20 VERSIÓN FINAL DEPORTES Maracaibo, jueves, 19 de diciembre de 2013
ATALAYA DEPORTIVA
GILBERTO OCANDO YAMARTE/ PERIODISTA DEPORTIVO GILBEROCANDO@HOTMAIL.COM
EL PADRE VÍLCHEZ DEPORTISTA
I
nmensamente honrado inicio esta columna, con mucho entusiasmo, a través de Versión Final, diario que valora la importancia del deporte en su justa dimensión. Será una frecuente oportunidad de compartir con ustedes lo que es para mí una pasión de toda la vida: el periodismo deportivo. Esta primera entrega llega a ustedes, como un homenaje póstumo a un polifacético sacerdote amigo, deportista: Monseñor Luis Guillermo Vílchez, ¡El Padre Vílchez!, fallecido el viernes 30 de agosto de 2013, a los 89 años de edad. Asocio, deportivamente, al Padre Vílchez con los equipos de béisbol Circulo Rojo (de isla de Toas), Doble Punto y Váquiros (de San Francisco) y el Premio SAPLEZ (1998). Lo conocí en 1953. Fuimos con el equipo de béisbol del Liceo Baralt a un intercambio en Isla de Toas, con el Circulo Rojo. Los integrantes de ambos equipos participamos en la celebración de una misa en la iglesia de Santa Lucía. Cuando el sacerdote levantó sus brazos, sosteniendo el cáliz, vimos sus medias de béisbol. Ya estaba uniformado. Al concluir la misa, se quitó la sotana y nos fuimos al estadio del mismo nombre (Santa Lucía), al frente de la iglesia (Ambos existen todavía). Era el padre Vílchez. Lanzó unos innings y nos dio un “sermoncito”, antes y después del juego. Nos enteramos también que en sus cuatro años en esa isla, fue pionero del baloncesto. “Acá no se conocía el basquetbol…construimos la cancha Lourdes...empezamos a enseñar a los muchachos y a los nueve meses, participamos en segunda categoría y, para sorpresa de muchos, le quitamos el título al equipo Dinámicos, de Maracaibo”, nos comentó. Meses después, supimos de su trasladado a San Francisco. Una bendición de Dios para ese pueblo, del sur de Maracaibo, hoy convertido en un pujante municipio. Seguí su labor, con admiración y respeto, por más de 60 años. El 26-02-1983, lo tuvimos en el programa Avance Deportivo (emisora La Voz de la Fe). Indagamos lo no deportivo y lo deportivo. “Voy a relatar mi labor en el deporte, con el único propósito de entusiasmar a los jóvenes para que se enrolen a las actividades deportivas…el deporte es un instrumento para intercambiar con las personas… El deporte, para mí, es una vía de comunicación…”, nos dijo el Padre Vílchez. Casi al final del ´programa le pedimos un mensaje para los jóvenes. “…han escuchado ustedes un relato del logro de importantes obras realizadas por un hombre (Luis G. Vílchez)…si ese hombre lo ha podido lograr, por qué no ustedes…”. Obviamente,
esa obra, 30 años después es de mayor envergadura. En lo eclesiástico y también en lo social, educacional, folclórico y deportivo. “Nací el 24 de abril de 1924 en un pueblecito del Dtto. Miranda, El Caimito (ya no existía cuando lo relataba)…mis padres, Desiderio y Josefina, procrearon 12 hijos…Estudié en las escuelas de El Caimito y Los Aceitunos…El 27-09-1937 ingresé al Seminario Diocesano de Maracaibo y allí estuve hasta 1940…Ese año murió mi papá y después de muchos esfuerzos logré viajar a Caracas, para continuar mis estudios en el Seminario Interdiocesano…además de estudiar jugaba fútbol, béisbol y baloncesto…Teníamos que foguearnos para salir bien preparados, porque la lucha del sacerdote es dura…”, sintetizó. Nos contó que el 05 de diciembre de 1948 fue ordenado sacerdote por Monseñor Marcos Sergio Godoy, en la Catedral de Maracaibo”. En 1949 estuvo un mes en la iglesia de Santa Lucía (por enfermedad del párroco) y después Monseñor Godoy le pidió que viviese la experiencia de la celebración de una Semana Santa en Isla de Toas. “Así lo hice. Luego el pueblo isleño me pidió y estuve cuatro años, hasta que fui trasladado a San Francisco, donde eché raíces”, nos contó cronológicamente. Después de 60 años de entrega de lucha en pro de San Francisco y su gente, falleció el 30 de agosto de 2013, próximo a cumplir el 65 aniversario de su ordenación sacerdotal. Disfrute del Reino de los Cielos, Socio. Han transcurrido más de 30 años, cuando le preguntamos ¿Quién llenará el vacío que algún día dejará el Padre Vílchez? : “…nuestro puesto en el sacerdocio, en la educación, en el folclore, en el deporte lo deben llenar jóvenes…a esos jóvenes quiero pedirles que no maltraten el tiempo, que Dios da tiempo al hombre para utilizarlo en beneficio del propio hombre...”. Hoy, un reto para sus beneficiarios directos (y sus descendientes), para la Arquidiócesis y para los gobiernos municipal, regional y, por qué no, nacional. Para ellos va este mensaje.
“El deporte es un instrumento para intercambiar con las personas… El deporte, para mí, es una vía de comunicación...” Padre Luis G. Vílchez
Además de estudiar filosofía y teología en el Seminario Interdiocesano de Caracas jugaba fútbol, béisbol y baloncesto. Tenía que foguearse para salir bien preparado, porque la lucha del sacerdote era dura contó el presbítero a Gilberto Ocando Yamarte.