Maracaibo, lunes, 25 de marzo de 2013 ENTREVISTA VERSIÓN FINAL 5
La hermana Francisca de Los Ángeles hoy en “Solo Mujeres”
ANA JOSEFA TOBÓN
“Siento tristeza de ver la ruina actual del país”
Ana Josefa Tobón Arbeláez es la Hermana Francisca de los Ángeles. Pertenece a la Congregación Dominicas de la Presentación y es la Presidenta de la Casa de la Misericordia en Maracaibo. Llegó de Colombia hace 40 años. A sus 96 años mantiene una lucidez extraordinaria. Esta religiosa a través de sus oraciones ha sanado y ayudado a muchas personas. Uno de los testimonios de fe es el de la merenguera Olga Tañón, quien la visita cada vez que viene a Maracaibo y cuenta que ella le cambió la vida. El rector Jorge Palencia le otorgó el Doctorado Honoris Causa en Trabajo Social en nombre de la Universidad del Zulia el año pasado. —¿Dónde nació? —Nací el 16 de noviembre de 1916 en Carmen de Viboral, cerca de Medellín, Colombia, allí crecí. —¿Por qué se vino para Venezuela y Maracaibo? —La obediencia me envió para acá. Hice mi noviciado en Bogotá, luego me enviaron a la provincia de Bucaramanga y por último a la de Venezuela, hace ya más de 40 años. Llegué a Caracas en 1972 y a Maracaibo en 1975. —¿A qué edad decidió ser religiosa? y ¿cómo fue ese llamado de Dios? —A los 18 años. Como es natural en todas las muchachas, tuve mis amistades y mis pretendientes, a pesar de que era joven, pero nada llenaba mi corazón. Tenía dos tías también religiosas y con frecuencia me escribían, creo que eso influyó en mi vocación. —¿Cómo estaba compuesta su familia? —Fuimos diez hermanos, yo soy la mayor. Éramos siete hombres y tres mujeres. Dos decidimos ser religiosas de La Presentación y uno fue sacerdote Franciscano. Mis padres eran muy buenos cristianos y estaban felices. —Hay quienes dicen que usted ha hecho milagros en su vida, a través de la oración y la sanación… —El único que hace milagros es Dios. La gente ha dado muchos testimonios para gloria de Dios, porque la oración todo lo puede y todo lo alcanza. Todo el que pide con fe logra un milagro. —Cuéntenos un poco lo que ha hecho en su vida… —Fui mucho tiempo Maestra Superiora en varios colegios. No sé cómo fue, pero un día comencé a visitar pobres y enfermos y ya no me quedaba tiempo sino para atender a la gente. La hermana Sofía quería fundar una Casa de la Misericordia y no alcanzó a hacerlo porque murió, me encargó a mí. Providencialmente cuando estaba el doctor Oswaldo Alvarez Paz como Gobernador me dio con qué hacer la casa. Dios permitió que yo fundara esta Casa de la Misericordia en 1991 para el bien de los pobres y de todo el que necesite. —¿Qué hacen en la Casa de la Misericordia? —Aquí tenemos médicos en varias especialidades y odontología gratuitamente. Atendemos espiritualmente y corporalmente. Los sábados hay un grupo de oración y hemos recibido muchos testimonios de curación a través de la oración. Vivimos de la limosna de la gente, lo que puedan colaborar. Recibimos dinero, comida, medicinas, libros, ropa… todo lo que quieran dar, porque hacemos caridad con eso.
Liliana Mendoza Macero (LUZ 1991) lmendoza@versionfinal.com.ve
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a Hermana Francisca es, a sus 96 años, un referente espiritual para los zulianos. Tiene el poder de la sanción a través de la oración, como testimonian familias enteras. Solo Mujeres Ahora, con motivo de la Semana Santa, es nuestra invitada de hoy a “Sólo Mujeres”, la entrevista de los lunes más leída de la prensa en el occidente del país. Diálogo sorprendente en medio de respuestas contundentes. —¿Cómo recibió la noticia sobre el primer Papa latinoamericano?. Por cierto el Papa Francisco... — Con mucha alegría. Pienso que cada Papa es especial. Y Francisco lo es. —¿Cree que podrá ayudar a resolver los problemas de la iglesia? —Todos los días oramos aquí en nuestra comunidad por él, por el mundo y especialmente por Venezuela. —¿Qué le podemos pedir los venezolanos a Dios, ahora que comenzó la Semana Santa? —Ojalá que la gente se convenza de que esta es una semana para darle gracias a Dios que nos redimió y nos rescató de las garras del enemigo y que es el único que puede salvar a nuestro país, con la oración. Hay que vivir la Semana Santa como la iglesia nos enseña. Debemos asistir a misa, confesarnos, comulgar y cumplir los sacramentos. Pasen estos días sanamente. Hay diversiones que en otro tiempo se pueden hacer. Lo mejor es recogimiento y oración. —¿Qué piensa usted de los políticos venezolanos? —Yo te digo la verdad, cuando yo llegué a Venezuela este país era un paraíso y hoy en día hay que decir que, guardando las distancias, es un infierno. No había miseria, hambre, apagones, inseguridad ni tanto odio. Siento tristeza de ver la ruina actual del país. —Con la muerte del Presidente Hugo Chávez, dirigentes de su partido han dicho que él fue el Cristo de los pobres y ellos sus apóstoles, ¿qué piensa de esa afirmación?
—Es muy difícil juzgar. Solamente Dios sabe, pero en la apariencia no hay ninguna verdad. Se vio mucha injusticia humana en su gobierno. Sin duda, toda persona por más mala que sea hace el bien en alguna forma. —Pero no se puede negar que el Presidente Chávez hizo mucho por los pobres, con becas, pensiones, las misiones… —Por eso es que digo que es difícil juzgar. Desafortunadamente se vio mucha injusticia humana. —Sus seguidores lo están venerando con fotos, canciones, velas, como si fuera un Dios, ¿Qué opina? —Eso es malo. Dios no quiere ídolos de ninguna naturaleza. Ni por santa que sea una persona, no la podemos idolatrar. Ni siquiera a los santos se les puede adorar. Dios es muy celoso de su amor. —¿En algún momento rezó por el Presidente Chávez? —Sí. Oramos muchísimo por él cuando estaba enfermo, para que Dios le diera la salud si era para su Gloria. Ahora oramos por el descanso de su alma. —El Presidente Nicolás Maduro dijo en juego que Chávez influyó desde el cielo para que escogieran a un Papa latinoamericano… —No lo creo. Hemos sabido que aparentemente han mentido mucho y nos han engañado demasiado. Ahora no creemos en tantas cosas que han dicho. —El gobierno y la oposición se lanzan acusaciones. Unos se creen los buenos y otros los malos. ¿Qué puede decir? —Sabemos que hay muy buena voluntad por parte de la oposición. Lo que buscamos es la paz y la unión. Eso lo estamos viendo en Capriles. Es un hombre a quien nunca se le ha oído una expresión de división como lo hacen ellos con insultos, cosas humillantes. Nosotros respetamos y oramos para que se acabe este odio, porque eso no es de Dios, él es amor y lo que quiere es la unión. —El año pasado la visitó el candidato Henrique Capriles… ¿Qué piensa de él, estaría de acuerdo con que sea el próximo Presidente? —Yo creo que Capriles es el elegido por Dios para regir los destinos del país. Él es un hombre católico, de fe,
JOHAN ORTEGA
“No había miseria, hambre, apagones, inseguridad ni tanto odio...Venezuela era un paraíso y ahora, guardando las distancias, parece un infierno...Dios no quiere ídolos, ni siquiera a los santos se les puede adorar”.
cree en Dios y ama a la Santísima Virgen. Eso es una cosa maravillosa, porque el amor a nuestra Madre es indicio de que hay una fe grande y que estamos con Dios. Cuando más amemos a María, más amaremos a Jesús y tendremos las bendiciones del cielo. —Muchos van a votar por Nicolás Maduro, porque fue la última voluntad del Presidente Chávez… —Como te digo, respetamos la voluntad de cada uno, pero yo no votaré por él. —¿Algunos miembros del Gobierno Nacional la han visitado alguna vez? —No. Oro por ellos. —Partidarios del chavismo califican a la oposición como oligarcas, apátridas, burgueses. ¿Qué piensa de ese discurso? —Desafortunadamente buscan la manera de desacreditar. Que Dios los perdone. Nosotros oramos para que ellos también tengan la luz de Cristo. Debemos amarnos como hijos de un mismo Dios sin estas diferencias, insultos y faltas de respeto. Cada ser humano es Cristo en persona y si yo trato mal a una persona, Cristo está recibiendo ese insulto, esa falta de amor. Cuando no se ama a Dios, tampoco al hermano. Este país era tan unido cuando yo llegué… —¿Qué necesita Venezuela para vivir en paz? —Amarnos como hermanos, como hi-
jos de Dios. Orar unos por otros. Los insultos y las humillaciones son obra del enemigo que pone la cizaña para que nos odiemos. En el infierno está el odio, en el cielo el amor. Es una tristeza ver a un país que fue tan rico y ahora verlo en la miseria que está hoy. La gente se está muriendo de hambre, como lo palpamos nosotros aquí en la Casa de la Misericordia, que hemos dado bolsas de comida a personas que tuvieron dinero y hoy están en la miseria. —En Venezuela hay mucha gente que vive con miedo por tanta inseguridad ¿Qué mensaje les da? —Precisamente hay una oración que hacemos todos los días y quiero que la gente sepa. “Sangre preciosa de Cristo, protégeme, hazme invisible ante los malvados y las fuerzas del mal”. Hemos tenido testimonios de personas que han sido protegidas, haciéndose invisibles ante los atracadores. —¿Qué mensaje les daría a los presos políticos y a los exiliados? —Yo les diría que confiemos plenamente en Dios. El es un padre amoroso y no permite el sufrimiento sino hasta donde podamos aguantar. En nuestras manos está con el poder de la oración. Nuestro país puede volver a ser lo que era cuando nos convenzamos de que tenemos que amarnos sin distinción de partidos políticos. Somos hermanos en Cristo.