Los cambios introducidos en los sistemas agrícolas tradicionales desde la época colonial modificaron
no sólo las técnicas y procedimientos de cultivo y manejo del suelo, sino la misma esencia de la relación
humano - naturaleza, erosionando un legado cultural de miles de años.
En Ecuador, como en otros espacios de la culturalmente compleja Cordillera de Los Andes, el
conocimiento ancestral se materializa en la chacra, un espacio que, a primera vista, puede ser concebido
como un sinónimo de los huertos caseros, patios productivos o conucos, entre otras denominaciones
que cumplen funciones similares en las comunidades. Sin embargo, la chacra es mucho más que un
predio productivo, es un espacio que reproduce la crianza de la vida y que mantiene viva la cultura
andina en cada uno de sus procesos.