30 VERSIÓN FINAL SUCESOS Maracaibo, lunes, 21 de septiembre de 2009
Comisión de la Brigada de Homicidios hizo pruebas de necrodactilia al cadáver del suicida ANA MARÍA VILORIA
PROFESIONAL
Eliomar Quintero tenía 44 años cuando se lanzó del décimo piso de un edificio en la Gran Caracas. Era un exitoso y respetado médico traumatólogo que formó una familia y se instaló con ellas en el sector Don Bosco. Tenía varios hijos y muchos de sus colegas lamentaron los sucesos que rodearon su vida los últimos meses. Aún no creen que se trate de la misma persona que conocieron. Pacientes fieles del doctor y sus familiares más cercanos lo acompañaron hasta el cementerio La Chinita ayer en el mediodía. Sólo queda un vacío.
Enterraron al doctor Quintero y su esposa no llegó al cementerio El cuerpo del amante y asesino de Samira Chaabán fue velado muy íntimamente en Monte Sinaí. Murió en Guatire, estado Miranda, y no en Caracas. Dirigió su última carta a la menor de sus hermanas. Juan José Faría (Unica 2006) jfaria@versionfinal.com.ve
S
e acabó la pesadilla para el doctor Eliomar Quintero (44) y su familia. Ayer enterraron su cuerpo en el cementerio Jardines La Chinita. Su esposa, Ana Soto, no llegó a su última morada. El cuerpo llegó a Maracaibo por vía terrestre el sábado en horas de la tarde. Sus familiares callaron su presencia y se internaron en su dolor. El misterio del paradero de su cuerpo se debía a que Quintero, solicitado por el homicidio de su amante, Samira Afif Chaabán, y el fortuito homicidio del hermano de ella, Salim Afif Chaabán, se lanzó
Una comisión del Cicpc llegó al cementerio a confirmar la muerte del doctor Quintero.
desde el décimo piso de un edificio en Guatire, estado Miranda, y no en Caracas como se manejó desde el viernes. El Cicpc hizo las averiguaciones en el área metropolitana y no en las otras regiones de la Gran Caracas. Del departamento de la Policía Científica en esa jurisdicción se cumplieron todos los requisitos legales para el levantamiento del cadáver, su retiro y su traslado a Maracaibo.
Inspección Pero el Cicpc en el Zulia no estaba al tanto de todo, y el cuerpo pertenecía a un hombre solicitado como autor intelectual de un doble homicidio perpetrado contra los hermanos Chaabán el pasado 22 de abril. Una comisión de la Brigada contra Homicidios, presidida por su jefe, el comisario Lenín Mavárez, se acercó al sitio y practicó una
necrodactilia al cuerpo, que no es más que tomar sus huellas dactilares para compararlas con las recabadas en vida cuando Quintero era interrogado junto con su esposa por ser ambos sospechosos del doble crimen. El jefe del Cicpc en Zulia, comisario César Gómez, confirmó ayer el suicidio de Quintero, definido como muerte por avalanzamiento. Antes de consumar la decisión, el
doctor escribió una carta dirigida a su hermana menor, que fue quien recibió la fatal noticia el viernes en horas de la mañana por parte de un médico capitalino. Familiares, herméticos y molestos frente a la urna, dieron pocos detalles del hecho. No revelaron a las autoridades la existencia de la carta. Se presume que allí especifique las causas exactas del homicidio contra Samira y del suicidio. Final El entierro fue interrumpido a la 1:00 de la tarde. Unas 30 personas se acercaron a la última morada, la mayoría de los presentes eran mujeres de edad adulta. Muy pocos con lágrimas. Ana Soto, esposa legítima del doctor y sospechosa entonces del homicidio, no estuvo presente en el entierro. Su matrimonio había acabado unas semanas antes del asesinato. El prominente médico se enamoró de una mujer de 28 años que tenía una pareja estable. Samira habría de aprovechar que Quintero gozoba la suerte de ganar una cifra multimillonaria de dinero gracias a un billete de lotería. Después de muchos regalos como viajes al exterior, cirugías y vehículos, Samira Chaabán terminó su relación con Quintero. El médico no lo habría soportado. Samira murió a tiros en el patio de su casa, junto con su hermano. Él último regalo que recibió de Quintero fue el traicionero ramo de girasoles. De un amorío extramarital quedaron tres muertos y dos familias destrozadas por la sangre y la mentira.