VERSIÓN FINAL Maracaibo, jueves, 10 de julio de 2014
El caso “Grecia Colmenares” tiene similitudes con el caso “Macho González”. Olivia y Aura son idénticas en su valentía y arrojo. La diferencia es que Olivia encontró a su hijo, muerto pero apareció. Josué Carrillo Tomado de Noticia al Día
D
os mujeres en tiempos distintos. Una en el ayer pedregoso y sumergida en el empeño por olvidar las horas tristes aquellas cuando toda esperanza se rompió; la otra, en el suspenso, en la angustia, en la diatriba y abrigando deseos de que las cosas no sean del color como muchos las pintan y, un amanecer venga pronto… ellas son: Aura Castillo, madre de Grecia Colmenares y Olivia González, madre del tristemente recordado adolescente, Rafael Antonio González González, con afecto de sus amigos y familiares llamado “El Macho González”. ¿ Qué podrían tener en común ambas mujeres?, preguntamos. Una respuesta surge sin esfuerzos: que un hijo ha sido desaparecido y esa fuerza que solamente tienen las madres en el corazón para querer a sus hijos. Ahora, bien, usando la jerga policial se puede decir que el caso “Grecia Colmenares” tiene similitudes con el caso “Macho González”. Los reporteros de la época que aún viven pueden apreciar algunos de esos detalles, entre ellos quien escribe. Olivia y Aura son
La manera en como centran sus preocupaciones por sus hijos perdidos las hace ser idénticas
¿Qué tienen en común Aura Castillo y Olivia González? idénticas en su valentía y arrojo. Se parecen también en la manera como centran sus preocupaciones. Ambas coinciden en una sola idea, en un solo pensamiento, guardando las distancias: Olivia no descansó hasta encontrar a su hijo con el terrible desenlace de hallarlo sin vida y arrojado en un profundo pozo con lo cual en el Zulia se abre la historia de los llamados “Pozos de la muerte”. Se comentaron tantas cosas. Se hicieron calumnias e infundios. Se ligó al joven Macho González con mafias, se hurgó en la vida de Félix González, ganadero, padre del muchacho y se formularon tantas acusaciones temerarias, sin embargo, la señora Olivia nunca desvió su norte, su deseo…”Quiero que mi hijo aparezca”. Desde el 7 de agosto de 1985,
diario Panorama reseña que tuvo que pasar más de 210 días para saber la verdad. Olivia mantuvo la fe,
ese pálpito de que su hijo estaba vivo por mucho tiempo, finalmente, dijo parafraseando su declaración a la radio “quiero encontrar a mi hijo vivo o muerto, si está muerto quiero encontrar su cadáver porque debe tener una tumba donde yo pueda ir a llorar”. Como ven, confiando en que la resolución del caso Grecia Colmenares no tenga ese trágico final, la señora Aura Castillo, pareciera moverse y afianzarse en los mismos sentimientos de aquella mujer valiente a quien toda la ciudad conocía y el país entero estaba de su lado, Olivia González.