22 VERSIÓN FINAL SUCESOS Maracaibo, jueves, 12 de julio de 2012
Iván Fernández, “El Chacho”, y su esposa Jéssica Atencio, fueron ajusticiados junto a su amigo Roberto Torres cuando cambiaban un neumático. Ocurrió a las 11:40 de la noche. Los gatilleros ejecutaron el encargo en menos de dos minutos.
Más de 120 tiros retumbaron frente a la clínica “Sucre” de Maracaibo
Muertos dos hombres y una dama en una cauchera de “La Limpia”
Equipo de Sucesos
M
ás de 120 disparos a sangre fria acabaron con dos hombres y una mujer en la cauchera “Casa Grande” frente a la clínica “Sucre” de la avenida “La Limpia” de Maracaibo. La emboscada estremeció el final de la noche del pasado martes a la vista de los mecánicos de guardia y provocó una estampida en los negocios que aún quedaban abiertos en el sector “La Fusta”, entre ellos la Tostadas “El Reloj”, donde minutos antes habían estado las víctimas. Ocurrió exactamente a las 11:40 de la noche. “Yo conté más de 120 tiros”, reveló uno de los testigos. Iván Alfonso Fernández Rangel, “El Chacho”, de 42 años, quien conducía, y su esposa Jéssica Carolina Atencio Atencio, de 27 años, llegaron al sitio con su amigo Roberto Torres López, de 53 años, quien era su vecino en “La Manzana de Oro” de “Grano de Oro”. Necesitaban reparar un caucho del vehículo Neón, color gris, placas KBD77G, que tripulaban. Torres iba en el asiento trasero. Los tres terminaban de comerse unas arepas en “El Reloj” y cargaban una bolsa con comida y refrigerio para llevar. La cercanía con la cauchera parecía resolverles la falta de aire en uno de los neumáticos. El plan incluía la búsqueda de medicinas para la diábetes en una farmacia. La pareja permanecía en el Neón, mientras su amigo Torres López quitaba el caucho y lo colocaba en el aro giratorio para la reparación. Al instante arribó una camioneta 4-Runner roja --Testigos dudaban de si se trataba de una Trail Blazer-- , desde donde dos sujetos con gorras descendieron y comenzaron a disparar con pistolas 9 milímetros y otra arma con selector. Uno de los gatilleros ejecutó al chofer del Neón y el otro le vació el arma a la dama. Luego ambos dispararon con repeticiones a Torres López. Uno de los ocupantes de la camioneta, quien se mantuvo dentro, roció de balazos el vehículo Neón, como tratando de evitar que alguien quedara vivo. Los pocos clientes del momento y
En la cauchera “Casa Grande” reinaba el asombro en sus trabajadores, quienes aseguraron que nunca se había perpetrado un crimen en el local.
TRABAJADORES
FOTOS: ANA VILORIA
to de balas en la cabeza, en el cuello y en los costados. Frente al volante se le veía sangrando copiosamente. Los dos caucheros estaban temblorosos, con rostros pálidos y muchas dificultades para expresarse. Varios hombres se armaron de valor y sacaron a Jéssica Carolina del Neón y la trasladaron al Hospital Universitario, donde falleció ayer a las 7:45 de la mañana. Alguien arribó a tan atroz escena y reconoció a “El Chacho”. Desde su celular llamó a la familia. Los primeros familiares comenzaron a llegar a las 12:30 de la madrugada. Uno de los curiosos atribuyó el caso a un ajuste de cuentas con
unos sujetos de apellidos Leal y Matos, pero otro personaje lo mandó a callar para evitar problemas. Otro mencionó la posibilidad de que un árabe adinerado esté relacionado, pero lo dejaron hablando solo porque ya arribaban los primeros policías al lugar. Ayer en la morgue el llanto consumía a los familiares de los dos hombres. Edixon Torres, hijo de Torres López, estaba afligido. “Mi papá era maestro de obra, no acostumbraba a salir tan tarde de la noche”, comentaba. Muy cerca estaba un señor que solo se identificó como Luis. “Estoy seguro que no iban por Jéssica ni
por Roberto. De eso estoy seguro”, subrayaba. Por su parte, el Jefe del Cicpc en el Zulia, Johnny Salazar, adelantaba ayer en la mañana que los motivos podrían inscribirse en el ajuste de cuentas. Aseguraba que los primeros 60 casquillos recolectados en el sitio estaban a buen resguardo para los efectos investigativos y científicos. Prometió ampliar detalles hoy, aunque no negó una versión conforme a la cual “El Chacho” Iván Fernández era un hombre que manejaba importantes volúmenes de dinero y aparentes propiedades. Ayer en la tarde, el movimiento en la cauchera de Pirelli se observaba rutinario. El cambio de neumáticos se ejecutaba bajo el rigor habitual. Entretanto, Maracaibo no consigue la paz. En los últimos días hubo tres muertos cerca de la Curva de Molina durante el asalto a un blindado; mientras el 5 de julio se produjo el robo del siglo en el centro comercial Galerías, también en La Limpia. Y el pasado sábado tres hombres fueron masacrados a balazos en la vía a “Los Bucares” en aparente venganza por el desigual reparto del botín de Galerías.
Los hermanos de Jessica Atencio lloraban desconsolados en las afueras de la morgue de LUZ.
Luis Bandera, hermano de Jessica no podía creer lo sucedido.
Edixon Torres dijo que su padre Roberto Torres no merecía esa muerte.
hJessica Atencio tenía dos hijos. Trabajaba en la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Zulia desde hace 3 meses. hIván Fernández por años fue escolta. Su familia es hacendada y actualmente era comerciante. Así quedó el carro Chrysler Neon luego de recibir más de 50 impactos de bala, dejando sin vida a los dos hombres y herida de gravedad a Jéssica Atencio, quien murió horas después en el hospital Universitario de la capital zuliana.
dos de los caucheros se lanzaron al piso, aunque en la operación jamás aparecieron como objetivos criminales. De todos modos, en ningún momento miraron al rostro de los atacantes, quienes en menos de dos minutos desaparecieron con rumbo desconocido. En el trayecto no había patrullaje policial. La escena del crimen En instantes el área se llenó de curiosos que detectaban una especie de milagro, debido a que Jéssica Carolina aún respiraba en medio de un charco de sangre en el asiento delantero. Su esposo estaba inerme, reple-
hRoberto Torres era maestro de obras y dejó un hijo.