Maracaibo, sábado, 30 de julio de 2011 SUCESOS VERSIÓN FINAL 23
El militar adscrito a un cuartel del Táchira estaba libre. Fue el autor de los disparos contra el sargento de la Guardia. Usó una pistola 9 milímetros. El recluso de la fuga estaba a la espera de una condena por 30 años por terrorismo y homicidio.
El estupor aún reina en el Hospital Universitario de los Andes
Fue un soldado el que intentó rescatar al asesino en Mérida LEO LEÓN
Alejandro Bracho (Unica 2005) abracho@versionfinal.com.ve
E
l soldado Jefferson Manrique Díaz, de 20 años, fue el autor de los balazos contra el Guardia Nacional Jakson Chacón en la operación rescate del terrorista y asesino Lino Garavito Salinas ejecutada el pasado jueves a las 10:30 de la mañana en el Hospital Universitario de Los Andes en Mérida. Manrique era plaza de un cuartel en el Táchira y al momento del suceso estaba libre, según informaron autoridades de la policía científica. El militar disparó con una pistola 9 milímetros contra el sargento de la Guardia Nacional Jackson Chacón Porras, destrozándole las vértebras cervicales, para despojarlo del fusil Kaláshnikov y llevarse al delincuente de 24 años. Como publicó Versión Final ayer, el caso ocurrió a las 10:30 de la mañana en el nivel Plaza del hospital, que es el más importante de los andes venezolanos y atiende además a pacientes del Táchira y Trujillo. El recluso llegó en traslado para una consulta médica procedente de la cárcel de San Juan de Lagunillas, municipio Sucre del Estado Mérida. Su custodio era el sargento. El atacante disparó a quemarropa al cuello del Guardia, tomó su fusil y con el preso aún esposado huyeron disparando, mientras pacientes, médicos, enfermeros y visitantes se lanzaban gritando al piso. De acuerdo con el comisario del Cicpc, Jairo Araujo Prieto, el par de fugitivos destrozó vidrieras y sembró el pánico, al correr rumbo al estacionamiento. Al ser perseguidos por dos oficiales de la Policía de Mérida, intercambiaron disparos en la calle 9 del sector Santa Elena, colindante con el centro asistencial. Dos transeúntes recibieron balazos que no afectaron áreas sensibles de sus cuerpos. Entonces le quitaron el carro a un médico. El vehículo es un Chevrolet Swift, color gris, placas ADJ56D. Tragándose luces rojas bajaron a toda velocidad por la calle adyacente al Polideportivo “Luis Ghersy”, rumbo al estacionamiento de la Facultad de Medicina, donde abandonaron el carro para correr hacia los barrancos que dan acceso al río Chama.
En el cerro conocido como “La Meseta”, se lanzaron los dos delincuentes que murieron tras la caída. LEO LEÓN
Efectivos de la GN se movilizaron en las adyacencias del Hospital de Mérida.
Lino Garavito solía jactarse de sus armas dentro de la cárcel. LEO LEÓN
Este fue el vehículo Swift que robaron los delincuentes durante el rescate. LEO LEÓN
Al pisar en falso una maleza se fueron por el precipicio de unos 80 metros, golpeándose con piedras y morros hasta caer cerca de una roca. El Cuerpo de Bomberos y Defensa Civil hicieron enormes esfuerzos por llegar al sitio donde los dos cadáveres yacían bañados en sangre. Garavito mantenía las esposas. Este recluso había asesinado a un preso en el Centro Penitenciario de Occidente, en Santa Ana del Táchira. Tenía cargos por terrorismo y otros crímenes. Indicó el comisario Araujo que el maleante también estaba a la espera de cargos por robo en San Cristóbal. Tras un homicidio, este delincuente había sido capturado en Mérida, tras escapar de la capital tachirense, donde había cometido otro hecho de sangre.
Araujo informó que se investiga si pertenecían a alguna banda. El soldado no tenía antecedentes penales, pero el detectivismo había escuchado su nombre en otros casos. Se estima que los dos oficiales de la policía y un niño herido serán dados de alta en las próximas horas. En cambio, el sargento de la Guardia lucha por sobrevivir. Los medios audiovisuales y escritos de Mérida mantenían ayer amplios espacios dedicados a este suceso inédito en la ciudad que se alista para recibir a los vacacionistas de agosto. Los destrozos en puertas, ventanales y paredes del hospital impactados por los tiros de fusil y pistola ya comenzaron a ser atendidos por el gobierno regional.
La policía recuperó el fusil AK 103 que robaron al sargento Jakson Chacón.