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El Venezolano de Panamá
E
8 de febrero al 15 de febrero de 2013
humor
stuve por mis predios en el imperio y regresé a Caracas hace pocos días. Por segunda vez volví con una maleta llena de shampoos, enjuagues, latas y por supuesto, papel turulo. Después de cargar con semejante peso por dos aeropuertos -Miami y Maiquetía- llegamos a esta ciudad parándonos en cada taquilla de banco que nos encontrábamos, para sacar algunos bolívares. En absolutamente todas ellas, el banco nos pintó un ave muy conocida en todas las plazas Bolívar del país, por lo que llegamos a casa succionando, y sin saber por qué. Debo añadir que la cara del chofer de la camioneta negra, estaba más
Humor gozón Nelly Pujols
npujols@msn.com
Llegando a Caracas… ¿y el papel turulo? fea que la de Aristóbulo y que cada vez que arrancábamos para otro banco, se iba poniendo peor. No sabíamos nosotros que ahora, hay que cambiar el famoso “pin” cada vez que comienza un año. Nos paramos entonces en
El Bigote Opresivo
un restaurante al que somos asiduos, y un mesonero muy amable -y que nos conoce, obviamente- se bajó de la mula con el distinguido tripulante. (Sólo en Venezuela, de paso). El asunto es que al día siguiente, volvimos
a la realidad que significa el llegar después de cierto tiempo fuera, a nuestra rutina; lo que se resume en ir al supermercado a ver que cosas se consiguen, sobre todo después de las noticias de la escasez… Pues amigos: ¡hay de todo! No saben ustedes lo jodido que es cargar con dos paquetes de rollos de papel turulo en la maleta, para después conseguir que en el súper del frente, hay cientos de ellos, y de paso un carajito te los trae en el carrito hasta la puerta de tu casa. Obviamente, lo que pasa es lo siguiente (apartando la escasez que pueda haber en algún momento): si alguien no consigue la pasta de dientes que acostumbra usar, pues se lo comenta a alguien y ese alguien le agrega que tampoco había cepillos de diente, el otro agrega que el jabón también brilla por su ausencia; lo que sigue con el shampoo y así llegamos hasta el papel turulo. Pero vamos a estar claros, si desde diciembre no se ve el café ni el azúcar -entre otros- la mayoría de la gente cuando llegue al automercado y los encuentre, agarra un mínimo de cinco kilos de cada uno y sale del automercado; y luego vuelve a entrar pasando por otra caja y repite la historia. ¡Si hay hasta familias que planean un comando para que cada miembro saque la mayor cantidad que pueda! La prueba está en el famoso video que circula por You Tube: Personas llevándose hasta 10 pollos de un solo carajazo, y no estamos hablando de personas que tienen “un congelador en el garaje”. El problema se presenta, en primer lugar, porque no sabes dónde vas a guardar todo lo comprado y si de verdad, se necesita comprar 10 kilos de café y azúcar. Obviamente, si usted se entera a las 6:00pm que llegó tal o cual producto al supermercado, cuando usted se apersone, ya allí lo que queda es el pelero de los más vivos.
www.MEOLLOCRIOLLO.com
Moraleja: Cuando consiga pollo, leche, queso y harina Pan, lléveselo todo… Y cuando no consiga, sea agradecido: ¡No necesitará papel turulo! ¡Cariños y hasta la próxima!