Alixsbelis Sulbarán Pasante LUZ
H
ace nueve años, el sargento del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (INEA), Luis Contreras anunció públicamente en el Congreso Mundial de Mordeduras de Serpientes celebrado en Caracas, la escasez de suero antiofídico, tanto en Venezuela como en el mundo en los próximos años. Sus predicciones no resultaron ser equívocas, puesto que, según sus declaraciones el país presenta escasez de suero antiofídico, asimismo fallas en los Centros asistenciales de Toxicología que cubren el territorio nacional. Según el sargento Contreras, el Hospital de Coche en Caracas cuenta con suero para picaduras de arañas, corales y mapanares, sin embargo, las dosis no son suficientes para todos los venezolanos. “El Centro Nacional de Toxicología ubicado en el mismo hospital se encuentra crítico” señaló. Contreras dijo que “atienden pocos pacientes a diario”. Aunque no abastecen la deman-
da de pacientes con picaduras de especies venenosas, el Programa Ampliado de Inmunización, el Ministerio Popular para la Salud y la Dirección Regional de Salud por su parte, realiza donaciones importantes de suero antiofídico al país. Contreras, además de dedicarse a atender esta realidad, exige atención por parte del Gobierno Nacional, de la Gobernación del estado, de las empresas públicas y privadas, de la Asamblea Nacional y de los Ministerios Populares de Ambiente y Finanzas para que se concrete lo más rápido posible las tres futuras plantas generadoras de suero en Venezuela. La Universidad del Zulia, la Universidad de Los Andes y la Universidad Central de Venezuela son las tres instituciones previstas para que produzcan el tratamiento que logra neutralizar los efectos nocivos de las serpientes. “Es muy importante que se lleven a cabo estos tres proyectos lo antes posible” declaró Contreras. Alegó que el suero puede salvar a cientos de venezolanos en caso de emergencia. Ejemplificó al Zulia como un
Víctimas hEl mayor número de accidentes es causado por serpientes del género Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium, mapanares y tigras mariposas, con un porcentaje alrededor del 80%. hEn Venezuela, la mortalidad por la mordedura de estas serpientes es muy elevada, cerca del 72% (3), sin tratamiento y alrededor del 10% aún con dosificación de suero antiofídico polivalente. hEn julio de 2009, el joven Wuilmer Briceño de cédula 12.115.267 quedó discapacitado por no recibir suero antiofídico a tiempo. Una serpiente cascabel le mordió su mano derecha, y gracias a la demora hoy día sufre de insuficiencia renal.
estado en crisis que sólo cuenta con 35 kits de suero. Cifras Luis Contreras, quien lucha hace 10 años por la producción de suero antiofídico en Venezuela, manifestó que en el país se debería generar anualmente 80 mil kits de suero. El sargento de espacios acuáticos informó que existe un aumento progresivo de personas con mordeduras de serpientes en Venezuela en los últimos años, sobre todo, después de la tragedia del estado Vargas, la cual produjo que el área destruida fuera invadida por serpientes. En el 2001, el Ministerio Popu-
lar para la Salud en Venezuela reportaba de 5 mil a 6 mil casos durante el año. Para el 2010 la cifra aumento un 125%. Hasta ahora se han registrado 13.500 casos de picaduras. La causa de esta situación se debe, según el sargento, principalmente al cambio climático, también a los grandes proyectos agrícolas, construcción de carreteras, desplazamiento urbano y además por el aumento de turismo debido a los asuetos de carnaval y Semana Santa. Contreras acotó que las personas en estas temporadas acuden a lugares que suelen ser refugios para estas víboras como: las montañas y las cabañas.
Las serpientes en su hábitat A. Sulbarán.- . Venezuela es un país con una gran variedad geográfica donde se combinan los imponentes relieves de la cordillera de los Andes, la cordillera de la Costa y el macizo Guayanés, sin duda estas cualidades hacen que diferentes especies de serpientes estén distribuidas por todo el territorio nacional. En los países tropicales sin duda, existe un alto índice de mortalidad por envenenamiento de serpientes. Venezuela es considerado uno de los países afectados, ya que en ella se encuentran especies altamente venenosas como la tigra mariposa (Bothrops venezuelensis), la mapanare (Bothrops colombiensis) y la cascabel (Crotalus durissus cumanensis). En nuestro país existen ocho familias (Anomalepididae, Leptotyphlopidae, Typhlopidae, Aniliidae, Boidae, Colubridae, Viperidae = Crotalidae y Elapidae = Micruridae) con aproximadamente ciento cincuenta especies. Las mismas pueden ser ubicadas en las siguientes zonas biogeográficas: región del Lago de Maracaibo, región Andes, región Falcón-Lara, región costera, región llanos, región Guayana, región Amazonas y región insular La Mapanare cejuda o pudridora, generalmente se ubica en el estado Táchira. La serpiente Cascabel está distribuida por todo el país por debajo de los mil 500 metros de altura sobre el nivel del mar y es muy venenosa. Otras de las especies: la cuaima piña o concha de piña se encuentra en el sur-oriente y el sur del río Orinoco, se considera la serpiente venenosa más grande del continente americano. El sur del río del Orinoco también es hábitat para la coral espalda negra, aunque es una especie muy escasa y la única coral venezolana, cuyos anillos se encuentran en la región ventral. La Boa esmeralda es quizás una de las boas y serpientes más bellas, su coloración suele confundirse con el follaje. En nuestro país, el mayor número de accidentes es causado por serpientes del género Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium, mapanares y tigras mariposas, con un porcentaje alrededor del 80% según el sargento Contreras. Por la actividad del veneno, las cascabeles deberían estar en segundo lugar. En Brasil y Venezuela, la mortalidad por la mordedura de estas serpientes es muy elevada, cerca del 72%.