VBS Noticias. H.Veracruz, Ver; 15 de Junio del 2015 "La Isla de en Medio" paraíso veracruzano
Por: Víctor Báez
Aún vista a la distancia, la imagen de la Isla de en Medio es impresionante, un pequeño punto en medio del mar que parece inalcanzable y que pone a volar la imaginación pensando en lo extraordinario que sería pisar la tierra de ese mágico paraíso veracruzano, pero que por estar protegido por las autoridades, el deseo se pierde de inmediato al creer en lo imposible que resultaría poner un pie en ella. Sin embargo, la realidad es otra, ya que sí es posible visitar la isla y pasar en ella unas horas inolvidables, para lo cual se necesita un permiso oficial y una embarcación, así que para quien no los tiene sólo basta con trasladarse a Antón Lizardo, pueblo de pescadores muy cercano a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, lugar donde habitan Fernando "El Pulpo" Lagunes y
Juan "Cherna" Díaz, lancheros de profesión quienes cuentan con la autorización y el bote adecuado para dar inicio a una extraordinaria y emocionante aventura marina. Entre redes , gaviotas y con la algarabía de los pescadores la embarcación parte lentamente hacia su destino, para después aumentar su velocidad y tomar rumbo por las cálidas aguas del Golfo de México, navegando entre inesperados saltos de coloridos peces y abundantes cúmulos de sargazos esparcidos en el mar. El viaje transcurre con mucha seguridad e inmensa alegría, de pronto inesperadamente, a un costado de la lancha emerge una enorme tortuga Lora dejando maravillados a los navegantes. De la isla a cada momento se aprecia más su cercanía dejando entrever su majestuosidad y enigmática belleza tropical, haciendo aún más intensa la emoción del tan esperado encuentro, a tan sólo unos metros del punto de desembarque. Estar en la isla provoca una indescriptible sensación con su maravillosa combinación de contrastantes colores, que van desde el verdor de su vegetación, la blancura de su arena, hasta las diferentes tonalidades del azul del mar. La arena tiene una textura diferente por contener restos pulverizados de coral muerto hace décadas de años, las diferentes variedades de flora que coexisten son parte de la caprichosa naturaleza al transportarse las semillas por el viento, por los troncos de arboles que desde remotas tierras son traídos por las corrientes marinas a sus costas, o simplemente por el proceso natural de la digestión de algunas aves que se han aventurado por la isla, todo un proceso natural que se ha llevado a cabo por cientos de años. Introducirse en las tibias aguas de su playa, permite admirar la biodiversidad de la fauna, a simple vista se observan corales como el "Cuerno de Alce" y "Cerebros" entre otras variedades, también se aprecian pequeños peces buscando alimento y cuidando de no ser parte del alimento de otros peces, colonias de coloridas anémonas que semejan ser un bello jardín en movimiento bajo el mar, arañas y galletas de mar, caracoles, erizos, pepinos, pulpos, caballitos y estrellas de mar cual si fuera el reflejo del cielo en el fondo marino, así como un sin fin de extraordinarias especies que conforman el arrecife.
La isla de en medio por ser una reserva también requiere comportarse con una respetuosa cultura ecológica ya que hay áreas restringidas para el desove de tortugas como la Verde, Lora y Carey, que puede ser admirada a la distancia, en cuanto a lo demás, donde las normas y límites estipulados lo permiten, se puede tener contacto físico, pero bajo la rigurosa regla de que todo lo que pertenece a la isla, se queda en la isla, hasta el más pequeño grano de arena. Finalmente empieza el atardecer, y después de haber disfrutado de la exuberante naturaleza, de maravillosos momentos únicos e irrepetibles y con el alma enriquecida por tan abundante belleza, hay que iniciar el viaje de retorno porque en punto de las 6 la isla se cierra, todo se queda en ella incluyendo los más espectaculares recuerdos que provoca la extraordinaria experiencia vivida en la Isla de en Medio, una constancia de la existencia de un ser supremo que se manifiesta con este imponente paraíso, majestuoso orgullo de los veracruzanos.