¿Qué es lo verdaderamente importante en tu vida?
E
n algún momento de mi pasado experimenté la mancha imborrable y la culpa, desesperado acudí a los símbolos que regían espiritualmente mis actos. ¡Qué mal me llegué a sentir! Recuerdo que, como un niño con temor al castigo implacable, lloré e imploré ayuda a quienes tenía cerca de mí, andaba buscando consuelo en donde jamás lo iba a encontrar. Era una de esas crisis existenciales que padecemos los seres humanos y que no deseas que le sucedan ni a tu peor enemigo. En mi caso fue pasajera, producto de mi inmadurez y de no saber lo que quería. Sin embargo, conozco gente cuyas crisis son tan profundas que sólo les quedan dos caminos: el suicidio o el descubrimiento de la luz. Son radicales las alternativas, pero como consecuencia de profundas cavilaciones suele suceder que no hay lugar para las medias tintas. Quizá tú, amigo lector, estás pasando por una de “esas” crisis; probablemente fue la que te orilló 93
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