2 VERSIÓN FINAL REPORTAJE Maracaibo, domingo, 26 de agosto de 2012
Tragedia en Amuay EFE
Es la mayor tragedia en la historia del Complejo Refinador más grande del mundo
39 muertos en la dantesca explosión
Las gigantescas lenguas de fuego y el espeso humo negro que salían de la Refinería de “Amuay” se pudo apreciar a muchos kilómetros a la redonda. Todavía las llamas no han sido controladas totalmente.
Abraham Puche (LUZ 2012) apuche@versionfinal.com.ve
L
a madrugada de ayer sábado 25 de agosto prometía ser tranquila para los residentes de la Península de Paraguaná, en el estado Falcón. Muchos comentaban sobre los coletazos de la tormenta “Isaac” que están afectando a las costas venezolanas y el caribe, algunos jóvenes “rumbeaban” aprovechando su asueto vacacional y otros más simplemente dormían plácidamente. Paralelamente, en la refinería “Amuay”, componente del Centro de Refinación de Paraguaná, la noche era rutinaria: la producción mantenía su ritmo, los trabajadores cumplían su faena y cientos de efectivos de la Guardia Nacional custodiaban las instalaciones. Pero a la 1:11 de la mañana, esa paz se acabó. Un escape de gas en un tanque de gas propano desencadenó una poderosa explosión y un infernal incendio que acabó con la vida de 39 personas: 18 efectivos militares, 15 civiles y 6 sin identificar. Al menos hay 86 heridos. La onda expansiva arrasó con 109 casas y 11 locales comerciales ubicados en los alrededores de “Amuay”. Once familias fueron trasladadas a la base naval de Punto Fijo. De los sobrevivientes en estado crítico, seis fueron trasladados de emergencia al hospital “Coromo-
Una fuga de gas en el área de olefinas provocó la detonación en el patio de tanques. Hubo 18 militares fallecidos y más de 200 viviendas averiadas. El Presidente Chávez decretó tres días de luto. Anoche seguían ardiendo algunos depósitos. Hasta en Aruba se sintió el estallido. Rafael Ramírez garantizó el suministro de combustible en el país. to” de Maracaibo, el único centro de salud del país con unidad especializada para pacientes con quemaduras. La ministra de Salud, Eugenia Sader, confirmó que 86 personas fueron ingresadas al hospital “Rafael Calle Sierra” de Punto Fijo. Minutos luego del accidente, efectivos bomberiles de Pdvsa y de los estados circunvecinos se acercaron a tratar de controlar la situación, rescatar a las víctimas y recuperar a los cadáveres. A medida que fue amaneciendo, fue quedando en evidencia la magnitud del suceso: la refinería fue destrozada casi en un 50 por ciento, la onda expansiva destrozó varias residencias destinadas para los efectivos militares, mientras que las casas y comercios circunvecinos fueron severamente afectados, como si una gigantesca bomba hubiese estallado en el lugar. En total, el terrible accidente borró del mapa nueve tanques de petróleo crudo, nafta y otros derivados. Se estima que “Amuay” procesa 645 mil barriles diarios de petróleo, mientras que la totalidad del Com-
plejo de Refinación de Paraguaná procesa 955 mil barriles de petróleo por día, siendo así la planta refinadora de crudo más grande del mundo. Testimonios desgarradores Dantescas imágenes irreproducibles de cadáveres destrozados y mutilados se apreciaron en los alrededores de la refinería. Los heridos, en su mayoría quemados, lanzaban gritos de dolor. Algunos de ellos quedaron atrapados bajo los escombros de las edificaciones destruidas y fueron rescatados por funcionarios bomberiles. La noticia se corrió como pólvora. De hecho, la intensidad de la explosión alertó a toda la Península de Paraguaná. Cientos de familiares y allegados de los trabajadores y militares adscritos a “Amuay” corrieron hacia el complejo para conocer la suerte de las víctimas. Las reacciones por las redes sociales y medios de comunicación nacionales e internacionales fueron inmediatas. A través del Twitter se conoció que muchos residentes de la isla de Aruba llegaron a escuchar la explosión.
Las llamaradas de fuego se vieron a muchos kilómetros a la redonda y una columna negra de humo aún sigue subiendo a cientos de metros de altura mientras el fuego termina de consumir todo el combustible. Los habitantes de la población vecina de Judibana, al norte de Punto Fijo, desalojaron masiva y voluntariamente sus viviendas debido al fuerte olor a gas butano en las calles. El caos reinó en los alrededores de Amuay, ya que varias personas aprovecharon la situación para saquear las casas y comercios afectados por la explosión, por lo que requirió la actuación de la Fuerza Armada Nacional, según explicó la gobernadora del estado Falcón, Stella Lugo. Actuación oficial El vicepresidente ejecutivo de la República, Elías Jaua, se acercó a la Refinería para constatar la gravedad de la explosión y coordinar las acciones de rescate. “Estamos en conocimiento de que hay muchas familias afectadas, que están fuera de sus casas, que fueron evacuadas o que ellas
mismas asumieron la evacuación. Vamos a ejecutar un plan de asistencia para las familias que se quedaron sin casa”, apuntó. El Presidente de la República, Hugo Chávez, envió sus palabras de condolencias a través de Venezolana de Televisión. “Quiero transmitirle a los familiares de los fallecidos, civiles y militares, todo nuestro pesar. He decidido decretar un duelo nacional de tres días porque esto nos afecta a todos”. Agregó: “He ordenado una investigación profunda sobre estos hechos, sobre sus causas y además habrá que determinar bien causas, efectos y tomar las acciones que haya que tomar”. De igual modo, el presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, reconoció que el accidente ocurrió como consecuencia de un escape de un tanque de gas propano. A pesar de la magnitud del hecho, garantizó la producción petrolera y el suministro oportuno de combustible en todo el territorio nacional. Por su parte, el Ministerio Público designó al fiscal 73 nacional, Jimi Goite, para determinar las causas de la explosión. Además, se asignó un equipo de expertos, conformado por dos patólogos, un antropólogo forense y un especialista de siniestros coordinado por la directora nacional de la Unidad Técnico Científica del Ministerio Público, Rocio Gásperi.