XXI -EL CAMINO ASURA I
Capítulo 1390. El Día del Retorno Después de que Lin Ming le hablara, Situ Yaoyao nunca pensó que se molestaría en fijarse en ella. Sus sentimientos hacia Lin Ming eran extremadamente complejos. Aunque él era su enemigo y ella también lo odiaba, no podía evitar admirarlo. Aunque la caída del Reino Divino de Asura había sido causada por Lin Ming, Situ Yaoyao también sabía que este final solo podía atribuirse a las figuras de alto nivel del Reino Divino de Asura en el pasado. Habían seguido a Yang Yun y se habían convertido en enemigos del mundo. “Mi hermana mayor está bien”. Situ Yaoyao dijo, algo indiferente. Frente a su viejo enemigo, naturalmente no revelaría las vidas difíciles que vivieron. En este punto, Situ Yaoyao y Situ Yaoyue compartían el mismo nivel de orgullo. Lin Ming solo sonrió, sin hablar más. Podía imaginar el destino que había sufrido la Familia Situ y todas las personas que intentarían derribarlos. En el pasado, la Familia Situ había ofendido a mucha gente y se había ganado muchos, muchos enemigos. Aunque también deberían haber ayudado a otros en el pasado, la naturaleza humana era caprichosa e inconstante. Cuando una familia se encontraba con la desgracia, a menudo había muchas personas que los pateaban mientras estaban caídos en lugar de ayudarlos. Además, aunque la Familia Situ había sido destruida, inevitablemente habrían dejado atrás una gran cantidad de riqueza. Esta riqueza seguramente se apoderaría de las manos de los sobrevivientes de la Familia Situ, y otros definitivamente los codiciarían. Lin Ming no habló seriamente con el obstinado Situ Yaoyao. Solo le dijo a Demonshine con una transmisión de sonido de esencia verdadera: “Cuida de los descendientes de la Familia Situ por mí. Parece que sus días no han pasado en paz.” Demonshine sonrió obscenamente, “¿Quieres que los cuide? ¿Cuidarlos de verdad? En el pasado, la Familia Situ te persiguió hasta los confines del cielo y el mar, incluso te obligó a entrar en el Pantano Negro de 8000 Millas y finalmente te arrinconó en el Clan del Dios Abandonado antes de enfrentarte en una batalla de vida o muerte. Y, aun así, ¿todavía quieres tratar su maldad con amabilidad? ¿Te has encaprichado de esas dos hermanas y quieres acostarte con ellas? El tono de Demonshine no era apropiado en absoluto. Lin Ming puso los ojos en blanco, sin molestarse en discutir con él. “Nunca me he acostumbrado a tratar con misericordia a quienes me hacen daño. En el pasado, aquellos del Reino Divino de Asura que me persiguieron ya murieron, y no hay necesidad de implicar a los que no estuvieron involucrados. Si esto continúa, entonces será causa de injusticia kármica. Cultivo el camino marcial y deseo que mis pensamientos sean lo más claros posibles, sin deudas ni rencores para no mojarme de karma. Las causas y los efectos de este mundo son problemáticos, pero aun así es algo que debo resolver para permitir que mi mente alcance la perfección. Solo así puedo reunir el impulso de mi destino y seguir adelante con cuidado…”
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