4 VERSIÓN FINAL OPINIÓN Maracaibo, jueves, 17 de diciembre de 2009
Opinión
opinion@versionfinal.com.ve
Por una Navidad con mayúscula w w w.ve rs i o n f i n a l .c o m .ve
Diario zuliano fundado en Maracaibo, Venezuela, el 8 de septiembre de 2008 R.I.F.: J315034859 · N.I.T.: 0521763604 REDACCIÓN
Director Alexander Montilla director@versionfinal.com.ve
Jefe de Redacción Raúl Semprún redaccion@versionfinal.com.ve
Jefe de Investigación Carlos Moreno investigacion@versionfinal.com.ve
Jefe de Deportes Ernesto Vera deportes@versionfinal.com.ve
Jefe de Fotografía Ana Viloria fotografia@versionfinal.com.ve
Jefe de Diseño Odry Freites
ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN
P
ara muchos, la navidad es algo meramente externo: compras, regalos, hallacas, luces de colores, gaitas, aguinaldos… Algo que se celebra, que se disfruta, pero que no se vive desde adentro. Es una navidad con minúscula, pequeña y mercantil, que abarrota las calles y comercios de luces, ropas y juguetes. Hay como mucha prisa en gastar los aguinaldos, en canjearlos por superficialidad. Pareciera que nos sintiéramos culpables de tanta ausencia de familia, de tanto abandono de los hijos y quisiéramos compensarlos de nuestra dilatada ausencia, de nuestra falta de atención, de nuestra poca o nula escucha. Trabajamos muy duro y no tenemos tiempo para hacer familia. Ahora, en esta navidad con minúscula, hueca y bullanguera, es imprescindible compensar ese vacío con unos regalos muy relucientes y ruidosos, que más que a los propios niños, impresionen sobre todo a los vecinos y familiares, de modo que les demostremos a todos “lo mucho que queremos a los hijos”. Es muy triste que muchos de los que nos llamamos católicos o cristianos, es decir, seguidores de Jesús y sus valores, y que por ello, deberíamos celebrar con alegría y paz el abrazo
de Dios a nuestra humanidad, caigamos en el ruido pagano, en la exaltación orgiástica del alcohol, en el olvido de los que nos observan con tristeza desde su impotente miseria. ¡Muchas luces de colores, calles reventando de voltios, que resultan incapaces de iluminar los corazones! Es, por ello, imprescindible que avancemos de esa navidad que saquea los bolsillos y deja vacíos los corazones a una Navidad con mayúscula, a una decisión de renacer a una vida nueva, a dejarnos sorprender y penetrar por los valores de ese Dios-Niño que nace en la total pobreza y abandono, y que sólo a los sencillos y olvidados se les anuncia su nacimiento como Buena Noticia. Será Navidad con mayúscula si nos esforzamos por sustituir en el trabajo nuestra indolencia y ambición por la honradez y la responsabilidad; si en nuestras familias nos esforzamos todos en hacer más felices a los demás con nuestra bondad y nuestro ejemplo; si nos apeamos de las palabras y actitudes ofensivas, agresivas y violentas y empezamos a cultivar sonrisas, saludos cariñosos, palabras que siembren cercanía, que construyan puentes y tumben
muros y barreras. Será Navidad con mayúscula si nos decidimos a trabajar con esperanza y con tesón por una Venezuela unida y fraternal, sin miseria ni violencia, donde todos podamos vivir con dignidad y nos respetemos y queramos como conciudadanos y hermanos. Entonces sí, la Navidad con mayúscula brillará no sólo en las calles, pesebres y arbolitos, sino que brillará en nuestros corazones. Jesús sigue tocando la puerta de nuestros corazones buscando un lugar donde nacer. Muchos, ajetreados con las compras, regalos y preparativos de las fiestas navideñas, ni siquiera escucharán su llamada.. Y él seguirá de largo buscando corazones sencillos, sin ruidos, ni opulencia, para nacer en ellos y llenarlos de alegría. Ojalá que encuentre lugar en el nuestro, para que nos lo vaya cambiando de ese corazón frío, de piedra, encerrado en sí mismo, en un corazón de carne, sencillo y generoso, con las puertas abiertas para que todo el mundo pueda entrar en él y encontrar cobijo, cariño y calor. Teólgo y Docente
diseno@versionfinal.com.ve
Jefe de Infografía Andrea Phillips
De mendigo y ciego a Doctor Honoris Causa
infografia@versionfinal.com.ve
Jefe de Informática Guillermo Mendoza informatica@versionfinal.com.ve
PUBLICIDAD
Jefe de Publicidad María Pilar Camacho
DRA. NILIA GONZÁLEZ DE PORTILLO
publicidad@versionfinal.com.ve
PRODUCCIÓN
Jefe de Producción César Gallardo Jefe de Imprenta Enmanuel Quiva Jefe de Fotomecánica William Caridad Jefe de Control Digitalizado Asneido Parra Depósito legal: pp200601ZU910 Dirección: Avenida Universidad, Nº 25-279, Edificio Diario Versión Final. Maracaibo, Estado Zulia. Código Postal: 4005 Máster: (0261) 800-3100 Avisos: (0261) 800-3138 (0261) 800-3102 Fax: (0261) 800-3144
E
l titular de este artículo no es ciencia ficción o una novela rosa, las presentes líneas tratan parte de la biografía de un zuliano ejemplar, cuya vida en sus comienzos estuvo rodeada de impotencias, invidencia, vejaciones, burlas, pobreza extrema y otras dificultades; las cuales superó para llegar a convertirse en uno de los representantes de la literatura indígena venezolana y latinoamericana, su nombre, Miguel Ángel Jusayú. El niño wayúu Miguel Ángel Jusayú, nace en la Alta Guajira al noreste de Nazareth, cerca del Mar Caribe, en el año 1933. A los doce años una conjuntivitis mal curada lo deja ciego. Luego, desprendiéndole de sus raíces culturales indígenas se ve obligado a viajar a la ciudad de Maracaibo, siendo mendigo y vendedor de loterías trabaja en los mercados populares. Desde los doce años y quizás ya un adolescente su acercamiento con los alijuna (persona no indígena) es una de las razones por las cuales este guajiro aprendió a leer y escribir por el método Braile. En este sentido, Miguel Ángel Jusayú dijo: “Nunca me imaginé que aprendería a leer y escribir y que algún día aprendería a hablar el castellano como si fuera un alijuna. Ha sido como una bondad, será de la suerte”. No obstante, una de las expresiones que lo las-
timaban espiritualmente es cuando la gente le decía: “Los wayúu sirven pa’ beber chirrinchi no más”. Otra de las facetas de Jusayú, es la de cuenta cuento, al respecto relató que cuando perdió la vista “la gente se burlaba porque había quedado ciego e imposibilitado para todo. Conocí la envidia y el rechazó, deseaba tanto volver a ver la faz del mundo, el sol, las cañadas, la fisonomía de un wayúu. Quería grabar mi nombre en una gran piedra de La Guajira”. Ciertamente, aquel niño que fue pastor de ovejas en la Alta Guajira (cuyos rasgos fisonómicos destacan la tez morena de su piel, baja estatura y rasgos de orígenes indígenas); se abre nuevos horizontes, pues se convierte en el representante más importante de la literatura indígena en Venezuela y Latinoamérica, debido a que sus estudios gramaticales del wayuunaiki constituyen un soporte invalorable en la comprensión de la cultura wayúu. Al maestro Jusayú se le acredita como uno de los intelectuales indígenas de Latinoamérica y ello se corrobora a través de sus obras entre las cuales se encuentran: Relatos Guajiros I, Relatos Guajiros II, Ni era Vaca ni era Caballo (traducido al inglés, danés, noruego y sueco), Gramática de la Lengua Guajira, Diccionario de la
lengua Guajira, Método para enseñar a escribir y leer el wayuunaiki. Una de sus últimas obras fue El árbol que daba sed (2005). Finalmente, Jusayú en su vejez infunde respeto y sabiduría. Entre los reconocimientos que ha recibido están el Premio Nacional de Literatura 2006; y el Doctorado Honoris Causa de La Universidad del Zulia y de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt. En una ocasión, Jusayú expresó: "Soy el primer Wayúu ciego que escribe en Braile y el primer Wayúu ciego autor de libros que recibe reconocimientos universitarios”. Lamentablemente, una mala noticia llegó de inmediato a través de los diferentes medios de comunicación regional y nacional, los cuales reseñaban: Este lunes, falleció el escritor Miguel Ángel Jusayú, quien además fuera en vida gramático, filólogo, recopilador, narrador e investigador wayúu… Murió a consecuencia de un paro cardíaco a los 76 años en su residencia ubicada en el barrio San José… Consternación y tristeza se generó en el Zulia ante el inesperado fallecimiento del Maestro de las letras wayúu, Miguel Ángel Jusayú, quien dejó de existir en la madrugada del lunes 8 de junio de 2009. Periodista / Docente Universitaria